Por: Ismael Batista
El autor Es cardiólogo y miembro del Comité Central del PLD
El Fondo Monetario Internacional y su par, el Banco Mundial, enmarcan sus políticas económicas y financiera en los preceptos fundamentales del neoliberalismo económico: 1-Privatizaccion, 2-Liberacion de los mercados de capitales, 3-Introduccion de precios de mercados, 4- El mercado libre. Sus intervenciones en las económicas siempre favorecen a la gran empresa e inversionistas
Las llamadas políticas de ajustes estructurales (SAP), siglas en ingles, implementada por el F.M.I. y el Banco Mundial en países miembros con grandes problemas financieros o presupuestarios son las siguientes: las de impactos sociales: a) Reducción del gasto público, que resultan en fuerte recortes en programas de salud, educación y sociales. B) reducir gastos del gobierno, despidiendo empleados, eliminando o reduciendo programas gubernamentales. C) reducir o eliminar subsidios para productos básicos (petróleo, electricidad, alimentos). D) eliminar los controles de precios. E) equilibrar presupuestos aumentando los impuestos. Otras exigencias del F.M.I. incluyen devaluación de la moneda ante el dólar, subir tasa de interés, eliminar los aranceles, reorientar la producción desde la autosuficiencia hacia las exportaciones etc.
En los últimos 50 años, los gobiernos dominicanos, excepción del presidente Antonio Guzmán 1978-1982, han recorrido al Fondo Monetario Internacional en busca de recursos para enfrentar desequilibrios económicos internos o externos o para cumplir con compromisos de créditos. La intervención de ese organismo crediticio internacional en la economía dominicana, data desde el 1959, año en el que el dictador Rafael Trujillo se hizo un préstamo de 9 millones de dólares. Hoy día la deuda global de Republica Dominicana es alrededor de 20 mil millones de dólares
A lo largo de 50 años de vida republicana, la Republica Dominicana, en su calidad de acreedor del FMI y del Banco Mundial, ha sido impactada negativamente con las políticas de ajustes estructurales normadas por esos organismos crediticios internacionales. Todas, con sus secuelas social y políticamente devastadoras, se han ejecutado plenamente en la Republica Dominicana con el concierto de los gobiernos de turno sucedidos en medio siglo. La implementación de las mismas favorecidas por la carencia vergonzosa de institucionalidad estatal y la rampante corrupción enquistadas históricamente en la entrañas de los gobiernos. Este devenir en nuestra historia contemporánea tiene al país propenso al borde del colapso.
La Republica Dominicana es hoy, una nación con graves problemas en salud, educación, vivienda, agua potable, energía, en la agropecuaria, medio ambiente y seguridad. Los servicios públicos regenteado por el Estado con descomunales deficiencias. Todo como resultado de los ajustes estructurales del FMI y del Banco Mundial. Cada año la deuda externa se lleva el 40% del presupuesto nacional. En consecuencia, las personas han experimentado un deterioro en su calidad de vida, reducción de acceso a los servicios públicos y el empleo, creando condiciones de vidas arruinadas e incrementando la pobreza.
Parece ser que el tiempo de los acuerdos stand-bay y los periodos gubernamentales, no son suficiente para la ejecución de la políticas de ajustes estructurales impulsadas por esos organismos internacionales de créditos. Ahora el Banco Mundial presiona y exige al gobierno, legitimar en el congreso nacional un proyecto de Ley de confección neoliberal nombrado: Estrategia Nacional de Desarrollo 2030.
¿Cuando aparecerá en el espectro político nacional una luz al final del túnel?
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