jueves, 24 de junio de 2010

Identidad Sanjuanera

24 de junio: Patronales de San Juan, dia de San Juan

Por: José Enrique Méndez Díaz


En la Provincia de San Juan, tienen un gran valor cultural las Fiestas Patronales a San Juan Bautista, que se celebran del 15 al 24 de junio, en honor al Santo Patrón de la ciudad cabecera.


La actividad incluye presentaciones de palos, mangulina y carabiné en los barrios populares, actos como las corridas de sortija, y juegos folclóricos como el palo ensebao, la gallina enterrá, las corridas en saco, el baile de las cintas y la malagueña. El día del santo patrón de los sanjuaneros, se llevan a cabo corridas de caballos por las calles y carreteras de la provincia. Un ritual que se efectúa tradicionalmente es el bautismo de cotorras. Como parte de la celebración, se elige una mujer que simboliza a la Reina Anacaona del Cacicazgo de Maguana. En las fiestas se bendice en la iglesia y se celebra una misa. El día 24, en plena madrugada, el pueblo marcha en silencio hacia el río San Juan a bañarse y a tomar jengibre.


En la Obra “San Juan de la Maguana una Introducción a su historia de cara al futuro” se analiza de manera pormenorizada las tradicionales fiestas patronales de San Juan.


“La historia cuenta que en el año 15 de Tiberío César, se presentó Juan en las riberas del Jordán predicando el bautismo de penitencia, su vida ascética ejemplar y la energía de sus discursos pronto le conquistaron un numeroso auditorio. Jesucristo inauguró su vida haciéndose bautizar por él. La Biblia narra: “y Juan estaba vestido de pelo de camello y tenía un cinto de cuero alrededor de sus lomos y su comida era langostas y miel silvestre (..), el cielo se abrió y descendió el Espíritu Santo sobre él en forma corporal como paloma (…) No era él la luz, sino para que diese testimonio de la luz.” San Juan, el Bautista, pasó a ser símbolo de purificación basado en dos elementos Agua y Fuego.


Con el descubrimiento del Nuevo Mundo, los conquistadores traen a la isla e imponen sus costumbres europeas: Las fiestas en homenaje del precursor del Cristianismo, Juan el Bautista, “pasando a ser en la sociedad colonial uno de los santos más populares, cuya celebración incluía una solemne procesión por las calles de Santo Domingo.

Estas Celebraciones cumplían una función social de reforzamiento de la fe cristiana y desde el punto de vista sociológico de “catarsis para soportar la rigidez y el formalismo de la vida colonial".


Como componente heredado, la ciudad de San Juan de la Maguana adoptó a San Juan Bautista como su Santo Patrón, asumiendo esta costumbre como rasgo distintivo y especifico de la comunidad. Las modalidades particulares de celebración de estas fiestas hispánicas, fueron modificadas a partir de la 'integración social' y de la síntesis cultural de índole religiosa[1], fruto de la concepción que el pueblo cultivó en su relación con componentes de diversas religiones.


“En el panteón afroamericano San Juan es asociado con Changó (…) La imagen del Santo ha sido recreada en el vudú y a nivel popular este se ha forlklorizado. (…) San Juan, en la tradición dominicana es un santo cumbanchero que le gusta la diversión y las fiestas, algunas incluso lo consideran mujeriego.


A solicitud del primer Congreso de la Juventud y la Cultura de la Provincia de San Juan de la Maguana, el Lic. Ramón Valenzuela, en ‘Reflexiones Acerca de las Fiestas de la Provincia de San Juan’, afirma que: “Durante la colonización estas fiestas eran entretenimiento básicamente de la clase dominante, se comenzó a dar tímidamente una participación a los negros libres y criollos (…) A partir de la década del 80 del siglo pasado, comienza ya a reportarse la participación de negros significativamente en estas fiestas y ya se había comenzado realmente la criollización de la misma”[2].


Las fiestas Patronales a San Juan Bautista, forman parte visceral de las tradiciones del pueblo de San Juan de la Maguana, son parte de las tradiciones populares que se han negado a morir, a pesar de las condiciones adversas con que el consumismo parrandero de la modernización la enfrenta. En San Juan de la Maguana, las fiestas se celebran desde el 15 al 24 de junio.

La perdurabilidad de las tradiciones domina aun el escenario; al respecto el médico sanjuanero Samuel Milciades Fernández Medina, con aire bucólico y poético recuerda cómo eran nuestras fiestas:


“El 24 de junio: se celebra en este pueblo San Juan el día de San Juan Bautista, Santo Patrón de las fiestas, se celebra en los juegos patronales, corridas de sortijas a caballo, el palo encebao, las corridas de saco, la malagueña, el carabiné, las verbenas en los parques, los amores escondidos; se elige a una Reina, simbolizando a la Reina Anacaona del cacicazgo Maguana, esa joven agraciada, voluptuosa de encantos, se gana la celebración en el trabajo, en los estudios, en la universidad, en el baile, en las fiestas; su conducta es ejemplar, se bendice en la iglesia, se celebra una misa, se desfila en ceremonial el pueblo, los ciudadanos disfrutan las fiestas, los almuerzos, los manjares, en honor al Santo Patrón de San Juan.(…) Un poeta inspirado con un ramo de flores de claveles y orquídeas, la proclama como Reina y le expresa un pensamiento: Eres bella mereces la palabra amor”.

