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El presidente Leonel Fernández dejó ayer en manos del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) la decisión de aceptar o no su repostulación, y de elegir qué hacer con las 2.2 millones de firmas que legisladores oficialistas recolectaron para que él sea, nueva vez, su cantidato presidencial.
“Me permito recoger este apoyo que ustedes me brindan para endosárselo al PLD, de modo que sea el partido que decida cuál es el futuro que corresponde a República Dominicana”, sostuvo el presidente del PLD al dirigirse a sus simpatizantes en el Palacio de los Deportes Virgilio Travieso Soto.
Fernández declaró que con las rúbricas recogidas por el movimiento “Sí Leonel”, que dirigen Félix Bautista y Freddy Pérez, el PLD asegura otra victoria electoral en los comicios presidenciales de mayo de 2012. Definió como democracia plebiscitaria la solicitud masiva de su repostulación y resaltó que esa iniciativa de la población no tiene precedentes en República Dominicana.
Asimismo, el jefe del Estado se declaró incapaz de disimular lo impactado que estaba ante la proclamación que le hacían sus compañeros de partido, con el propósito de que dirija los destinos del país por tercer mandato consecutivo y por cuarta ocasión en general.
“No puedo ocultar que me siento impactado con lo que ocurre aquí. De igual forma manifiesto gratitud para con los organizadores de este acto magnífico, me siento conmovido por el apoyo obtenido, el cual garantiza una victoria electoral en primera vuelta”.
Los 2.2 millones de firmas se sustentan, según Fernández, en igual cantidad de votos que el PLD consiguió en las elecciones presidenciales de 2004 y 2008. Fernández, presidente del PLD desde 2002, destacó la fortaleza de su organización, al manifestar en el discurso que ninguna otra entidad política del país había logrado captar las simpatías de más de dos millones de personas.
“República Dominicana ha cambiado bastante desde que el PLD consiguió sólo 18,000 votos en las elecciones de 1978. El partido creció y se hizo fuerte gracias a que contamos con la guía del profesor Juan Bosch, a quien le debemos todo por aplicar su intelecto, su visión y su integridad a la organización”.
Como en las últimas elecciones el PLD venció a su opositor más cercano con más de 600 mil votos de ventaja, el presidente dice que eso establece la superioridad de esta organización sobre las otras.
el mandatario cree que le dieron el sí
En alusión al movimiento Sí Leonel, que organizó junto con un grupo de legisladores el evento de entrega de firmas que respaldan la gestión gubernamental de Leonel Fernández, el presidente de la República mencionó algunas de las provincias del país y afirmó que dijeron que “sí” a la obra administrativa del actual gobernante.
“Barahona dijo sí, Samaná dijo sí, el Distrito Nacional dijo sí, Santiago dijo sí, el país dijo sí”, recalcó Fernández en su discurso del Palacio de los Deportes. Las miles de personas presentes, integrantes del Comité Político incluidos, vociferaban “sí” cada vez que el jefe del Estado mencionaba una ciudad de República Dominicana.
Las ideas de su discurso estaban orientadas a comunicar que el PLD se mantendrá en el poder sólo en caso de que lo lleve como candidato presidencial.
Retos RD son de carácter “externo”
Al hablar de lo que falta en República Dominicana y sus principales retos, el Presidente señaló que las amenazas a la estabilidad macroeconómica del país son de carácter externo. Fernández citó la crisis en Libia, las protestas en Inglaterra, los disturbios de Bahrein, entre otros acontecimientos similares, como factores para que el precio internacional del petróleo suba, lo que a su vez condiciona a los dominicanos a comprar un combustible más costoso. “Lo que ocurre en países de Europa o el Medio Oriente afecta de manera directa a nuestro país, porque la cotización internacional de los carburantes se coloca al alza y provoca que los combustibles del país suban”, declaró. Por otro lado, defendió su gobierno al plantear que las convulsiones ocurridas alrededor del mundo no evitaron que el país creciera en un 7.8 por ciento y que los niveles de inflación estuvieran por debajo del promedio de América Latina
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