La depresión es una enfermedad que en el pasado fue subestimada y confundida con otros padecimientos, y a veces con pereza. Actualmente es bien conocida y estudiada. Desafortunadamente se diagnostica con mayor frecuencia en personas cada vez más jóvenes, incluso en niños muy pequeños.
Factores genéticos han sido demostrados científicamente. Además existen eventos desencadenantes en el cotidiano de la vida de un niño que puede llevarlo a un estado depresivo y que sus padres podrían pasar por alto antes de que los síntomas se tornaran más graves.
¿Cuáles podrían ser los signos en un niño deprimido? Los expertos al respecto mencionan que puede perder el apetito y bajar de peso, parece no disfrutar del juego, se niega a asistir al colegio o a socializar, luce inseguro y siente que no hace nada bien.
Los adolescentes pueden mostrar poco interés por su persona y apariencia. Su familia y amigos dejan de ser importantes para ellos.
En general pierden interés por las actividades diarias de la vida. Cambios drásticos en la forma de comer y las horas de sueño. Quejas frecuentes de dolores de cabeza o de estómago. Pierden el control fácilmente y expresan sus emociones de forma exagerada.
Existen algunos hechos de la vida que pueden entristecerlos como: mudarse, cambiar de colegio, un familiar o una mascota mueren, divorcio o enfermedad en casa. En los adolescentes los cambios hormonales también pueden provocar cambios en su estado de ánimo.
Sin embargo, si los signos perduran por varias semanas, lo más probable es que estén sufriendo de depresión. Pero deberá ser diagnosticada adecuadamente porque existen otros trastornos afectivos como la distimia y el trastorno bipolar.
Por supuesto que tiene solución y como todo lo valioso en esta vida, implica tiempo, esfuerzo y, sobre todo, amor. La ayuda de un profesional es un apoyo importante. Existen terapias muy completas donde se trabajan al mismo tiempo sentimientos, pensamientos y conductas del niño y se da ayuda integral a los padres.
Existe gran controversia acerca de la medicación temprana como una solución real y efectiva, ya que algunos fármacos causan adicción y pueden crear un círculo vicioso al hacer del niño una persona incapaz de controlar sus emociones sin la ayuda de medicamentos. Muchos médicos sólo la recomiendan en casos severos que no han respondido a las terapias psicoterapéuticas.
Reyna Arenas
viernes, 21 de agosto de 2009
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