Emigración y realidad
Por: Doris Sánchez
La autora es abogada sanjuanera que vive en España
Para muchos Dominicanos la solución a sus problemas financieros está enfocado en lograr abandonar el país no importa para adonde, tampoco la forma, salir en busca de una mejor vida que de ante mano la dan por asegurada no sólo ponen sus vidas en peligro sino que la pueden perder en el intento. Muchos logran llegar al otro lado de manera legal o ilegal a encontrarse de frente con una realidad nada buena y muy diferente a como la soñaron.
Cuando llegas a otra tierra ya eres un inmigrante, el sólo hablar te delata, hay mucha desconfianza con el extranjero, hay una condición diferente y lo peor el distanciamiento de la família. No todo el que emigra es felíz, se pasa mucho trabajo, rechazo, incomodidades, tienes que adaptarte a todo, al clima, el idioma, si tienes quien te acoge mucho mejor pero no hay que olvidar que sólo en nuestra casa y junto a nuestra família estamos bien, en casa agena pasado unos días ya molestamos. El conseguir un trabajo es tarea casi imposible, conocer la ciudad y sus rutas de transportes tanto en metro, tren como en autobuses, ahora con la crisis hasta los documentados tienen problemas, los ilegales los están devolviendo a sus países de orígen, y muchos legales están retornando por voluntad propia luego de meses sin trabajo y con compromisos aquí y ayá. Eso de que el dinero rueda por los contenes es mentira, la vida en el exterior es muy dura, y son los inmigrantes los más explotados laboralmente.
Hay Inmigrantes que han tenido éxito, que han vuelto a sus países de orígen y que han cambiado la vida de su família, alguno se ha hecho famoso, o distinguido con honores por méritos personales, que han logrado sus sueños, otros tantos se han podido llevar a sus familiares a una nueva vida.
Nunca pensé abandonar mi amada República Dominicana, por matrimonio llegué a España, a Galicia cuya lengua es el Gallego pero también se habla castellano, no pasé adversidades como muchos inmigrantes pero soy una inmigrante más, me costó mucho adaptarme al clima lluvioso y frio donde el sol brilla por su ausencia, a los Gallegos, a su forma callada y reservada, los cambios de ropero según cada estación del año, lloré mucho la ausencia de mis hijos, me sentía muy sóla aún estando casada, la família lejos el peor de los estímulos. Gracias a Dios ya están en España.
La falta de la família deprime, es empezar una nueva vida, luchar por lo que se ama y se dejó atrás, trabajar en oficios que jamás se pensó, es duro para gente con título superior tiener que dejarlo aparcado y hacer trabajos por debajo de su cualificación intelectual, en el exterior no valen los títulos tienes que trabajar en lo que aparezca, o te mueres de hambre o te regresas a tu país, pero nadie quiere volver derrotado, con las manos vacías, por ello muchos han incurrido en hechos delictivos en busca del dinero fácil. En europa se trabaja mucho pero se vive bien, se tienen más derechos, más subvenciones, ayudas para famílias numerosas, para los mayores, actividades culturales gratis o a bajo coste. Antes de emigrar hay que sopesar si valdrá la pena o nó.
Lo que yo como inmigrante puedo decir es que la nostalgia de nuestra tierra está en cada Dominicano en el Exterior, esas comidas típicas, las navidades, el día de la Madre, el día de la Secretaria, las bebidas, nuestros amigos de infancia, esos recuerdos que nadie jamás podrá borrar de nuestras mentes. Cuando voy a Dominicana quiero disfrutar de todo y de todos, llenarme de energías y de afectos de familiares y amigos, visitar las playas, mi amado pueblo San Juan de la Maguana. Nada mejor que nuestra tierra donde las famílias están unidas y juntas pasan toda prueba, el Dominicano no pierde su alegría, nunca tiene mala cara, pase lo que pase tiene esa esperanza, esa fuerza de voluntad, soy muy felíz de ser Dominicana y ser Sanjuanera aún más, es un enorme privilegio.
jueves, 10 de junio de 2010
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