viernes, 22 de abril de 2011

El Papa afirma que los países de Occidente están «cansados» y «aburridos» de la fe

El Papa reconoce que «Satanás está haciendo una criba de los discípulos delante de todo el mundo»
Lavó los pies a doce sacerdotes y confirmó que le sostiene la oración de la Iglesia

EL VATICANO/REUTERS
El Papa durante la tradicional misa del Crisma

El Jueves Santo es la gran fiesta de la institución de la Eucaristía y el sacerdocio, pero en este último año no han faltado los disgustos y Benedicto XVI afirmó que «comprobamos de nuevo con dolor que a Satanás se le ha concedido hacer una criba a los discípulos de manera visible delante de todo el mundo». Era una referencia clara al  escándalo del ex obispo de obispo de Brujas Roger Vangheluwe  y de los sacerdotes que se han rebajado a abusar de menores de edad.

En la basílica de San Juan de Letrán, su catedral como obispo de Roma, el Papa lavó los pies a 12 sacerdotes en uno de los momentos más sugestivos de las ceremonias del Jueves Santo en la que se rememora la Última Cena, con la institución del sacerdocio y la Eucaristía, así como la ferviente plegaria de Jesucristo por la unidad.

Su homilía fue intimista y muy personal, con reflexiones sobre la debilidad de Pedro, que esa misma noche de Jueves Santo, después del arresto, negaría conocer a Jesús. Benedicto XVI comentó que todos los cristianos, incluido el Papa, «tenemos necesidad de convertirnos». En esa línea confesó que «es un gran consuelo para el Papa saber que en cada celebración eucarística todos rezan por él; que nuestra oración se une a la oración del Señor por Pedro».

El Santo Padre recordó que Jesús advierte en la Ultima Cena: «Simón, Simón, mira que Satanás os ha reclamado para hacer una criba como trigo. Pero yo he pedido por ti para que tu fe no se apague. Y tú, cuando te hayas convertido, confirma a tus hermanos». Resultaba emocionante comprobar el realismo y la humildad del Papa, que no escondía los problemas de algunos miembros indignos de la Iglesia ni tenía miedo de confesar su propia debilidad, justamente para subrayar la importancia de apoyarse en Jesús.
Lejanía de Dios en Occidente

En la mañana del Jueves Santo, durante la homilía de la Misa Crismal, el Papa había lamentado «la incredulidad y lejanía de Dios» en muchos países cristianos preguntándose si «¿No es verdad que Occidente, que los países centrales del cristianismo están cansados de su fe y, aburridos de su propia historia y cultura, ya no quieren conocer la fe en Jesucristo?».

La mirada del Papa sobre el mundo era realista pero no era pesimista, pues continuamente hablaba de la gracia de la Redención, el gran acontecimiento que se rememora durante la Semana Santa. Benedicto XVI presidirá el Viernes Santo por la noche el tradicional Vía Crucis en el Coliseo, una de las ceremonias más sugestivas del Triduo Pascual. Las meditaciones de este año han sido escritas por una religiosa agustina, la madre María Rita Piccione, quien da voz a los niños que han sufrido abusos, a los afligidos, y a todos los que esperan la salvación a través de Jesús. Benedicto XVI renueva así la tradición de encargar el vía Crucis a mujeres, como hacía de vez en cuando Juan Pablo II.

La novedad de este año es que el Papa ha accedido a participar en un programa de la RAI, «A su imagen», que será emitido el Viernes Santo a partir de las dos de la tarde – es decir en torno a la hora de la muerte de Jesús en la Cruz- , y que TVE emitirá el sábado a las 10 de la mañana. Es la primera vez que un Papa ha respondido desde su biblioteca a seis preguntas enviadas por los espectadores y seleccionadas de entre las mas de dos mil que recibió el programa. Son preguntas difíciles de una madre italiana con un hijo en coma, una niña japonesa de 7 años que ha visto morir niños pequeños en el tsunami, una madre musulmana en Costa de Marfil y un grupo de estudiantes cristianos en Bagdad.

Las respuestas del Papa fueron grabadas el pasado viernes en su biblioteca y sus comentarios incluyen también reflexiones sobre el «descenso de Jesús a los infiernos» después de su muerte para rescatar las almas de los justos.

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