viernes, 20 de mayo de 2011

Elecciones 22-M: El dilema de Rubalcaba: desalojar o no la Puerta del Sol y cómo hacerlo

16:00h | B. Toribio / C. Ibáñez/lainformación.com

En unas horas se puede saber si el Gobierno tomará alguna medida ante la decisión de la Junta Electoral Central de prohibir las manifestaciones durante la jornada de reflexión. Si el ministro del Interior apuesta por levantar a los manifestantes, su decisión puede tener graves consecuencias, sobre todo si la Policía tiene que emplear la fuerza en una plaza cerrada como Sol. ¿Cómo se desalojaría la plaza más céntrica de Madrid? ¿Es mejor que el Gobierno actúe o que deje las cosas como están?

Estaría bien que le eches un ojo. Un gráfico del posible desalojo …
Acampada en Sol: posible plan para el desalojo de la plaza

El experto en seguridad para eventos Raúl González explica cuál sería la estrategia más problable de la policía para desalojar Sol.Cree que la operación lógica de la policía sería entrar por Alcalá y desalojar a la gente por Arenal y Mayor. De esta manera se logra seguridad y además evita que la concentración se mueva a Banco de España..Entra a quí para que veas la noticia original y puedas manejar ciertos íconos.

Doce de la madrugada. Comienza la jornada de reflexión previa a las elecciones del domingo. ¿Estarán los manifestantes que desde la noche del pasado domingo acampan en la Puerta del Sol? Todavía es una incógnita. Todo depende de si el Gobierno decide actuar o no.

La decisión que tomó este jueves la Junta Electoral Central de prohibir las manifestaciones previstas para mañana sábado ha puesto en una posición muy difícil al Gobierno. La situación es tan complicada que el vicepresidente y ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, se ha visto obligado a suspender sus actos de campaña para esta tarde para gestionar desde el Ministerio la respuesta a estas manifestaciones.

Pese a las insistentes preguntas de los periodistas durante la rueda posterior al Consejo de Ministros, Rubalcaba no ha querido aclarar si se actuará o no. No ha querido dar ninguna pista sobre las intenciones del Gobierno. "Habrá que esperar" y que "se va a cumplir con la ley", se ha limitado a decir.

Pero ¿qué ha de hacer el Gobierno? ¿Desalojar o no? El Partido Popular ha pedido al Ejecutivo que respete la ley y que asegure que la jornada de reflexión transcurra con normalidad. "Los españoles tenemos derecho a que se garantice la jornada de reflexión", ha dicho la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, y candidata a la Presidencia de Castilla La Mancha.

Las consencuencias de una intervención

Pero desalojar la Puerta del Sol puede traer consecuencias muy complicadas. “Es un peligro atrapar a toda esa gente ahí y supondría crear una situación muy grave e innecesaria. Es mejor esperar a que se resuelva todo normalmente”, explica el sociólogo Fermín Bouza.

Para Bouza, el Gobierno debe primar el sentido común y “actuar con ponderación” porque en caso de desalojar la Puerta del Sol y el resto de concentraciones que se reparten por toda España habrá problemas más graves de los que existen ahora. “El Ministerio de Interior puede tomar la decisión de no crear un gran problema de orden público”, añade Bouza.

Y a la tesis de que el Gobierno debe acatar las decisiones legales, como la de la Junta Electora Central, Bouza explica que el Ejecutivo es “un ente superior” a este organismo administrativo y que “ante el hecho de cumplir la ley o no, un bien más alto es defender vidas humanas”.

"La concentración irá a más"

“Desalojar sería contraproducente” para María José Canel, experta en Comunicación política y de Gobierno. “El sábado va a ir más gente a la concentración de la que hubiera ido si la Junta Electoral Central no la hubieran prohibido. Y los manifestantes no se van a ir y dan señales de que no usarán la violencia. Desalojar sería generar más eco a la concentración y, a la vez, se transmitiría la idea de que el sistema no permite expresarse a la minorías”, añade Canel.

Esta profesora de la Facultad de Ciencias de la Universidad Complutense añade también que la intervención de las Fuerzas de Seguridad supondría también “un impacto internacional” que afectaría a la imagen del Gobierno, sobre todo si se produce en términos violentos. “Sería un espectáculo poco agradable”, explica ante el seguimiento que están haciendo los medios de comunicación internacional sobre este fenómeno.

Pero el no cumplimiento de la decisión de la Junta Electoral Central también traerá problemas al Gobierno porque no respetará su decisión. “El Gobierno está en una situación complicada. Haga lo que haga va a tener consecuencias”, añade Canel.

Hay quien opina que el Gobierno debe “interpretar abiertamente” la resolución de la Junta Electoral Central para salir de este dilema. Es el caso de Jaime Pastor, profesor de Políticas de la UNED, para quien si bien no intervenir supone no respetar la decisión de la Junta, hacerlo con “miles de personas concentradas supone el riesgo de una represión indiscriminada con un coste enorme”.

Es decir, haga lo que haga, se le criticará. La cosa es ver cuál es el mal menor.

¿Y si llega el desalojo, cómo sería?

Sí que es posible desalojar la plaza de la Puerta del Sol “si la gente está dispuesta a irse por las buenas” porque a pesar de que las calles son estrechas la mayoría de ellas son peatonales, explica Raúl González, responsable de la seguridad en eventos con muchas aglomeraciones.

“Se acordonarían las salidas de las calles para invitar un desalojo pacífico y se instalaría otro cordón más arriba en estas mismas calles para comprobar que la gente se dispersa y no se queda alborotando en las proximidades”.

Lo primero que se tiene que hacer es invitar a la gente a que se vaya de la plaza con megáfonos o con el boca a boca de forma pacífica. “Los que se queden en la plaza se atienen a las consecuencias”, advierte González.

Sin embargo habrá problemas, en su opinión, si el desalojo es por las malas por la forma de la plaza. “El desalojo sería fácil para la policía, pero sería muy violento” porque sería más complicado controlar las carreras de la gente huyendo de la Policía.

Según su experiencia, Raúl González cree que las fuerzas de seguridad entrarían por la calle Alcalá, donde sería más fácil montar un perímetro con todos sus efectivos, y desde allí "empujarían" a los manifestantes hacia las vías más anchas, en este caso la calle Mayor y la calle Arenal.

“Desde Alcalá entrarían todos los agentes necesarios empujando cuesta abajo con sus escudos y con los gases lacrimógenos, si son necesarios, hacia Mayor y Arenal, ya que el resto de pequeñas calles estaría cercado por más agentes de seguridad para evitar el paso”.

Las calles más protegidas por los agentes serían Alcalá, donde estarían desplegados los efectivos policiales por su proximidad al Paseo de la Castellana y donde se sitúan edificios como los Banco de España y el Ayuntamiento de Madrid, así como la Carrera de San Jerónimo porque no interesa que los manifestantes lleguen al Congreso de los Diputados, además de Montera y Preciados por sus reducidas dimensiones.

Sin embargo, el secretario de Comunicación del Sindicato Unificado de Policía (SUP), José María Benito, insiste en que "no se debe crear un problema donde no lo hay" e insta a que "impere el sentido común" para "no echarlos de allí por la fuerza".

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