Buenos Aires (EFE). Kouichi Julián Andrés Cruz, un niño de 12 años que reside en la provincia de Córdoba, finalizó la secundaria, habla cuatro idiomas y realiza los primeros pasos para cursar las carreras universitarias de Computación y Matemáticas. Pero aunque el joven asegura que el vínculo con sus compañeros y profesores siempre fue “normal”, sostiene que “el sistema educativo debería cambiar y permitir casos especiales” como el suyo.
Kouichi finalizó este año el sexto año de la secundaria con un promedio de 9 y días atrás obtuvo 91 puntos en el primer examen de ingreso a la Facultad de Matemáticas, Astronomía y Física de la Universidad Nacional de Córdoba. “Me aburría muchísimo en el colegio. Lo que decía el profesor me quedaba en la cabeza y no me hacía falta repasar nada. Por eso, decidí rendir libre varios años”, señaló el niño.
El año pasado, hizo libre cuarto y quinto año, además de cursar con una profesora particular alemán y tomar clases de francés en una academia. “Al año y medio ya leía, y a los tres años lo hacía de manera fluida. Aprendí solo, gracias a un programa de computación, cuyo nombre no recuerdo ahora”, dijo Kouichi, que vive con sus abuelos.
Asegura hablar inglés desde chico y “defenderse bastante” con el italiano, pero también se define fanático del tenis.
El chico, hijo de una pareja de farmacéuticos que reside en España, contó también que va al cine con sus amigos, lee poco y dedica muy poco tiempo a la televisión. “No he leído mucho sobre la vida de los grandes matemáticos, pero me impacta (Albert) Einstein por cómo logró, por medio de una fórmula, solucionar muchos problemas sobre el universo. Me refiero a la teoría de la relatividad”, precisó.
viernes, 3 de diciembre de 2010
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