DL publicó ayer que estadísticas de la Policía Nacional arrojan que desde el 2009 a octubre de 2011, los delincuentes han asesinado a 93 vigilantes privados, en su mayoría durante asaltos, 78 de ellos empleados de compañías que ofrecen estos servicios, y 15 contratados de manera independiente como serenos.
Preservando su identidad, para no poner en peligro su puesto laboral, el joven guardián asegura que el pago de entre RD$8,000 y RD$10 mil por una jornada de 12 horas, a veces rotativa, no compensan el riesgo que implica su trabajo. El estudiante de ingeniería industrial tomó el empleo hace dos años y medio "para no delinquir". Prestó servicio en una sucursal de EdeEste y hoy en una empresa privada.
Un total de 250 compañías agrupadas en la Asociación Dominicana de Empresas de Seguridad (Adesinc), emplean a unas 35 mil personas como vigilantes privados, según informó el presidente de la entidad, Bismarck Tavárez Caminero.
Otro vigilante entrevistado, de 45 años, contó que dejó su trabajo de agricultor para dedicarse al empleo de seguridad. Escopeta en mano, hacía señales a un cliente del local que custodia para que sacara su vehículo del parqueo, una ayuda normal para este tipo de trabajadores.
Anteriormente ejercía de noche, hoy está en horario diurno. Explicó que todo el que trabaja en el turno de noche, sabe que debe dormir en el día, situación que llega a dificultar las relaciones familiares.
"Yo me metí a esto por el momento. Todo el que se mete lo hace pensando en hacer otra cosa", dijo un vigilante privado que presta servicio en un casino de esta capital. Antes laboraba como herrero, pero optó por cambiar de trabajo.
Aunque devenga un bajo salario, entiende que las condiciones laborales han mejorado para este personal ya que ejercen en un ambiente más cómodo.
El presidente de Adesinc ha dicho que las empresas trabajan para mejorar la situación laboral de los guardianes.
Quienes prestan servicios en los bancos deben mantener una actitud afable con el cliente, pues algunas entidades financieras prohíben hablar por el teléfono móvil dentro del local y corresponde al vigilante comunicárselo a quien infringe esa disposición.
vigilantes institucionales
Aunque los vigilantes contratados directamente por instituciones públicas o privadas pueden gozar de un mejor salario, no escapan al estrés que requiere su trabajo. "La primera orden de un seguridad es hacerse cargo de todo lo que esté al alcance de su vista y oído", dijo un vigilante que tiene 20 años en ese oficio.
Las horas que debe estar parado no le resultan fáciles, pero está acostumbrado. Inclusive, cuando llegan días en los que el trabajo se aprieta, se recibe más gente y el personal se marcha tarde, debe mantenerse por más horas y afinar sus sentidos para hacer su trabajo.
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