martes, 24 de mayo de 2011

Sacerdote colecciona libros sobre Trujillo

Tesoros bibliográficos. El padre Jesús Hernández se ha encargado en reunir una valiosa bibliografía sobre el dictador, la mayoría escrita durante su régimen. También acopia libros que llevan su firma, como cartillas, discursos (que otros le escribieron) y propaganda política.

listindiario.com

Santo Domingo.-Nunca se llegará a saber, a ciencia cierta, cuántos libros se han publicado de y sobre la figura de Rafael Leonidas Trujillo. La Biblioteca Antillense Salesiana (BAS) puede ser, en estos momentos, el centro bibliográfico nacional que conserve más cantidad de libros impresos sobre ese tema y que pueden ser consultados libremente por los usuarios que así lo deseen.

De la bibliografía publicada por autores dominicanos entre 1939 y 1961, con el tema específico de Trujillo, se encuentran catalogados 307 títulos, mientras que los publicados entre el 2000 y el presente, suman 138. También aparecen en el santuario del padre Jesús Hernández, bajo el rótulo editorial de “Ciudad Trujillo”, un total de 283 libros de diversos temas vinculados con áreas de la economía, la diplomacia, el derecho, la historia, la política y la cultura en la Era y que fueron publicados entre 1936 y 1961. Además, allí existen 34 libros que tienen al tirano como autor. Pero no son obras nacidas de sus facultades creativas.

Dentro de esa categoría se hallan sus discursos (escritos en su inmensa mayoría por los intelectuales de la época), Bases del Partido Dominicano, Cartillas y propaganda política.

Tesoros poco conocidos
La mayoría de los 624 libros hallados en los anaqueles de las BAS y que datan de la Era pertenecen al “género” de la literatura oficial. Es decir, o cantan los “logros” del tirano, o ensalzan su figura con loas desmedidas. Muy pocas obras literarias imparciales y escasas investigaciones independientes sobre variados temas se pueden descubrir dentro de esa papelería. En este último grupo vale citar “Trujillo y su obra”, del doctor Joaquín Balaguer, libro no bien visto por el sátrapa debido a unos párrafos elogiosos que el autor le dedicara a Rafael Estrella Ureña, quien a la fecha de publicación, ya estaba en desgracia con el tirano.

Sin embargo, en los 138 libros publicados sobre el dictador en los albores del nuevo milenio, ocurre todo lo contrario. La mayoría son investigaciones serias, críticas y aportativas de reflexiones históricas y sociológicas, así como novelas y relatos que se acercan sin pelos en la lengua a dar una visión no festinada del tema.

La razón de que en los últimos 11 años se haya producido un amplio cambio de contenido en los libros sobre Trujillo la explica el padre Jesús Hernández, fundador y actual director de la institución salesiana: “Mientras más distancia existe de la muerte de Trujillo, más libros con una visión menos comprometida hacia el régimen se van publicando sobre el tema, debido a que los escritores sienten más libertad para investigar y reflexionar sus memorias sobre la Era”.

Poemarios, antologías, novelas, libros de relatos, testimonios e investigaciones históricas conforman las publicaciones que se conservan en el santuario bibliográfico dominicano que el padre Hernández, al decir del periodista Héctor Herrera, ha levantado “a mano pelá”. De ellas, hay muchas cuya existencia ni siquiera nos imaginamos.

Sin embargo, de todo este tesoro lo que más llama la atención es la variedad de temas.

Desde las loas desmedidas hasta las reflexiones críticas están contenidas en esas páginas, muchas de ellas amarilladas por el tiempo, pero debidamente conservadas por un hombre de Dios que ha consagrado su vida a promover el cultivo del saber.

También es digno destacar el impecable estado de conservación de las obras que ha logrado el consagrado sacerdote salesiano sin tener un presupuesto que garantice un trabajo sostenido: “Algunas instituciones como el Senado de la República, el Ministerio de Cultura y la oficina de abogados de Enmanuel Esquea Guerrero nos ayudan con pequeñas mensualidades que se destinan, fundamentalmente, al pago de los pocos empleados que tenemos, la cuenta de teléfono y la electricidad. Los fondos para comprar y preservar los libros tenemos que buscarlos por otras vías”, dice Hernández.

¿Una obsesión?
La obsesiva preferencia del escritor dominicano por tratar temas sobre el sátrapa, tanto en ficción como en sociología e historia no tiene solamente un fin comercial como algunos apuntan. El propio padre Hernández se refiere a este tema: “Es cierto que muchos de los libros más vendidos en los últimos años abordan el tema de Trujillo, pero esto no debe verse solo como una preferencia exclusiva del lector dominicano hacia este tipo de literatura.

En todos los países donde existieron dictadores sangrientos como Hitler, Franco, Somoza, Duvalier y Stalin, por ejemplo, los libros sobre estos personajes tienen gran demanda”.

El librero Juan Báez también aporta: “Los textos sobre Trujillo son los más vendidos en el país, después vienen los libros de “chismes” y, por último, los de la Guerra de Abril”.

