Por :Bienvenido Segura Diaz
El autor es abogado
Lo que está pasando actualmente en el PRD es lo que más se parece a un terremoto, sismo o temblor. En las distintas capas de la estructura del partido blanco se viven momentos de incertidumbre debido a que los seguidores de Miguel no fueron tomados en cuenta por sus verdugos al formar los equipos de campaña.
La renuncia de importantes
dirigentes seguidores de Miguel a los puestos sin categoría que ocupaban en
comandos de dirección, es la expresión de las serias contradicciones que
separan al enmascarado candidato presidencial y al empresario metido a político.
Algunos analistas califican como
un maremoto o tsunami el pleito o rebatiña entre los seguidores del aspirante
perredeísta y el otrora MVP. Ambas figuras se comportan como enemigos
irreconciliables e incapaces de juntarse para dirimir los problemas que les
dividen. Ahora mismo están “como el agua y el aceite”.
Vicepresidentes, legisladores y
colaboradores del presidente del PRD han externado su inconformidad por el
maltrato que reciben del sector que salió ganancioso en el proceso convencional
interno. Dicen que los dejaron fuera hasta de la repartición de los cargos de
un eventual gobierno.
“El color de la hormiga” es el artículo
que publiqué después de las primarias internas, a propósito de las denuncias de
fraudes e irregularidades que hicieron Miguel Vargas y sus seguidores al
sentirse estafados y burlados por la tropa comandada por el actual candidato
presidencial del PRD. La crisis de ese momento es la misma de hoy.
Los intereses personales
mantienen divididos a Hipo-listo y a Miguel. La sed de poder y las ambiciones
particulares impiden que ambos se puedan sentar a hablar frente a frente para
llegar a un acuerdo. En realidad los hechos demuestran que “la distancia entre
los dos es cada vez más grande”.
El descontento y el desanimo que
prima en el sector del MVP es evidente. La parte institucional del PRD no está
integrada a la campaña del “señor de la máscara”. En la Casa Nacional perredeísta
no se observan ni afiches ni letreros alusivos al candidato presidencial que
trata de esconder su verdadera identidad con pseudónimos y apodos. Ese es el
PRD de siempre, el de los pleitos, chismes, contradicciones, diatribas y
rebatiñas, razón por la que no pueden ganar ni gobernar.
El terremoto, sismo o temblor que
actualmente afecta al PRD tiene una magnitud de 9.7 que será precisamente la
diferencia porcentual con la que Danilo Medina y el PLD le ganarán en primera
vuelta las elecciones presidenciales del año 2012.
04
de septiembre del año 2011.
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