martes, 8 de junio de 2010

De la vida real

En el caso Agosto/Sobeida: El Culpable fue el muerto

Por: Miguel Solano
El autor es escritor

Parece que entre la Fiscalía, el Ministerio Público y los abogados de Agosto hubo acuerdo. Los jurista del James Bond borinqueño fueron muy claco: “No acusen sin pruebas”. Ya los puertorriqueñoshabían tenido la experiencia, relatada por Carlos Nina Gómez en su obra “Laura Hernández –Drogas y Cárcel”-, de que su Cleopatra fue acusada y condenada sin pruebas, llevada a la cárcel por el testimonio de un peligrosísimo narcotraficante, quien actúo enojado porque no le pagaron lo que había solicitado como justa retribución para garantizar la libertad de transito y de negocios en el suelo Quisqueyano, del cual se consideraba dueño, amo y señor.

De acuerdo con lo que recoge la prensa,el expediente acusatorio está sustentado en que “el asesinado ex coronel de la Policía, José Amado GonzálezGonzález, habría sido una de la primeras personas reclutadas por el prófugoJosé David Figueroa Agosto, para realizar sus operaciones de lavado de dinero provenientes de actividades ilícitas”.

Al menos que el Ministerio Público no haya descubierto la formula para hacer hablar a los muertos, José David Figueroa Agosto, saldrá libre de toda culpa, pues el principal testigo en su caso esta muerto, definitivamente muerto. Otros, como el dueño de la Francesa, Rubén Soto Hayet, a quien ligaron a Agosto antes de que le dieran el ultimo balazo, -fue como si la nota de prensa con la información sobre el crimen llegara a los medios informativos antes de que los criminales se presentaran a La Francesa-, Soto
Hayet, también,acompañaal principal testigo en su mundo de silencio, bien callado.

Personajes de relaciones mas estrecha con Agosto, como Leavy Yadira Nin Batista, esposa, , la hija de ambos, y su hermana Nidia Karina Nin de Berigüete, salieron para Francia el lunes 7 de septiembre de 2009. Le falto decir en la nota de prensa sobre Soto Hayet que la salida del grupo se debió a una gentil invitación de La Francesa, para que así la ligazón con el grupo quedara verdaderamente inspirada.

De nuestra heroína, compañera inseparable del fugitivo, Sobeida Félix Morel, solo se sabe que se hizo, frente a los ojos de las autoridades, invisible, intocable e inmedible y, que las autoridades la acusan de no realizar transacciones bancarias, sino de ser una negociante que, como los funcionarios públicos, solo daba cash y solorecibía cash. Como la Fiscalíaconsidera ahora que el hacer negocio con cash es un delito público, penado y perseguido por la ley, en las próximas horas el país entero será sometido a la acción de la justicia. ¡A este libreto no le faltan buenos detalles!

Los demás integrantes del grupo, Juan JoséFernández Ibarra, Adolfina Revecca Peláez, Madeline Bernard, Eddy Brito Martínez, sammy Dauhajre e Ivanovich smester ginebra…, son infelices muchachos de nuestra alta sociedad que por el hecho de vivir la vida loca conocen a muchas gentes en esa formidable vida de las discotecas. ¿Quién puede ser culpable porque conozca a distinguidas personalidades? ¿Quién se puede negar a extender su mano a alguien que esta siendo presentado por un alto oficial que anda con todo el poder de la institución sobre sus hombros ? Si ese es el delito “condenemos a nuestro presidente a un millón de años en la cárcel modelo de Najayo”, dirán los abogados y los jueces consentirán, deberán consentir porque si no le presentan la foto de Leonel con el camarada de la torre Atiemar.

De acuerdo con el actual código penal existen dos tipos de pruebas que son admitida en un juicio: la escrita y la testimonial. Al descartarse totalmente la especulación, de ello se derivan dos reglas de oro que el Ministerio Público esta obligado a seguir:

1- Presentarle al acusado un pliego de pruebas tan contundentes que el mismo solo le quede como mejor salida admitir su culpabilidad y negociar la sentencia.

2- Cuando el Ministerio Público no está de acuerdo con la sentencia aceptada por el acusado, pues este demanda un trato demasiado considerado, va a juicio en busca de una condena justa, una condena de acuerdo con las pruebas. Pero, al ir a juicio, tanto el acusado como el Ministerio Público saben que será condenado. El juicio allí se celebra por diferencia en la magnitud de la condena, no porque se dude sobre la condena.
Si esas dos reglas de oro no se dan, el Ministerio Público tiene dos salidas.

1- Para cumplir con el requisito publico de mantener a la plebe entretenida, va a juicio a sabiendas de que perderá el caso, pero la derrota se laachacara a la complicidad de los jueces, quienes debido al miedo y al embrujo del oro verde, “siempre son complacientes”.

2- Si no quiere hacer el ridículo y, en ese momento tiene otros casos que proporcionanun mejor show, archiva el expediente, se lo pasa al sicario quien le hace los disparos que lo dejan totalmente muerto.

Todo luce como si en el caso Agosto/Sobeida, el acuerdo del Ministerio público con los abogados del fugitivo fue aplicar el primero y cumplir con el requisito gubernamental de mantener a la plebe entretenida: ir a juicio a sabiendas de que perderá el caso, pero, con la plena seguridad de que le echara la culpa del fracaso a la complicidad de los jueces, a su incapacidad para ver pruebas contundentes que no pudieron ser presentadasporque los testigos estaban muertos, definitivamente muertos.

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