Por Ramón A. López Ynoa
Barahonero.com
Para lograr esa hazaña, el senador de Pedernales contrató los servicios de cinco avionetas con capacidad para 19 personas para que los trajeran de Santo Domingo a esa ciudad, y ya en Pedernales, esperaban lujosos autobuses y jeepetas para que los distinguidos visitantes no cogieran la pela del sol pedernalense.
La visita a Bahía de las Águilas fue hecha en botes, y no por tierra como debió de ser para que los apreciados periodistas apreciaran la belleza agreste del camino.
En un reportaje que hiciera el periodista José Manuel Medina se relata que entre los platos degustados por los visitantes estuvo uno "a base de langostas, lambí, cangrejo, pulpo, calamar, y otras especies marinas".
"Esto que ustedes están comiendo hoy es a base de mariscos, sobre todo de langosta, para que vean la calidad de este producto y lo seguro que es comerla", expresó el legislador Sánchez, como una forma de decir que los mariscos de Pedernales no le hacen daño a nadie.
Aún no está del todo claro el objetivo de ese derroche, ni de dónde salió el financiamiento de la actividad, porque, asumo, que debió de gastarse mucho dinero, como tampoco pienso que el financiamiento salió de los bolsillos del legislador pedernalense.
No sólo fueron los 68 periodistas, porque si multiplicamos 5 avionetas por su capacidad de 19 pasajeros, esto da alrededor de cien personas y debemos añadirle los de las jeepetas. Realmente, una multitud que fue a comprobar que los mariscos de Pedernales "no le hacen daño a nadie".
Los habitantes de Pedernales esperan ver los resultados positivos de “esa inversión” de su senador porque entienden que ese dinero pudo haberse aprovechado en resolverles algunos de sus más agobiantes problemas que los azotan.
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