Cómo empalizar con el universo
Por Laura Abadi
Autora del libro “Salvemos al Amor” Conozca más de Laura Abadi
En Programación Neurolingüística enseñamos, como una Herramienta básica, a acompasar y a hacer Rapport para lograr empatía con las demás personas.
Hacer Rapport es “ponerse en los zapatos del otro”, aunque te queden chicos, aunque te transpiren los pies, es entender lo que el otro siente.
Naturalmente es fácil poder hacerlo cuando la otra persona se me parece, me cae bien, cuando tiene creencias similares a las mías, cuando compartimos valores o hobbies; sin embargo, se nos hace difícil cuando lo que me muestran choca con mi sistema de creencias o cuando emitimos juicios acerca de la otra persona.
Hay quienes están instalados en sí mismos y lejos de acompañar, critican, intentan enseñan y discuten en lugar de empatizar.
Se necesita Paciencia y mucha Flexibilidad para lograr una comunicación efectiva que incluye entrar en el mundo del otro y encantarlo.
No pierdas tu objetivo en los vínculos porque comenzarás a navegar por aguas turbulentas. Tu objetivo puede ser lograr que te escuchen, que te entiendan, que sigan una instrucción, negociar algo o llevarte bien, entre otras cosas.
Cuando somos capaces de despojarnos, por un rato, de nosotros y ponernos, de verdad, en el lugar del otro, casi sintiendo lo que el otro siente, sin fingir, sin hacer “como si”, sino desde el corazón y poniéndonos en nuestra cabeza un objetivo claro, las relaciones se aceitan y se construyen vínculos de calidad.
No es necesario amar al otro, sino ser efectivos.
Hay situaciones en la vida que nos ponen a prueba, situaciones maestras que nos traen aprendizaje si las aprovechamos, que nos obligan a desarrollar la paciencia y la flexibilidad: los hijos adolescentes, un jefe de carácter difícil, una pareja muy tranquila o muy inquieta, una compañera obsesiva, un papá con problemas de memoria, una persona que grita al hablar, alguien que miente, alguien que se queja, etc.
El Rapport es jugar, es estar en el lugar del otro, es pensar desde otra cara del prisma, es sentir al lado del otro, es salir de mi ombligo para ponerme en otra piel, tal vez mas arrugada o mas suave, más tonificada o mas flácida. Es desarrollar la humildad, es la capacidad que requiere claridad de ideas.
Cuando me enojo, me pierdo en mí y tú desapareces de la escena, solo estoy con mis conversaciones internas que descalifican al otro.
Hacer Rapport no es solamente igualar la postura corporal y el ritmo y volumen de la voz. Te diría que es un acto sublime y por que no, sagrado.
Los grandes maestros lo hacen todo el tiempo, las personas carismáticas, también. Logran sacar lo mejor de uno porque te acompañan, van a tu compás, te escuchan y te respetan.
Por eso el ejercicio constante de hacer Rapport no solo es reparador para los vínculos, sino que va reparando nuestra alma y el vínculo con el universo.
Es pasar del sufrimiento a la paz. Es acomodar tu ritmo cardíaco al ritmo del cosmos.
Elige la reparación, elige vibrar al ritmo de otros corazones. Las consecuencias serán: sonrisas, agradecimiento y aceptación.
Aceptar que no somos infalibles también es una forma de demostrar respeto por los demás y recuerda que si la puerta del diálogo está cerrada, la mejor forma de abrirla, es que la otra persona te perciba como alguien amigable, para que se sienta segura y confíe en ti.
Muchas gracias por estar
Un abrazo
Laura Abadi
martes, 3 de mayo de 2011
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