Una reflexión académica respecto a la proliferación de la literatura sobre dictadores en los países que han sufrido esos regímenes, así como el surgimiento de nuevas voces que difunden con calidad más textos sobre los tiranos, la ofrece la escritora Nina Bruni en su libro “Letras de la Era: Imagen de Trujillo en la narrativa dominicana contemporánea” (Secretaría de Estado de Cultura, 2007). La autora dice: “… el tema de la dictadura y sus secuelas sociales en América Latina y el Caribe han provocado, durante todo el siglo XX hasta la fecha, un sinnúmero de respuestas literarias que ofrecieron -o al menos intentaron vislumbrar- nuevas perspectivas y posturas críticas que oxigenaron la canónica visión de la historia oficial impuesta. Si echamos una mirada a las débiles democracias de nuestros países y a los enraizados vicios sociales que están ahuecando nuestra proyección ética y cultural hacia el futuro, no resulta difícil reconocer ciertas herencias de la estructura de los poderes autoritarios.

La literatura da cuenta de ello y, en consecuencia, no hay motivo para negar la presencia de una nueva narrativa emergente en la República Dominicana, poco difundida, aunque altamente creativa y comprometida con develar detalles de la sangrienta y despiadada tiranía de Rafael L. Trujillo”.

La literatura
Dentro del gran contexto de la literatura dominicana escrita sobre la figura del tirano, merecen señalarse dos grandes divisiones que fueron esbozadas por el profesor Giovanni Di Pietro al referirse a la novela trujillista pero que, también son extensivas a los otros géneros literarios.

En su ensayo “La novela trujillista, incluido en el libro “Quince estudios de novelística dominicana” (Editora del Banco Central de la República Dominicana, 2006), el profesor Di Pietro plantea: “En lo que concierne a su definición, encontramos que podemos definir la ‘novela trujillista’ de dos maneras (...) primero aquellas novelas que, como ‘Cementerio sin cruces’ de Requena y ‘Jengibre’, de Pérez Cabral, atacan o cuestionan la tiranía. Segundo, la novela que alaba la obra del dictador y repite todos los lugares comunes de la propaganda de la Era” (p.223).

La división planteada por Di Pietro tiene una connotación ética, al establecer su clasificación a partir de su contenido, y no por la forma.

En todos estos casos, el término “novela trujillista” debe ser sustituido por “literatura trujillista” por considerar que el contenido de este ensayo también se adapta a los otros géneros literarios.

HISTORIA Y TESTIMONIO
Historiadores y personalidades vinculadas al régimen, junto a investigadores de las nuevas generaciones, han publicado decenas de libros sobre Trujillo. Algunas de estas obras, como “El tiranicidio de 1961”, de Juan Daniel Balcácer, han circulado fuera del país con el sello de editoras internacionales.

La Fundación Cultural Dominicana, fundada y presidida por el economista y escritor Bernardo Vega, se ha destacado por la difusión de obras fundamentales que estudian, con una visión objetiva y nada apologética, la Era de Trujillo, entre otros temas fundamentales de la historia dominicana.

La literatura testimonial ha sido una vía de exposición emocionada muy frecuentada por figuras de varias generaciones. En los últimos años de su vida, Mario Read Vittini, exgobernador del Banco Central y experto abogado, publicó algunos libros donde rememora sus vivencias en la Era de Trujillo.

Este legado para la sociedad dominicana es un esfuerzo loable.

Manuel Núñez ha ponderado los aciertos de uno de esos libros, el titulado “Trujillo de cerca”: “Es una obra extraordinaria. Se lee desde la primera hasta la última página con la respiración contenida. El estilo ilumina los retablos con una prosa vaporosa y amena. En esos cuadros que nos trazan un perfil biográfico de Trujillo, se nos muestra como un símbolo importante, los fragmentos dispersos de la gran novela sobre la Era, la que ningún escritor ha escrito todavía”.

Sobre este mismo libro, Fredy Reyes expuso: “Durante su juventud, Mario Read Vittini fue Secretario del llamado glorioso y único Partido Dominicano, eje político del sostenimiento de la dictadura (…) Read Vittini enfrenta la dictadura de Trujillo para dejar testimonio a los que, en el futuro, reposadas las pasiones que a su favor y en su contra levanta el solo nombre del dictador, puedan encontrar una fuente seria y objetiva sobre este hombre”.

El historiador Orlando Inoa, en su función de editor, publicó por su sello Letra gráfica, las memorias del jefe de los servicios secretos de Trujillo, Johnny Abbes García, un personaje que ascendió y se consolidó durante los últimos cinco años de dictadura y en la cual se convirtió en la persona más poderosa del país imponiéndose, incluso, sobre Ramfis Trujillo. Estas Memorias tuvieron que esperar casi cincuenta años para ser publicadas.

“Trujillo: Amado por muchos, odiado por otros, temido por todos”, de Hans Paul Wiese Delgado confiesa sin temores la cercanía de su autor al tirano hasta el día de su ajusticiamiento. Durante 5 años, Wiese se vinculó al más importante interés económico de “El Jefe”: la venta de azúcar dominicana en los mercados internacionales. Su autor trasmite sus vivencias de aquel tiempo, su amistad con Trujillo y el desarrollo de la economía y de la política durante la Era.

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