miércoles, 16 de junio de 2010

Mi Punto de Vista

El cruce eterno de haitianos
(Tesoros ocultos del periódico El Cable –XI-)

Por: Edgar Valenzuela
El autor es periodista y escritor

Según reportes oficiales el cruce de haitianos indocumentados hacia República Dominicana ha aumentado significativamente desde el terremoto del pasado 12 de enero.

La crisis económica, política y social de nuestros vecinos era severa antes del terremoto, pero luego del desastre natural allí lo que impera es “sálvese quien pueda”.

En el sismo murieron más de 200 mil personas y un número incalculable quedó sin hogar. No hay agua potable ni luz ni escuelas. La única Universidad de Puerto Príncipe colapsó. Los empleos son mínimos y mal pagados.

La delincuencia ha alcanzado tales proporciones que semanalmente se denuncian decenas de atracos y violaciones de mujeres.

Por elemental instinto de supervivencia los haitianos se están pasando a este lado de la Isla, con lo cual aumenta la demanda de servicios y de comida en el país.

En Punta Cana se acaba de realizar la Cumbre Mundial sobre el futuro de Haití, y no vino ni un solo Presidente en ejercicio, con excepción de René Preval.

En la práctica, parece que la comunidad internacional le está dejando básicamente a República Dominicana la solución del problema de Haití.

Antes de que el dictador Rafael Leonidas Trujillo Molina asaltara el poder, el cruce constante de haitianos a través de la frontera ya era motivo de inquietud, tal como se puede constatar en esta nota del periódico sanjuanero El Cable, fechado en 1926:

Invasión pacífica

Los diferentes trabajos a cargo del Departamento de Obras Públicas, así como el laboreo de los ingenios de caña, ha determinado una corriente constante de inmigración haitiana a la República, en todos sus puntos cardinales.

El viajero que transite por cualquiera de nuestras carreteras o por cualquier camino dentro del territorio nacional, no le sorprenderá encontrar diariamente caravanas de haitianos que van de un sitio a otro en busca de trabajo. Hay lugares que le parecería, si no es muy versado en geografía, que se encontraba en una región de Haití: idioma, costumbre, modo de vida; todo es haitiano en esos lugares en cuando a la parte social y anímica.

Aquí mismo, en esta rica región, en donde estamos a 56 kilómetros de Haití, se oye tanto hablar el criollo como el castellano. Poco a poco el haitiano va suplantando el nativo, y tanto en el servicio doméstico como en el trabajo rudo es el brazo que se utiliza. Nosotros hemos sido siempre opuestos a esta inmigración; pero transigiríamos con ella si se efectuara metódicamente, dentro de las necesidades de trabajo de la República.

La frontera abandonada hace ineficaz el servicio del Departamento de Inmigración y por ella se nos cuelan mujeres, vagos, pordioseros, ciegos, inválidos, prostitutas, en una palabra, todo lo más bajo y execrable de la población haitiana.

Las mujeres de vida licenciosa-que son todas-están minando de sífilis y enfermedades venéreas los lugares donde se radican; los pordioseros e inválidos sirviendo de carga pública y los vagos entretenidos en su oficio: robar.

El problema de la inmigración haitiana está abandonado como la frontera. Antiguamente las invasiones eran militares; hoy son pacíficas, pero tan espantosas como las otras, pues nos traen algo más terrible que la muerte.

Si no se pone remedio a tiempo, Haití se vaciará en la República. Así se lo impone su creciente población y la pobreza de sus tierras. Nosotros esperamos del acucioso Secretario de Inmigración algún interés sobre el tópico de este artículo, escrito a vuela pluma con intensiones de llamar la atención sobre una cuestión vital para el país.

13 de julio de 1926. No. 398. Año VI. pp.3

Pero Trujillo tampoco pudo contener el tráfico de haitianos por la frontera. Ni siquiera con sangre. La matanza que ordenó en 1937 es una muestra de intolerancia y de xenofobia. Sin embargo, es claro que más allá de la necesidad de solidarizarnos con Haití, los dominicanos solos no podemos hacerle frente a sus múltiples necesidades. Cada vez más urgentes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores

Archivo del blog