"Los países en desarrollo pueden experimentar un declive de entre el 9 y el 21 por ciento de su productividad.
ROMA.- Las regiones más pobres y con los niveles más elevados de hambre crónica "estarán entre las más afectadas por el cambio climático", según un documento de trabajo de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) publicado hoy.
Aunque a nivel mundial el impacto del cambio climático en la producción alimentaria podría ser reducido, al menos hasta 2050, la distribución de la producción tendrá consecuencias importantes para la seguridad alimentaria, señala el documento.
"Los países en desarrollo pueden experimentar un declive de entre el 9 y el 21 por ciento de su productividad agrícola total como resultado del calentamiento global", según el informe.
Los expertos señalan que el cambio climático se encuentra entre los principales desafíos de la agricultura para lograr alimentar a la población mundial, que se calcula alcanzará los 9.100 millones de personas en 2050.
Al mismo tiempo, diversas opciones de mitigación del cambio climático basadas en la agricultura pueden generar importantes beneficios tanto para la seguridad alimentaria como para la adaptación al cambio climático, señala.
"El aumento de la retención de carbono a través de iniciativas forestales y agro-forestales, y las prácticas de laboreo que mejoran la eficiencia de la gestión de nutrientes y la restauración de las tierras degradadas" son ejemplos de acciones que tienen un gran potencial de mitigación y elevados beneficios colaterales.
Está previsto que "el cambio climático afecte a los sistemas agrícolas y forestales debido a las temperaturas más altas, una elevada concentración de dióxido de carbono, cambios en el régimen de lluvias, aumento de la maleza, plagas y enfermedades", reza.
A corto plazo, -señala- se espera que aumente la frecuencia de fenómenos extremos, como sequías, olas de calor, inundaciones y fuertes tormentas.
Según la FAO, la agricultura es responsable de alrededor del 14 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero. El 74 por ciento de las emisiones de la agricultura y la mayor parte del potencial técnico y económico para la mitigación, cerca del 70 por ciento, se encuentra en los países en desarrollo.
El documento de la FAO indica que la agenda del cambio climático necesitará reconocer y valorar la contribución potencial de la agricultura a la adaptación y mitigación, a través de opciones que también salvaguarden su contribución a la seguridad alimentaria y el desarrollo.
El cambio climático afectará a las cuatro dimensiones de la seguridad alimentaria: disponibilidad, accesibilidad, utilización y estabilidad, según la FAO.
El cambio climático podría alterar las condiciones para la seguridad alimentaria al incrementar la presión de las enfermedades generadas por vectores, el agua y los alimentos. El resultado podría ser una disminución sustancial de la productividad agrícola, incluyendo la productividad de la mano de obra, con un aumento de la pobreza y las tasas de mortalidad, agrega.
La producción agrícola y alimentaria de muchos países en desarrollo puede verse afectada negativamente, en especial en los países de bajos ingresos y un índice elevado de hambre y pobreza y que son ya muy vulnerables a la sequía, las inundaciones y los ciclones.
En África -sostiene- esta situación llevaría a un incremento de la dependencia de muchos países de las importaciones alimentarias. Se calcula que el cambio climático puede reducir la producción agrícola potencial africana hasta el período 2080-2100 entre un 15 y un 30 por ciento.
El impacto negativo más fuerte del cambio climático en la agricultura se espera se produzca en el África subsahariana. Ello significa que las regiones más pobres y con mayor inseguridad alimentaria sufrirán una contracción mayor en los ingresos de la agricultura, concluye el documento.
De EFE
miércoles, 30 de septiembre de 2009
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