Reflexiones

Las Pequeñas Cosas

Por: Alejandro María
El autor es abogado y político

Dios es el especialista en hacer cosas pequeñas para grandes tareas.

En el cuerpo humano los órganos más pequeños son los que tienen las tareas más delicadas, por ejemplo las pupilas, el espermatozoide, la célula, las vitaminas, etc...

En los gobiernos nacionales y municipales la solución de pequeños problemas hace al pueblo grandemente feliz, por ejemplo, el desayuno escolar.

Si el señor Presidente de la República identificara y sometiera al imperio de la ley a quienes intoxican niños, produciría un gran contento en la población.

Así, los pequeños problemas de nuestra comunidad pueden ser resueltos con vocación de servicio y sentido del cumplimiento del deber.

Nuestro San Juan de la Maguana le hace bien la solución de pequeños problemas.

La actual Alcaldesa, Arq. Hanoi Sánchez fue electa y reelecta porque los sanjuaneros sabemos que ella conoce los grandes y pequeños problemas que afectan a la comunidad que la eligió para servirle.

Resolver los pequeños asuntos, nos haría muy felices.

Por ejemplo, limpiar los solares yermos, eliminar los obstáculos de las aceras, organizar el tránsito, vigilar los parques, alumbrar la ciudad, evitar que los criadores de ganado usen la ciudad como potrero.

Nuestra Alcaldesa, arquitecta, sabe hacer cosas grandes, hermosas, útiles y caras, por ejemplo los marcadores de kilómetros, con alusión indigenista y
la plaza Caonabo, aleccionadora, envía un mensaje de libertad a los que observan al “Caonabo Auto-liberado”.¡ excelente!.

Ya fue iniciada la construcción de la base para instalar el nacimiento que año tras año la Alcaldesa instala en las escalinatas de entrada al Palacio Municipal.

Me parece que nuestra querida y admirada Alcaldesa no ha sintonizado el orden de sus prioridades con las del pueblo que la eligió.

Seis años parece un tiempo largo para el que espera y corto para el que no lo aprovecha para hacer realidad sus promesas. “No hay plazo que no se cumpla ni deuda que no se pague”.

Estas son simples medidas que no cuestan millones, solo buena voluntad y sentido de trascendencia. Auscultar el `porvenir.

Es mejor trabajar para que el niño Jesús nazca en el corazón de cada sanjuanero y, especialmente de sus funcionarios.

Hanoi, devuélvenos la ciudad, rescátela de los vehículos a alta velocidad y que no cumplen las normas.

Estas son pequeñas cosas que harían a un pueblo feliz, no cuestan dinero, valen el reconocimiento de quien eligió.

Con pequeños milagros Jesús salvo el mundo (milagros porque no tenia presupuesto), con pequeñas obras Hanoi puede hacer a San Juan más seguro, limpio e higiénico, ya que tiene presupuesto.

Y así hará que Jesús brille en el corazón de cada Sanjuanero(a) y no que el nacimiento que erigirá en las escalinatas del Palacio Municipal sea convertido en el muro de las lamentaciones.