Cerrarían biblioteca por falta de RD$5,000 pesos en el ensanche capotillo
Decenas de niños y adolescentes del Capotillo no tendrán donde realizar sus tareas escolares, ni consultar libros y enciclopedias, ni donde elaborar los trabajos en computadora que en sus escuelas y liceos le son asignados por sus profesores.
El posible cierre del local afectará además al Comité de los Derechos Humanos, a la junta de vecinos de Los Manguitos, y a la entidad comunitaria Amor y Paz, Amigos por un Sueño, que también operan en el local.
La biblioteca Juan Almonte, ubicada en la segunda planta de un edificio de tres niveles en la calle 42 a esquina José Martí, tiene tres meses de atraso en el pago del alquiler.
Llama la atención que la biblioteca está localizada en el mismo corazón del ensanche Capotillo, donde un elevado número de jóvenes y adultos han muerto o resultaron heridos a causa de los constantes enfrentamientos a tiros entre grupos que se disputan el mercado de la droga del sector.
Las dificultades de la biblioteca no se limitan al pago de los cinco mil pesos mensuales, sino también, a la falta de equipos como computadoras, sillas, mesas, ventiladores eléctricos y fotocopiadoras.
Al lugar acuden diariamente decenas de niños y adolescentes del ensanche Capotillo, a consultar libros, enciclopedias, folletos y otros materiales didácticos que no pueden ser obtenidos en ningún otro lugar del sector.
El problema se debe además, a que muchos jóvenes tienen que hacer turno para usar la única computadora que existe, en la cual elaboran trabajos escolares, seminarios y buscan datos a través de la Inter Net.
En el lugar se realizan otros servicios como cursos de peluquería, reparación de inversores, y otros en los que participan 30 jóvenes por promoción.
La biblioteca brinda otros servicios como son prestar dos sillas de rueda y un par de muletas a cualquier persona que la necesite, que esté incapacitada, o que deba ser llevada al médico.
Angel Medina, coordinador de las cuatro entidades que operan en el lugar, manifestó que se han cansado de tocar puertas en busca de ayuda, para evitar que la biblioteca Juan Almonte sea cerrada.
“No hemos conseguido nada. Roberto Salcedo nos ofreció una ambulancia y otras ayuda como una funeraria municipal, pero todavía estamos esperando”, dijo Medina, quien es también dirigente de los derechos Humanos.
Agregó que se han dirigido a siete diputados de la parte alta del Distrito Nacional y a varios regidores para que presten ayuda, pero todo ha sido inútil.
Ramón Jiménez, presidente del Comité de los Derechos Humanos en el ensanche Capotillo, dijo que da pena que una entidad tan valiosa y necesaria desaparezca porque no se tengan cinco mil pesos mensuales.
Expresó que desde hace dos años realizan kermeses, rifas y otras actividades para pagar el local, pero dijo que ya la gente no colabora.
Medina y Fernández confían en que alguien se atreverá a colaborar y dará algún tipo de ayuda para que la única biblioteca de uno de los barrios más violentos del país no sea cerrada por falta de cinco mil pesos al mes.elnacional
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