jueves, 24 de febrero de 2011

Internacional | 21/02/2011

La revuelta en Libia se recrudece y los opositores toman varias ciudades

Los opositores controlan varias ciudades y han prendido fuego a la sede central del Gobierno en la capital | El régimen reprime brutalmente las protestas a sangre y fuego | Los enfrentamientos se han cobrado hoy la vida de al menos 61 personas, que se suman a los 233 muertos desde que se iniciaron las protestas.

La información sobre las protestas sociales que llega desde Trípoli, capital de Libia, es confusa este lunes y es difícil de contrastar por parte de los periodistas debido a la censura y al hermetismo informativo que impone el régimen del coronel Muhamad el Gaddafi.



Distintas fuentes informativas alertan de que edificios públicos y gubernamentales están en llamas en Trípoli y que la sede de televisiones locales libias ha sido saqueada y destruida, según informa la televisión qatarí Al Yazira. El balance de muertos esta mañana en la capital libia se elevaría ya a 61 muertos y el país se dirige casi de forma inevitable hacia la guerra civil

La sede central del Gobierno libio y el edificio que alberga el Ministerio de Justicia en Trípoli han sido incendiados hoy por los manifestantes que reclaman la caída del régimen de Muamar el Gadafi, dijo el periodista libio Nezar Ahmed a la televisión Al Yazira, según informa EFE.

Ahmed, en conexión telefónica desde la capital libia, ha asegurado también que las fuerzas del orden se han retirado prácticamente de la ciudad y que varias comisarias y otros edificios públicos han sido también incendiados.

Durante la pasada madrugada se han escuchado disparos en las calles de la capital y a primeras horas de hoy lunes las protestas continúan siendo violentas.

Por una parte, los opositores están siendo reprimidos con fuerza por la policía, incluso recibiendo disparos, y por otra parte varios centenares de personas contrarias al régimen habría tomado el control de infraestructuras como el aeropuerto de la ciudad de Bengasi y el control en otras ciudades del norte del país, según la cadena árabe de televisión.

Según informa la agencia francesa de noticias AFP, varios testimonios residentes en la ciudad libia de Tripoli alertan de que un grupo de centenares "o miles" de opositores habrían tomado el aeropuerto de Bengasi y el control de varias ciudades del norte del país.

La toma de control por parte de grupo de opositores o "rebeldes", según los califica el régimen, empeoraría la situación puesto que gaddafi ya ha alertado que seguirá ordenando a policías y militares que disparen contra los manifestantes para reprimir las protestas.

Gaddafi podría haber abandonado el país, según testimonios

Los soldados libios en Bengasi, la segunda ciudad del país, han abandonado las armas al escuchar la noticia, aún no confirmada, de que el mandatario de Libia, Muamar al Gadafi, ha abandonado el país, informa EFE.

"A medianoche de ayer la gente tomó el control del aeropuerto de Bengasi. Los soldados dejaron las armas y abandonaron el aeropuerto al escuchar que Gadafi había huido del país. La gente tomó las armas (de los soldados)", relató Servet Zengin, un trabajador turco atrapado en Bengasi, en declaraciones al canal NTV.

"Aquí nos están confirmando las informaciones de que Gadafi se ha ido. También hay rumores de que el hijo de Gadafi ha muerto, pero no sabemos si esto es verdad o no", declaró.

"La gente que ha tomado el control del aeropuerto nos trata bien. Dicen que no nos harán daño. Fueron a los mercados y nos trajeron comida", añadió.

Zengin explicó que los rebeldes les dijeron que la zona alrededor del aeropuerto es "peligrosa", puesto que han recibido información de que podría ser "bombardeada" por los fieles al coronel Gadafi, por lo que fueron trasladados a un estadio cercano.

"Hay unas 2.000 personas aquí. Escuchamos disparos. Pero son disparos de celebración", aseguró.

El trabajador turco aclaró a NTV que los turcos de Bengasi están en permanente contacto con el consulado turco y que la legación diplomática está negociando con la gente que controla el aeropuerto, aunque por el momento no han conseguido que lo abran a los vuelos.

De hecho, un avión enviado por el gobierno turco para evacuar a sus nacionales en Bengasi hubo de darse la vuelta hoy al no poder aterrizar en el aeropuerto tomado por los rebeldes.

