Doble Nacionalidad
Por: Doris Sanchez
La autora es abogada vive en España
dfannysm@hotmail.com
Cuando acepté irme a vivir a España sentí mucha nostalgia y profunda tristeza por abandonar mi país, el lugar que me vió nacer, dejar todo aquello de lado era algo que no podía asumir en mi mente, menos convertirlo en una realidad.
El sueño de muchos es marchar de cualquier manera en busca de una vida mejor, mi caso era diferente recién me licenciaba en Derecho, tenía tantos sueños, ejercer de abogada en la capital, estar cerca de lmi gente, disfrutar mi apartamento y de mis hijos, todo se iba al traste mientras yo me iba hacia el aeropuerto.
El tramitar documentos para legalizar mi situación en España, adaptarme a mi nueva vida, el clima, la gente, la cultura, las costumbres, sobre todo las constantes lluvias que son habituales en Galicia, empezar de cero, eso no era para mi nada halagador, pero lo decidí y lo hice. Lo más hermoso que me pasó fue enterarme al solicitar mi nacionalidad que no tenía que renunciar a mi nacionalidad Dominicana, Euforia y mucha alegría sentí porque una cosa muy dolorosa sería renunciar a la tierra que tanto amo. No me veía llegar a esta tierra como una extranjera, es el orgullo patrio. Esa bandera Domincana, el himno nacional.
Tener doble nacionalidad es como tener dos amores de manera aceptable por ambas partes, intento unificar mi sentimiento por ambas naciones, hablar a los españoles de mi tierra, y hablar a los Dominicanos de mi Galicia querida, no me decanto por ninguna de las dos en especial, pertenezco a dos naciones tan distintas pero tan interesantes con sus atractivos diferentes.
Sin querer hago comparaciones, sopeso ambas formas de vida, disfruto todo lo que me hace reír y aprovecho al máximo lo que he podido de ambas naciones. Estudiar ha sido para mi muy importante y es lo que prefiero en ambos países. En España aprovecho todo lo que es superación porque la edad no es un factor determinante, puedes ser útil a cualquier edad y es lo importante.
Mi corazón está dividido, estoy felíz de tener dos casas, dos nacionalidades, montón de amigos, y poder bailar lo mismo un merengue que una muñeira el baile típico de Galicia, ser Española y Dominicana me favorece y por ello intento transmitir a los que me rodean mi concepto de ambas naciones.
La vida es hermosa pero lo es más aún cuando sacamos el mejor partido de lo que nos rodea, cuando valoramos esas pequeñas pero grandes cosas, esas bondades que están ahí pero que a veces ni la vemos o sentimos, adoro a Dominicana pero también adoro a mi galicia querida, intento llevarlo bien, con equilibrio y transmitir lo mejor de ambos países.
dfsm.-
martes, 17 de agosto de 2010
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