Independencia,Jimaní.- ubicada en la región Sur del país, su economía depende esencialmente del comercio que incide en la frontera con Haití, sin embargo hoy día esa actividad se encuentra paralizada como consecuencia de las restricciones impuesta por el gobierno dominicano, a fin de evitar que el cólera se propague en el territorio nacional.Con una población superior a los 11,414 habitantes situada a unos 280 kilómetros de Santo Domingo, el municipio de Jimaní se encuentra en una situación económica muy delicada, pues la actividad comercial, columna vertebrar de su economía, se encuentra estancada.
“La economía está muy mala porque en la frontera no se puede pasar nada, imagínese nosotros que vivimos de lo que pasa por esa puerta, ahora no tenemos nada que hacer”, explicó Francisco Martínez, quien se dedica a la venta de ropa y calzados.
Al parecer las medidas adoptadas por el gobierno dominicano ha generado un malestar colectivo en esta empobrecida comunidad sureña, cuyos habitantes se encuentra desesperados, pues la agricultura que en menor proporción representa otra alternativa se encuentra sepultada por las aguas del Mal Paso.
“Yó soy agricultor y mis cultivos se dañaron por el agua del lago, me he quedado sin nada y el gobierno ni siquiera ha venido Jimaní para percatarse de la situación”, comentó Alberto Ramírez de 52 años, uno de los agricultores que se encuentra en la quiebra.
A medida que avanzan los días la situación de la población de Jimaní es cada vez más crítica, sin embargo las autoridades se han mostrado insensibles estas condiciones vida, propias de la irresponsabilidad gubernamental.
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