Un grupo de trabajadores protesta en Tripoli

Los trabajadores han decidido quedarse encerrados en su lugar de trabajo pues "es más seguro que salir a las calles", donde hay "mercenarios extranjeros y gente local peleando entre ellos", según ha informado la agencia de noticias EFE en base al testimonio de personas que están en Tripoli, la capital libia.

Hasan Bayrak, otro trabajador turco atrapado, en este caso en Bengasi, conversó hoy en directo con el canal CNN-Türk y aseguró que en las calles de la capital se escuchan disparos y que "no son de las fuerzas de seguridad".

El hombre añadió que desde las 15.00 (hora local) de este domingo espera junto a un nutrido grupo de ciudadanos turcos en el aeropuerto de Bengasi a que lleguen los aviones de evacuación.

Durante el fin de semana, 581 turcos fueron evacuados y el gobierno de Ankara tenía previsto enviar otros cuatro aviones para sacar a sus nacionales de Libia, que cuenta con una comunidad turca de 13.000.

"Esperamos durante dos días en el aeropuerto. Durante toda la noche se oían disparos en las calles de la ciudad. No había ni soldados ni policía. Algunas empresas y negocios turcos fueron quemados y saqueados, pero no han tratado de lastimar a ninguna persona", explicó Aylin Tuna, una mujer que ayer regresó desde Bengasi.

En cambio hoy, otro avión enviado por Ankara a Libia hubo de retornar a Turquía sin poder aterrizar porque el aeropuerto de Bengasi se hallaría, supuestamente, en manos de los rebeldes.

La cadena NTV explicó que los pilotos del avión de Turkish Airlines no lograron contactar con ningún tipo de autoridad de aviación civil en el aeropuerto, por lo que se vieron obligados a regresar a Turquía.
El primer ministro turco ha ordenado por ello el envío de dos ferries rápidos para sacar a sus ciudadanos de Libia.

Asalto a la sede de una constructora surcoreana
Cientos de personas, algunas armadas, asaltaron el domingo por la noche las instalaciones de una constructora de Corea del Sur en Trípoli e hirieron a tres trabajadores surcoreanos y una quincena de bangladeshíes, dos de ellos de gravedad, informaron fuentes oficiales en Seúl, informa EFE.

Los asaltantes irrumpieron en el lugar hacia las 23.00 hora local (22.00 hora peninsular española) del domingo y se retiraron tras algunos enfrentamientos, pero regresaron de madrugada para lanzar un nuevo ataque, explicó una fuente del Ministerio surcoreano de Asuntos Exteriores citada por la agencia local Yonhap.

En los choques resultaron heridos leves tres empleados surcoreanos y una quincena de trabajadores bangladeshíes, de los que dos se encuentran en estado grave al haber sido agredidos con arma blanca, detalló el funcionario. En el lugar asaltado trabajan cerca de un millar de obreros de Bangladesh y entre 40 y 50 surcoreanos.

Fuerte presencia del país en el Golfo Pérsico

Las constructoras surcoreanas tienen una fuerte presencia en países como Libia, Yemen, Irán, Marruecos y Bahrein, donde en las últimas semanas se han intensificado las revueltas pro-democráticas.

Según datos de la Asociación de Contratistas Internacional de Corea (ICAK), en Libia hay cerca de 60 empresas surcoreanas en proyectos de la construcción.

El pasado jueves, cerca de 200 personas asaltaron otro proyecto gestionado por una constructora de Corea del Sur en la ciudad de Darnah, en la costa oriental de Libia, y el viernes prendieron fuego a las viviendas de los empleados surcoreanos.

Además, el domingo una decena de personas atacó las instalaciones de otro centro de construcción surcoreano en la ciudad portuaria de Bengasi, según Yonhap.

La mayor constructora de Corea del Sur, Hyundai Engineering & Construction, ha indicado que no tiene intención de retirarse de sus proyectos en Libia, que incluyen dos plantas termales en Trípoli y en la ciudad de Al Khalij, a unos 500 kilómetros de la capital, según Yonhap.

Por su parte, Daewoo Engineering & Construction, la cuarta constructora surcoreana, señaló hoy que sigue de cerca la situación y que las fuerzas de seguridad libias están protegiendo sus instalaciones.

