Desde España

Ahogó a su hijo para ocultar su existencia a su actual pareja

Los abuelos enviaron al menor unos días antes
La joven noiesa hizo creer que el menor aún vivía
Mantenía contacto con varias personas de la comarca en blogs y Facebook
En un primer momento dijo a la Policía que había encontrado al niño muerto en el baño

MANOLO GIL/AGENCIAS NOIA/MAHÓN
El Correo Gallego.es
Foto: Lugar donde apareció la maleta con los restos

Mónica Juanatey, de 30 años, madre del menor cuyo cadáver fue encontrado la semana pasada en una maleta en un paraje de Menorca, ha confesado que ahogó a su hijo en la bañera porque se sintió "agobiada" cuando los abuelos se lo mandaron días antes desde Galicia, ya que había ocultado su existencia a su actual pareja.

A sangre fría y "en caliente", la madre sumergió a su hijo en la bañera de casa, metió su cadáver en la maleta y la abandonó en el campo, y cuando su compañero sentimental regresó a casa, Mónica le dijo que su "sobrino" (como así le identificaba) había regresado a Galicia e hizo desde entonces "una vida normal", según la policía.

El nombre casi borrado de César (con la "a" ilegible) y las siglas J.F. en su estuche escolar y la edición del cómic número 28 de Naruto hallados en la maleta guiaron las pesquisas policiales hasta la identidad del menor, cuyo DNI no había sido renovado en Noia (A Coruña), donde había vivido con sus abuelos hasta que, días antes de morir, fue enviado a Mónica para que viviera con ella, que era su madre.

La policía le imputa un delito de asesinato al concurrir en el homicidio del menor las agravantes de alevosía y abuso de superioridad. Pasará esta mañana a disposición del juez del juzgado de instrucción número dos de Mahón (Menorca), en el que prestará declaración.

En un primer momento, la madre del niño declaró al grupo de homicidios de la Jefatura Superior de Policía de Baleares que en la primavera de 2008 halló muerto a su hijo, de nueve años y lo ocultó por miedo.

Sorprendida y asustada por este hallazgo, puso el cuerpo dentro de una maleta, junto con varias pertenencias, y lo abandonó en una zona de monte bajo, muy poco transitada, situada en Binidalí, en la costa sur del municipio de Mahón, según declaró en un primer momento a la policía.

Esta versión, sin embargo, no convenció en ningún momento a los investigadores, al entender que no es habitual que una madre actúe como Mónica J.F. dice que hizo.

La detenida reside en Mahón, tiene trabajo y pareja estable. En el momento de la muerte del niño, era madre soltera y llamaba "sobrino" a quien en realidad era su hijo.

Hizo creer que aún vivía. La vida de Mónica Juanatey Fernández se convirtió en una mentira, o en una pesadilla, desde que murió (o mató) a su hijo César. La joven de Noia se llevó con ella al pequeño tras encontrar trabajo en Mallorca. Era la primavera de 2008 cuando emigró en busca de una oportunidad económica. Como quiera que los forenses sitúan el fallecimiento del pequeño por aquellas fechas es de suponer que el trágico suceso ocurrió nada más arribar a la isla.

Pero ella mantuvo, a partir de entonces, una frialdad asombrosa. Mónica había abierta una cuenta en Faceboock en la que tenía como agregados a varios jóvenes de la comarca y hacía creer a sus familiares que, en ocasiones, era el niño quien escribía los mensajes que les enviaba a ellos e incluso les comunicó que ya había hecho la Primera Comunión.

Mónica también era asidua de varios blogs, con estética oriental (recordar que varios cómics mangas aparecieron en la maleta), y allí también dejó su rastro para hacer creer que Marcos estaba vivo. "Yo ando bastant liada preparando nuestras cosas para irnos a mallorca. cuando este alli ya mandare fotos de los dos. un beso muy grande de cesar que me pregunta cuando vienes" (se respeta la ortografía utilizada en el blog), le contaba a una amiga.

A otra de Noia le decía que "por aqui tod muy bien,nos vamos para mallorca que me han trasladado alli.cesar esta contento por un lado pero no por otro.por un lado esta conmigo y le gusta un poco el sito y digo un poco poruqe por otro lado esta yendo a clase casi todos los dias.cuando lleguemos a mallorca tambien ira.son unas clases de verano y asime ahorro un poco la pasta de la canguro.nos vamos para la semana,cuando este alli ya te avisare.pasalo bien en la feria medieval y da saludos por ahí".

En otro mensaje a una tercera persona (esta utiliza un nick y no se identifica si es hombre o mujer) cuenta que "lo qeu se es que cesar va a estar con quien debe osea conmigo y jamas en la vida se me ocurrira otra vez dejarlo con nadie que no sea mi madre, al menos por un periodo largo".

En esta serie de mensajes haciendo referencia a un niño que ya estaba muerto hay una conversación con una amiga común del padre, que vive en Santiago, en el que le cuenta que él (el padre) "dicde A.M. que te mando no se que videos al mail.mira como cuando quiere me encuentra, hay que joderse..." Se supone que Mónica mantenía cierto contacto con el padre de su hijo, aunque, por el texto, se deduce que no era una relación demasiado apacible.

EN LA BAÑERA En un principio, Mónica Juanatey declaró a la Policía que un día llegó a su casa y encontró a su hijo muerto en la bañera y que por eso tuvo miedo. Tras unos momentos en los que no supo que hacer decidió ocultar el cuerpo de Marcos dentro de una maleta. Negó en todo momento que ella lo hubiera matado aunque hubo algunas lagunas en sus palabras. Reconoció, no obstante, que sacó la maleta de casa y que la llevó a un lugar escondido donde la dejó y admitió que era el mismo punto donde fue localizada. La joven noiesa no dijo nada a los agentes sobre la vida que llevaba el pequeño desde su llegada a la isla de Menorca.

A partir de ese momento, Mónica hizo una vida aparentemente normal e inició una relación sentimental con un joven que trabaja como guarda jurado. Los vecinos del apartamento que comparte, en declaraciones al periódico Última hora, aseguraron que nunca habían visto al niño por allí y admitieron que la pareja mantenía muy pocas relaciones con los lugareños.