lunes, 17 de enero de 2011

A 172 años de su nacimiento

Eugenio María de Hostos

Por: Felix Eduardo Dini Saldaña
El autor es catedrático universitario

Nota de la Redacción: Este interesante artículo debió publicarse el pasado 11 de enero; pero por causas ajenas a nuestra voluntd no fue posible hacerlo.Lo publicamos hoy como un homenaje al maestro, escrito por nuestro colaborador el licenciado Félix Eduardo Diní Saldaña.

Este martes 11 de enero del 2011, se cumplen 172 años del natalicio del insigne educador puertorriqueño Eugenio María de Hostos, cuya labor educadora trascendió las fronteras de la isla de borinquen, para convertirse en precursor de cambios en la educación en toda America Latina y en especial en el caribe.
Del insigne educador se han escrito barias biografías, pero queremos compartir con los lectores de este medio la que realizara el intelectual puertorriqueño Antonio Gil de La Madrid, en la que presenta de manera sucinta y ágil las principales facetas de tan ilustre maestro.

EUGENIO MARÍA DE HOSTOS Ciudadano de América
Nació en el barrio Río Cañas, de Mayagüez, el 11 de enero de 1839. Fueron sus padres don Eugenio de Hostos y Rodríguez y doña Hilaria de Bonilla y Cintrón. Fue bautizado en la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Candelaria, de dicha ciudad, el 12 de abril del mismo año.

De Hostos y Bonilla se destacó en toda Latinoamérica como filósofo, pedagogo, escritor, sociólogo, periodista y firme defensor de la independencia de Puerto Rico, y de los derechos de la mujer para educarse ("la razón no tiene sexo"). Fue defensor de las clases marginadas y minoritarias; decía: "el hombre no deja de ser hombre por ser de color claro u oscuro, porque pertenezca al grupo norteamericano o malayo; cualquiera que sea su color, el hombre tiene los mismos derechos naturales".

Inició sus estudios primarios en San Juan, prosiguiendo en la península española. En ella, obtuvo su bachillerato en la Universidad de Bilbao y comenzó la carrera de Derecho en la Universidad de Madrid, la que no concluyó.

Con sus escritos periodísticos luchó intensamente por la abolición de la esclavitud y por reformas autónomas para Cuba y Puerto Rico, que prometía el liberalismo español. Insatisfecho con la actitud de los liberales, se convirtió en un ferviente líder separatista uniéndose en Nueva York al grupo de cubanos revolucionarios que luchaban por la independencia de la hermana isla antillana. En la ciudad de los rascacielos, dirigió su periódico oficial "La Revolución".

A los 24 años, en 1863, escribió la novela de contenido político-social "La Peregrinación de Bayoán". En 1867, el ensayo "Romeo y Julieta"; en 1873 "Juicio crítico de Hamlet"; "Tratado de sociología", en 1883; "Lecciones de derecho constitucional", en 1887, y al año siguiente "Moral social". Su "Ensayo sobre la Historia de la lengua castellana y la Historia de la civilización antigua" (1894); "Geografía evolutiva" y "Cartas Públicas acerca de Cuba" (1896, artículos de prensa); y en 1899, "El caso de Puerto Rico". También publicó el opúsculo "Los frutos de la normal" (exposición de pedagogía práctico-científica escrita por encargo del Gobierno de la República Dominicana).

El 9 de julio de 1877 contrajo matrimonio en Caracas, Venezuela, con doña Belinda Otilia de Ayala, natural de la Habana, hija del Dr. Filipo Carlos de Ayala y de doña Guadalupe Quintana.

Escribió para sus hijos los cuentos: "El barco de papel", "La primera oración", "Mai-lla", "El primer acceso", "La recaída" y "La beata". La vasta obra de este autor fue recopilada por el Gobierno de Puerto Rico en una edición de sus "Obras completas", en el 1940.

La Junta Revolucionaria Cubana lo designó Delegado en Suramérica, por lo que en el año 1871 se embarcó en dicha misión. En Chile, se desempeñó como profesor en la Universidad Central, luchando allí en favor de la instrucción científica de la mujer. En ese país escribió su famoso "Juicio Crítico de Hamlet".

También sobresalió en Argentina y Chile por promover la construcción del ferrocarril andino. En reconocimiento a este hecho, la primera locomotora que cruzó los Andes llevó su nombre. En Perú, fue un ardiente defensor de los trabajadores chinos, brutalmente explotados. En Venezuela, contrajo matrimonio con la joven cubana Belinda de Ayala.

En 1874 regresó a Nueva York y dirigió "La América Ilustrada". Más tarde viajó a Santo Domingo y dirigió el periódico "Las Tres Antillas". En el año 1880 fundó la Escuela Normal de Santiago de los Caballeros. En 1888, el Presidente de Chile lo invitó para que implementara su filosofía educativa positivista dirigiendo el Liceo Miguel Ángel Amunátegui.

Con la Guerra Hispanoamericana, el Partido revolucionario Cubano, que encabezaba José Martí, el cual estaba integrado por cubanos y puertorriqueños, designó a Hostos como Delegado. Desde Mayagüez, Hostos intentó movilizar la opinión pública para evitar la incorporación de Puerto Rico a los Estados Unidos.

Promovió la necesidad de que los puertorriqueños determinaran su destino a través de un plebiscito entre los líderes del país tales como Henna, De Diego, Matienzo Cintrón, Zeno Gandía y Muñoz Rivera, entre otros.

En Washington Distrito de Colombia, el presidente McKinley y una Comisión del Congreso quedaron impresionados ante el vasto conocimiento de Hostos en el campo del Derecho Internacional. Más, el Congreso sólo concedió poderes muy limitados y coloniales a la Isla con la Ley Foraker, inaceptables por Hostos.

Ante ello, regresó triste, otra vez, a su segunda patria: la República Dominicana, donde fue nombrado Director General de Enseñanza; y desempeñó, a la vez, la Dirección de la Escuela Normal de Santo Domingo.

En dicha ciudad primada, falleció de una fiebre infecciosa el 11 de agosto de 1903, a los 64 años. Sus restos descansan en el Panteón de los Héroes Nacionales en Santo Domingo.

Hostos es considerado uno de los más grandes genios de Latinoamérica del siglo 19. Por su extraordinaria gesta, muchos de estos países lo reclaman como su hijo. La Octava Conferencia Internacional Americana de 1938, lo honró con el título de "Ciudadano de América", con el cual lo había bautizado Antonio S. Pedrería en su biografía "Hostos, Ciudadano de América".

El pensamiento hostosiano fue incluido recientemente en el libro "Fifty Mayor Thinkers on Education: From Confucius to Dewey", de la editorial inglesa Routledge. En dicha obra, el mayagüezano Hostos figura junto a otros ilustres pensadores como Platón, Sócrates, San Agustín, John Wesley, Kant, Nietzche, Dewey, Steiner, Russeau, Gandhi y Ortega y Gasset.

1 comentario:

  1. Por fin alguien escribe algo de alguien que vale la pena mencionar en nuestro pais, espero que algun dia la Republica Dominicana le dera a hostos el sitial que se merece.

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