El Amor por Nosotros Mismos

Por Laura Abadi
Directora de F.R.A.C.C (Entrenamiento para mejores Resultados en Capacitación Empresarial y Educacional) Flexibilidad, Resultados, Aprendizaje, Compromiso y Cambio

"Nada te puedo dar que no exista ya en tu interior.
No te puedo proponer ninguna imagen que no sea tuya...
Sólo te estoy ayudando a hacer visible tu propio universo."

La Autoestima es la capacidad de verse a uno mismo como alguien apreciable y valioso. No importa de dónde vengas ni lo que hagas, si tú no te valoras, nadie lo hará por ti.

Es la imagen que tienes de ti mismo y que seguramente te ayudaron a construir tus padres, maestros y otras personas que han estado vinculadas contigo en la infancia. Muchas veces, has aceptado las opiniones de los demás, reconociéndolas como una verdad absoluta y cerrándote posibilidades que te condujeron, seguramente, a un sentimiento de derrota.

Las personas con una Autoestima alta suelen ser menos agresivas y suelen deprimirse menos que las personas con una Autoestima baja.

La baja Autoestima es una de las principales causas de numerosos males padecidos por muchas personas: inseguridad, desequilibrio, ansiedad, inhibición, problemas de integración, aislamiento, obsesión por descubrir y señalar errores en los demás, dependencia de la aprobación de los demás, sentimiento desagradable por depender de los otros, impedimento para desarrollar el propio potencial, agresividad, inestabilidad emocional, negación, no poner límites, no poder expresar los sentimientos, entre otras cosas. Lo que, no sólo te perjudica a ti, sino que también modifica toda la ecología familiar.

A veces sentimos que queremos, pero no podemos porque… y nos victimizamos con la historia que nos contamos acerca de nuestra vida y esperamos, entonces, que un príncipe azul, que nuestros amigos, que nuestros padres o nuestra familia, que nuestro jefe nos de el espacio y además la bendición por existir.
En nuestro interior todos tenemos situaciones no resueltas, aunque no siempre seamos conscientes de ellas. Esos sentimientos de dolor y tristeza suelen convertirse en enojo, y en ocasiones pueden transformarse en enojo contra nosotros mismos. Los sentimientos negativos pueden tomar muchas formas: odiarnos, odiar a…, ataques de ansiedad, repentinos cambios de humor, culpas, reacciones exageradas, hipersensibilidad, encontrar el lado negativo en situaciones positivas o sentirse impotentes y autodestructivos. Lo que trae, muchas veces, como consecuencia, enfermedades.

La Autoestima es nuestra manera de percibirnos y valorarnos. Una persona que no tiene confianza en sí misma, ni en sus propias posibilidades, elegirá seguramente relaciones muy asimétricas y a las que les dará poder para producir o bloquear su felicidad. Se vuelven vulnerables y transitan una vida plagada de dolor e insatisfacción y sin espacios para el goce.

Tú debes existir por ti mismo, tienes derecho a ser feliz, a gozar de tus logros y a sentirte apto para la vida y los requerimientos que esta tiene para ti.

Estará en ti mantenerla o modificarla. Pregúntate ¿con quién o con qué me estoy comparando?
Si te das cuenta de que te quejas continuamente, de que le hechas la culpa a otros por tu infelicidad, de que vives en el dolor, toma la decisión de trascenderlo para salir de él con un aprendizaje. Toma nuevos riesgos y sal del lamento que te lleva al dolor permanente.

Expresa tus sentimientos, acéptate a ti mismo y también las opiniones de los demás. Seguramente no le agradas a todo el mundo y no todos te van a querer. O acaso, a ti, te gustan todas las personas?

Para ello es fundamental ejercitar una actitud de dignidad hacia ti, valórate, apréciate y confía en tu capacidad de pensar y afrontar los desafíos que la vida presente.
Sé un buen amigo de ti mismo

Comienza por descubrir quien eres y que te hace feliz.

"Uno no muere cuando el corazón deja de latir sino cuando los latidos ya no tienen sentido”


“Conozco una sola definición de la felicidad: Es el amor que cada persona tiene de si mismo”.

Un abrazo

Laura Abadi