miércoles, 11 de noviembre de 2009
Perspectiva del Día
Es preferible decir la verdad
Algunos funcionarios del gobierno aseguran que la deuda pública de República Dominicana “todavía” no es de preocupación, pues la relación deuda - producto interno bruto, está dentro de “parámetros razonables altos”. Lo hacen con el ánimo de evitar alarma entre la población y, en especial, entre los empresarios que podrían temer que el gobierno se vea obligado a subir los impuestos.
Los ingresos del gobierno dominicano se han caído como resultado de la recesión de la economía. Para reactivarla ha tenido que endeudarse aún más. Fue la mejor decisión. Recortar gastos e impuestos, como recomendaban algunos desde la oposición, hubiese agravado más la situación. Sin embargo, tendrá que cuidarse de gastarlo bien, es decir, de crear los empleos allí donde se necesitan, procurando reducir los gastos de las familias en educación y salud, apoyando las mipymes, entre otras medidas.
El problema es que los ingresos del gobierno son bajos en relación al PIB. Por cada 100 pesos del PIB, al gobierno le ingresan cerca de 14 pesos por concepto de impuestos.
Lo que importa con toda deuda es la posibilidad de pago. ¿Puede quien debe, con los ingresos que tiene, pagar los compromisos de su deuda? Esa es la pregunta que hay que hacer en cualquier caso, país, empresa o familia.
A decir verdad, importa más la holgura de ingresos que el monto de deuda.
Veamos un ejemplo de dos países con idénticos PIB y relación deuda pública-PIB pero diferente presión tributaria.
País A: PIB=US$50,000 millones
Deuda pública=US$10,000 millones
Relación deuda pública-PIB=20%
Ingresos del gobierno por impuestos cobrados=US$7,000 millones
(Presión tributaria=14%)
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País B:
PIB=US$50,000 millones
Deuda pública=US$10,000 millones
Relación deuda pública-PIB=20%
Ingresos del gobierno por impuestos cobrados=US$15,000 millones
(Presión tributaria=30%)
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El gobierno del país B tiene menos preocupaciones que el del país A, pues pagará sin problemas los compromisos de su deuda, podrá proveer educación gratuita y cobertura universal de salud a todos sus ciudadanos y ciudadanas, habrá más empresas y personas trabajando y sus empresarios serán más prósperos.
El gobierno del país A tendrá que desdecirse pronto, incumplir lo prometido y desproteger más aún a sus ciudadanos para poder pagar el servicio de su deuda.
¿Porqué no decir la verdad como ha planteado con insistencia el secretario de Economía, Planificación y Desarrollo y, en el marco de la discusión de la Estrategia Nacional de Desarrollo que se presentará en los próximos días, abordar esta realidad que algunos se empecinan en esconder o no ver y comprometerse a lo posible?
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