lunes, 7 de febrero de 2011

Habla la gente

Los manifestantes egipcios cuentan su historia

lun feb 07 00:58
Mosaab El Shami (A. Coty)

Estimados en cientos de miles, e incluso en millones, los egipcios han tomado las calles reclamando al presidente Hosni Mubarak que ceda el poder.

Enarbolando lemas que piden “Comida, dignidad y libertad”, muchos egipcios han decidido no marcharse hasta hacer caer el régimen. Tras varios días de muertes, protestas, violencia y saqueo, la confrontación no se ha resuelto y la crisis continúa.

[Relacionado:La batalla de Tahrir a pie de calle]

Yahoo! Maktoob ha hablado con ocho egipcios de diferentes estratos sociales. Han valorado la situación, intercambiando sus experiencias, expectativas y esperanzas.


Tamim Khalifa, 20 años, estudiante universitario:

“He estado en la plaza Tahrir tres veces desde que las protestas comenzaron. Estamos aquí para que se sepa la verdad y lograr el cambio de régimen, porque el régimen no puede cambiar de piel sin cambiar por dentro, y ahí está el presidente.”

“Es fantástico ver que nadie está asustado aquí.”

“Quiero que el presidente se marche y que un gobierno de coalición lleve las riendas del país y tutele los cambios de la Constitución hasta que podamos celebrar unas elecciones libres en septiembre. No creo que el presidente se marche, pero seguiré con las protestas.”


Mosaab El Shami, 20 años, estudiante universitario:

“Las llamadas a la protesta en Internet me hicieron sentir que esto iba a ser algo grande, así que decidí unirme. Y el hecho de que las organizaran jóvenes en lugar de los partidos políticos fue lo que me animó a dar este paso.”

“Un chaval de instituto estaba llorando histérico, diciendo que a su hermano le habían disparado y matado por gritar ‘No hay otro Dios que Alá’ frente al ministerio de Interior. Otra persona iba invitando a todos los manifestantes que se encontraba a su boda en cuanto cayese Mubarak."

“No confío en que todos mis sueños y esperanzas se cumplan. Habrá algunos cambios para mejor, pero será un largo camino lleno de montones de obstáculos”.


Nadia El Awadi, 42 años, periodista:

"Vine a la plaza Tahrir a documentar, relatar y ser testigo de estos momentos históricos. He estado viniendo desde el 25 de enero, y ya he pasado tres noches aquí. La atmósfera en la plaza está llena de amor.”

“Por primera vez los egipcios sienten que el país les pertenece. Lo que Egipto está contemplando ahora es lo que hemos estado esperando todos estos años”.

“Este régimen pudo haber hecho algunas cosas bien en el pasado, pero eso no basta para borrar todas las cosas malas que hemos tenido que soportar. Creo que la marcha hacia la democracia nos llevará más de un año, pero espero que lo que ha sucedido nos haya puesto en el buen camino.

"Me siento como si estuviera sobre el muro de Berlín, con la democracia a un lado y la dictadura al otro, y espero que este muro caiga y podamos reconstruir Egipto.”


Mohammed Abdel-Aziz, 33 años, empresario:

“Me impresionó lo organizado y respetuoso que fue el grupo de los jóvenes del 25 de enero y lo pacíficas que fueron sus protestas. Espero que los jóvenes se calmen y se enorgullezcan de lo que han conseguido. También tienen que reagruparse y elegir un líder de entre ellos para comenzar el diálogo con el Gobierno para poder seguir avanzando”.

“El frente político va a ser testigo de una lucha por el poder diferente entre los distintos frentes en los días por venir, especialmente si se disuelve el parlamento”.


Tamer El Demerdash, 36 años, ingeniero:

“Llevo en la plaza los ultimo cuatro días. Los manifestantes mantienen la plaza limpia, comparten comida, y hay médicos llevando atención sanitaria a los heridos en el terreno.”

“Los matones nos siguen rondando. El jueves impedían a los manifestantes llevar comida o medicamentos a la plaza, los tiraban al Nilo, pero encontramos rutas alternativas para seguir trayendo suministros.”

“El presidente juega con nuestros sentimientos… y la televisión estatal egipcia está llena de mentiras. Estás usando la carta de los Hermanos Musulmanes para asustarnos, pero puedo asegurar que aunque ellos estén con nosotros, no nos están imponiendo sus ideas, y aunque lo intentaran, no les dejaríamos.”


Angham Abdel-Nasser, 19 años, estudiante universitario:

“No tengo afiliaciones políticas, pero aún así quería ir a la plaza Tahrir para participar en las protestas. Desgraciadamente mi familia no me quiso dejar por culpa de toda la violencia y los ataques a manifestantes.

“Quiero que toda la gente en la plaza Tahrir sepa que lo mejor que puede ocurrir ahora es el diálogo para alcanzar nuestros objetivos con las menores bajas posibles. Lo único que espero ahora es que el presidente Mubarak cumpla su palabra y los próximos siete meses pasen pacíficamente.”


Mohammed Tarek, 24 años:

“Vine a la plaza Tahrir junto con los millones de egipcios que están llegando de todas partes para poner fin a la humillación que viene sufriendo en las últimas décadas, y a contribuir a que Egipto se alce de nuevo.”

“Fui testigo del terror del que fueron objeto los manifestantes por parte del régimen, antes de que intentaran manipularnos para que apoyásemos a este viejo presidente. Espero que Mubarak se marche, de hecho creo firmemente que se irá.”


Ahmed Salah, 34 años, doctor:

“Vine a la plaza Tahrir para ver yo mismo la verdad que este régimen está tratando de mancillar. Ví a los matones el miércoles entrar con camellos y caballos, y atacar a los manifestantes”.

“Había empezado como un hermoso día, e intentábamos convencer a nuestros compañeros manifestantes que habíamos conseguido lo que queríamos y que podíamos terminar las protestas, cuando empezaron los ataques, lo que lo cambió todo.”

“Quiero que los manifestantes se vayan a casa y que empiecen las negociaciones para una nueva Constitución, seguidas por elecciones anticipadas parlamentarias y presidenciales.”

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