Puerto Príncipe, 13 dic (PL) En Haití se agudizó hoy la tensión política luego que dos candidatos rechazaron participar en un reconteo de votos, propuesto tras protestas por los resultados preliminares de las elecciones.Michel Martelly y Mirlande Manigat, aspirantes a presidente de esta nación caribeña, rehusaron integrar el equipo encargado del nuevo escrutinio, luego que según informe de la Comisión Electoral Provisional (CEP), sólo Manigat y el oficialista Jude Celestin se medirán en segunda vuelta el 16 de enero.
Los seguidores de Martelly, del Partido Respeto, salieron a las calles en demanda de anular las boletas, pues consideraron el proceso injusto dado su nivel de simpatía en la población.
Según el conteo inicial de CEP, revelado el pasado 7 de diciembre, Martelly acumuló 21,84 por ciento de votos, menos del uno por ciento por debajo del contendiente del gubernamental Partido Unidad, quien obtuvo 22,48 por ciento.
Los simpatizantes de Manigat, ex senadora y esposa del ex presidente Leslie Manigat, tampoco estuvieron de acuerdo con los resultados (31,37 por ciento), pues consideraron que la política acumuló más papeletas.
Dada la tensión generada y las protestas llevadas a cabo en varias zonas del país, el CEP invitó a varios observadores internacionales y a los tres contendientes a participar en una verificación de los datos.
El diario digital Haití Libre indicó que para Martelly, la solución al nuevo panorama político es anular las actas de los centros de votación donde se registraron irregularidades, lo cual expresó en una carta enviada al presidente del CEP.
Mientras, la ex senadora rechazó la propuesta mediante un comunicado, divulgado por su abogado.
Las elecciones presidenciales y legislativas se celebraron el pasado 28 de noviembre en Haití, en medio de una epidemia de cólera que ha provocado la muerte de más de dos mil 190 personas, desde octubre pasado.
La emergencia sanitaria agudizó los problemas existentes en este empobrecido estado caribeño, devastado por un terremoto el pasado 12 de enero, que costó la vida a alrededor de 250 mil personas y desplazó de sus hogares a 1,3 millones de haitianos.
Durante los comicios de noviembre se reportaron irregularidades que fueron aceptadas por el organismo electoral y el presidente René Preval, pero consideradas irrelevantes como para anular los sufragios, que fueron validados por CEP y la Misión Observadora Internacional.
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