miércoles, 24 de marzo de 2010

Diciendo Verdades

Cronología de una traición imperdonable
Primera Parte

Por: Alfredo-Dandy-Medina

A casi 40 años de su fundación, el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) se encuentra posicionado en el primer lugar entre las organizaciones políticas del país. Además reconocido como unas de las organizaciones más reputadas y sólidas con que cuenta América Latina.

Esto sucede en un momento en que buena parte de los partidos políticos del sistema, se encuentran muy cuestionados o en franco proceso de descomposición, Todo lo anterior debido al gran peso de la deuda social acumulada, durante largos años de promesas incumplidas y propuestas demagógicas. A todo ello se suma la voracidad de los carteles que operan dentro de los partidos, con el propósito simple de saciar sus apetencias personales.

Aunque esto no es el caso preciso del PLD; este no ha podido librarse de esa amarga y penosa realidad, veamos porqué;
Con el triunfo electoral de 1996, El Dr. Leonel Fernández, entonces presidente electo y líder indiscutido del PLD, estaba asumiendo la mayor responsabilidad histórica que la vida le ofertaba. En ese momento tomaba las riendas de un país azotado por una profunda inversión de valores y un pronunciado descalabro institucional.

Eso implicaba una total dedicación a sus tareas como Gobernante. Para el joven mandatario, que para la época no contaba con escasa o ninguna experiencia en asuntos de Estado, no sería difícil el compromiso asumido, debido a que traía bajo el brazo un Plan Nacional de Desarrollo previamente elaborado, discutido y colocado en la agenda de prioridades del PLD.

En ese momento, era incompatible la dirección del Partido y del Estado. Razón por la que el Dr. Fernández se ve precisado, cuando no obligado por las circunstancias, a transferir el control de la organización política al Secretario de la Presidencia y hombre de confianza: Lic. Danilo Medina.

A partir de ese momento comienzan a soplar nuevos vientos a lo interno de la organización y empiezan a fallar las lealtades. La ambición desmedida da paso al “grupismo”(enfermedad propia de partido de base pequeño-burgués EOR) alrededor del Secretario de la Presidencia, quien aprovecha su condición de hombre de confianza del Presidente, para conformar un proyecto político personal a lo interno del partido. El objetivo principal de tan descabellada acción era, crear la plataforma que le serviría de apoyo para materializar su delirante idea de alcanzar la Presidencia de la República.

Con esos planes en las manos no perdieron, los Danilistas, ni un segundo en dar a conocer la metodología para imponerse al interior del partido. En tal sentido, comenzaron por perder de manera progresiva el sentido de la jerarquía, dando paso a un proceso de disgregación de las bases del PLD. De esa forma empiezan a sustentar un nuevo liderazgo, inorgánico y clientelista, ansioso de poder político y económico.

La indisciplina y el desenfreno estaban creando raíces en el PLD. La nueva corriente había impuesto su estilo; el “comesolismo” empezaba a mostrar sus garras al extremo de contaminar las instituciones estatales con la práctica nociva del “nepotismo” y el multiempleo. En fin el PLD estaba quedando en manos del sector más atrasado política e ideológicamente, al mismo tiempo el más “ambicioso y voraz”.

Todo eso restaba brillo y efectividad al arduo trabajo que, desde el Palacio Nacional, realizaba el Dr.Leonel Fernández. Mientras este-LF- se empeñaba en profundizar los planes de desarrollo, contemplados en su agenda, el “comesolismo” (cuya máxima expresión es el Danilismo EOR) estaba empeñado única y exclusivamente en sus afanes de llegar a gobernar.

El proceso interno para escoger el candidato a presentarse a las elecciones del año 2000 puso manifiesto el poderío de la maquinaria del “comesolismo”, ya que usando el mismo, abusaron de manera grosera de todos los dirigentes que tenían idénticas aspiraciones. De esa manera impusieron su “candidato”.

Esta fue la primera vez que en el PLD se usó la modalidad del soborno, acompañado de la compra de voluntades para variar los resultados de un proceso interno.
Las consecuencias de tan repudiable acción no se hicieron esperar, el PLD estaba asisitiendo a un proceso electoral en el 2000, con escasas posibilidades de salir airoso. El comesolismo(vamos el Danilismo eor) se empeñó en empañar de manera significativa, el brillo de la obra de Gobierno del Dr. Leonel Fernández y esto le hizo que pagara muy caro las consecuencias.

El “comesolismo” con su líder y guía condujeron al PLD a una vergonzosa derrota electoral, logrando apenas un 23% de las votaciones generales, a pesar de estar compitiendo con un ¨paciente siquiátrico” de nombre Hipólito Mejía. El PLD había caido, de manos del comesolismo del primero al tercer lugar en las preferencias del electorado dominicano. Era la posición más baja después que el partido se convirtió en opción de poder tras las elecciones del 1990.

A pesar de lo anterior, el Dr. Leonel Fernández había salido fortalecido y mantenía su nivel de popularidad muy por encima del Lic. Danilo Medina e incluso del propio partido. Esto quería decir que el “comesolismo” había logrado empañar su obra de gobierno, pero no su imagen de líder y estadista.

1 comentario:

  1. te felicito por poner ante el mundo tu oculta capacidad como columnista, te felicito de corazon; pero recuerda que tu amigo Leonel, no le puso a su disposicion la maquinqria economica del estado , como el la uso.

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