La atracción de lo prohibido

Quitarle el novio a tu amiga...¿merece la pena?

Últimamente el novio de tu mejor amiga ha dejado de ser "el novio de tu mejor amiga" para pasar a ser tu amigo, tu confidente... e incluso tu amante en los mejores sueños. Por eso has decidido ir a por todas cueste lo que cueste. Pero, ¿realmente merece la pena?

Enamorarnos de nuestro jefe, de nuestro amigo gay o incluso de la pareja de nuestra mejor amiga es bastante habitual. ¿Por qué? Quizás sea la atracción por lo prohibido o simplemente un reacción de cobardía y miedo a enfrentarnos al amor real que está al alcance de nuestras manos.

Pero, ¿serías capaz de dejarlo todo por él?, ¿de renunciar a la amistad que te ha unido a tu amiga durante tantos años?, ¿de enfrentarte a quien sea para conseguir el amor y el favor de ese hombre? Antes de contestar a estas preguntas deberás plantearte seriamente lo que sientes por esa persona: ¿capricho o amor?

Analiza bien tus sentimientos

# A todos nos ha pasado alguna vez, y por determinadas circunstancias de nuestra vida, el creer que estamos enamorados de una persona cuando lo que realmente sentimos es algo completamente diferente: amistad, necesidad, compasión, capricho... Así que antes de dar cualquier paso sería interesante que analizaras tus sentimientos. Piensa que hay muchas personas implicadas que pueden sufrir, empezando por tu mejor amiga. ¿Enamorada del amor? A veces las circunstancias que te rodean te crean la necesidad imperiosa de amar. ¿Y cuál se convierte en uno de los mejores candidatos? El novio de tu mejor amiga. Tú sensibilidad del momento y las palabras y gestos de amabilidad de él, que simplemente intenta agradarte como pareja de tu amiga, pueden llevarte a un estado de confusión que asocies inconscientemente al amor.
# ¿Capricho? De repente se ha roto el tándem. Tu mejor amiga te ha dejado un poco de lado por su nuevo novio. Encima hace mucho que “no te comes ni un colín” y temes quedarte sola. Y para colmo él ha resultado ser el hombre más perfecto sobre la faz de la tierra: guapo, atento, trabajador, detallista... ¿Por qué no puede ser para ti? En este caso el sentimiento amoroso hacia esta persona resulta ser un mero capricho de niña consentida que quiere el “juguete de la amiga”. ¿Qué pasará si lo consigues?
# ¿Pura atracción física?Si lo que te vuelve loca es su cuerpo, su mirada, su forma de andar, puede que simplemente te sientas a traída por él físicamente..., pero nada más. ¿Has pensado si serías capaz de mantener una relación estable con él?, ¿y si engordara o tuviera un fortísimo acceso de acné por todo su rostro?, ¿realmente le seguirías queriendo?
# ¿Amor? No te importa ir por la vida de“sujeta velas” si es el precio que tienes que pagar para tenerlo cerca de ti. Cuentas las horas para verle a él, no a tu amiga, tus hormonas se disparan cuando te roza y te mueres de celos cuando ves esas demostraciones de cariño hacia tu amiga. En este caso puede que estés enamorada. Pero ¡ojo! ¿Estarías dispuesta a sacrificar todo por estar con él?
Lo que nunca debes hacer
# Nunca manipules a tu amiga para que abandone a su novio.
# No le presiones a él para que abandone a tu amiga.
# En ningún caso inicies una relación con él si no ha roto la anterior.
# No intentes quedar con él a espaldas de tu amiga.
# Si no eres correspondida, no sigas detrás de él.

Si eres correspondida...
Si él se siente también atraído por ti y decidís dar el paso hacia una relación, deberás sopesar todos los pros y los contras que te puede aportar esta nueva situación. Piensa que hay una tercera persona a la que vais a hacer sufrir mucho, que es precisamente tu mejor amiga y confidente. Las decisiones hay que meditarlas mucho para hacer lo correcto.

¿Qué puedes perder? Compartir secretos, confidencias, experiencias, el apoyo y el cariño de tu mejor amiga, en definitiva, su amistad. También puedes perder a otros amigos que se sientan dolidos por esta situación. Insultos, malas caras, soledad... todo a cambio, quizás, de que salga mal, de una relación pasajera. ¿Qué puedes ganar? Quizás al amor de tu vida.

En cualquier caso, y tomes la decisión que tomes, deberás seguir unos pasos básicos para iniciar la relación con buen pie:

1. Espera a que él finalice la relación con tu amiga.
2. Cuéntale a ella tus sentimientos hacia su ex antes de que lo sepa por tercera personas.
3. Inicia la relación de forma discreta y sin grandes alardes.

Sólo así tendrás una mínima oportunidad de conseguir mantener su amistad. Aunque no cuentes mucho con ello, ya que lo considerará como una traición a su confianza. Deja que las aguas vuelvan a su cauce, y quizás el tiempo lo cure todo.

Consejos si decides seguir adelante
# Da el paso sólo si te sientes segura de tus sentimientos. Son muchas las personas que van a sufrir.
# Espera a que acabe la relación con tu amiga para empezar con él.
# Habla con ella de tus sentimientos hacia su ex antes de que se entere por otras personas.
# Entiende su reacción y dale tiempo para que asimile la nueva situación.
# Prepárate para las consecuencias, quizás te encuentres sola. No será una relación fácil.

Piensa siempre en cómo te sentirías si a tu amiga le gustara tu novio. Este pensamiento te ayudará a actuar en consecuencia. Sea cuál sea tu decisión, ¡buena suerte!...
Si él no está dispuesto a dejarla
Olvídalo. Por más que los dos os sintáis atraídos y a pesar de la complicidad que existe entre ambos, tienes que entender que él escogió estar con otra persona, y es a ella a quién debe y debes respetar, y más si es amiga tuya. ¿No querrás convertirte en su amante?

Tampoco pierdas el tiempo esperando a que la relación vaya mal y él caiga rendido a tus brazos. Si no tiene la suficiente valentía de reconocer que tu amiga no es su mujer ideal, no merece la pena. Aléjate un poco de ellos, busca nueva gente que te ayuden a olvidar a esa persona. Pero no cambies de actitud con tu amiga, reconocer que estás enamorada de su novio no va a ayudar en nada continuar con vuestra amistad.

Y un último consejo: piensa siempre en cómo te sentirías si a tu amiga le gustara tu novio. Este pensamiento te ayudará a actuar en consecuencia. Sea cuál sea tu decisión, ¡buena suerte!... para ambas.