Prevalece la tradición en la zona, donde se toma como símbolo de purificación el agua la gente se baña, se lava la cara. Se santigua la frente y donde incluso se guarda agua bendita de San Juan en botellas para cualquier emergencia cotidiana[3].


En el trayecto, hacia el río, los sanjuaneros no le dirigían la palabra a nadie, hasta disfrutar el baño que le devolverá suerte durante el año y también permitiría crecer el pelo ni le dé sueño[4]. Entonces amanecen engusanados los pajaritos tiernos que les sorprende el día de San Juan sin saber volar.


Dagoberto Tejeda Ortíz en sus investigaciones nos explica que "En San Juan de la Maguana, además de los baños, en la ‘Maguana Abajo ‘, las velaciones en el Cerrito, hay corridas de caballos en el pueblo al ritmo de ‘Las mañanitas de San Juan, compuestas por el maestro Julio Alberto Hernández’"[5] (Id). Son las tradicionales Alboradas, que en las madrugadas toca la banda Municipal de Música. Al respecto, Ramón Valenzuela plantea que " para las reinas patronales, se requiere establecer condiciones especiales con el propósito de elevar su nivel intelectual, moral y ético", apuntando más adelante: "Para llevar a cabo esta actitud hay que contar con los servicios de personas bien intencionadas, capacitadas y de mucha experiencia. Se le debe enseñar técnicas de modelaje, reglas protocolares y dominio de las expresiones gramaticales más elementales, por lo menos durante el tiempo que sea necesario someterlas a intensas jornadas de evaluación. La practica de utilizar los certámenes para recaudar fondos para determinadas obras de bien social, le ha quitado pureza a la forma de elegir las reinas de las Fiestas Patronales. Propongo que por un tiempo se abandone este método"[6].


Leopoldo Figuereo, en su revista ‘La Higuera’, de Noviembre de 1999, en un interesante artículo titulado “Pasaron Las Fiestas Patronales”, comenta la crisis de las mismas:

Ahora hablar de Patronales es un comercio, un festival de consumo de alcohol, de música estridente acompañado de sustancias prohibidas, los macheteros nos ocuparon el escenario donde disfrutaba la población sus días festivos, mientras la policía no puede enfrentarlos porque ellos están mejor preparados[7].


A pesar de que las verdaderas Fiestas Patronales al igual que las mariposas de San Juan son presa fácil del aliento moderno[8], debemos permanecer esperando que pasen las bandadas sin rumbo, las bandadas de San Juan, ocultas todavía en el laberinto verde de nuestra alma.

Rescatemos las tradiciones, las Fiestas Patronales, enriqueciéndolas con actividades, con acciones innovadoras de estructuración, de animación y consolidación. Iniciemos la dinámica de montar exposiciones pictóricas, colectivas de artistas plásticos de la región, de producir conciertos, encuentros deportivos, muestras de cine, teatro, festival de la canción, eventos artísticos folklóricos, coros, ferias de libros, ferias culinarias, concursos, así como un conjunto de acciones que permitan configurar una realidad nueva.


[1] DE LOS SANTOS, Danilo: La presencia Neoafricana y los Reflejos de la Negritud en el fluir de las Artes Dominicanas”, en Presencia Africana en la Cultura Dominicana. Centro Cultural Español, Santo Domingo, octubre 1997, p.65-105. Pág. 71.

[2] VALENZUELA, Ramón: “Reflexiones acerca de las fiestas de la Provincia de San Juan”. Ponencia en el Primer Congreso de la Juventud y la Cultura de la Provincia de San Juan

[3] TEJEDA ORTIZ, Dagoberto: Cultura Popular e Identidad Nacional. Primera edición –dos tomos- Consejo Presidencial de Cultura, Santo Domingo, 1998. Tomo I, Pág. 95.

[4] LA HIGUERA, No. 15, 1999. San Juan de la Maguana. Pág. 11.

[5] Ibidem.

[6] VALENZUELA, Ramón: “Reflexiones acerca de las fiestas de la Provincia de San Juan”. Ponencia en el Primer Congreso de la Juventud y la Cultura de la Provincia de San Juan.

[7] LA HIGUERA, No. 15, 1999. San Juan de la Maguana. Pág. 11.

[8] MATEO, Andrés L.: Al filo de la Dominicanidad. Ediciones Librería La Trinitaria, Santo Domingo, 1996. Pág. 359.

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