El Gobierno surcoreano tiene previsto mantener a última hora de hoy una reunión para analizar la situación de sus empresas en el país norteafricano, donde residen cerca de 1.400 ciudadanos de Corea del Sur.

La rebelión pone contra las cuerdas a Gaddafi

La rebelión popular ha puesto contra las cuerdas al régimen del coronel Gadafi, que ahora amenaza con una guerra civil que causar "cientos de miles de muertos".

Bengasi, la segunda ciudad del país, parece estar en manos de los rebeldes, mientras que miles de personas salieron a las calles del centro de Trípoli el domingo por la noche para gritar consignas contra el dictador. Los muertos en la revueltas que afectan a media docena de ciudades ya son 233, según Human Rights Watch. Los heridos superarían el millar, en una información recopilada por este enviado especial de La Vanguardia en Argel.

Saif el Islam Gadafi, hijo mayor del coronel, salió en televisión a última hora del domingo para asegurar que "correrán ríos de sangre" si la rebelión sigue adelante. Aseguró que su padre está en Trípoli, "dirigiendo la batalla" y que "la guerra civil" que se avecina causará "decenas de miles de muertos" que llevará a Libia de nuevo a la era colonial. "Lucharemos hasta el último hombre, hasta la última mujer", amenazó.

Saif el Islam prometió reformas administrativas (más descentralización) y subir los sueldos, pero, al mismo tiempo, acusó a los manifestantes de ser unos borrachos y maleantes al servicio de potencias extranjeras.

El discurso fue surrealista y difícilmente calmará a la población. Un abogado de Bengasi, contactado por la BBC, aseguró que el régimen no tiene ninguna credibilidad y que la lucha continuará. La población sabe que rendirse ahora es afrontar una durísima represión.

Los habitantes del Bengasi afirman que controlan la ciudad. Las fuerzas leales a Gadafi están recluidas en un recinto militar de edificios oficiales. Aseguran, asimismo, que varias unidades del ejército se han unido a la revolución. Un cirujano del hospital Al jale confirmó este punto. Dijo que a urgencias habían llegado muchos soldados heridos que habían dejado las armas.

Sólo el domingo, cuando las tropas de elite de Gadafi volvieron a disparar contra los cortejos fúnebres que enterraban a las víctimas de la víspera, 50 cuerpos sin vida entraron en el hospital. Los heridos fueron más de 200. La situación esta mañana era de tranquilidad a la espera de ver si los mercenarios volverán a atacar los funerales que están previstos para más tarde.

Saif el Islam admitió errores por parte de los comandos de mercenarios que tantas muertes han causado en Bengasi, pero acusó a la prensa internacional de inflar la cifra de víctimas.

En Libia no hay prensa internacional y toda la información la suministran los propios ciudadanos por vía telefónica.

El régimen ha perdido el apoyo de la tribu Warfla, la más importante del país, y también de la tribu Al Zuwayva, que controla los yacimientos de petróleo y que ha amenazado con cortar el suministro en 24 horas si Gadafi no se rinde.

Libia es el cuarto productor africano de petróleo, con 1,6 millones de barriles diarios, de los que exporta 1,1. El precio del barril ha subido un dólar, hasta los 103,5.

Hoy puede ser un día decisivo si la revuelta, que ha prendido en ciudades como Tobruk, Al Bayda y Mirata, se afianza también en Trípoli. La situación en la capital esta mañana es de tranquilidad, aunque, según los vecinos, aún se escuchan disparos esporádicos.

El domingo por la noche, las fuerzas anti disturbios utilizaron gases lacrimógenos y fuego real para dispersar a las miles de personas que habían salido a la calle. Los choques llegaron a la plaza Verde, en el centro de la ciudad, y una comisaría y un edificio oficial, por lo menos, fueron atacados e incendiados en el barrio de Gurghi.

Los ministros de Asuntos Exteriores de la UE preparan un comunicado de condena a la represión, mientras Estados Unidos ha pedido al régimen que tolere las protestas.

El coronel Gadafi, decano de los dictadores africanos, está en el poder desde 1969. Desde el 2003, cuando renunció a las armas químicas y atómicas, y cuando aceptó compensar a las víctimas por los atentados que cometió en Berlín y Lockerbie en los años 80, logró congraciarse con Occidente.

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