Por: Edgar Valenzuela¡Sí, apareció El Cable....el periódico sanjuanero que circuló ampliamente dentro y fuera del país en los años veinte: entre 1921 y 1930!
¡Está casi completo y sus informaciones abarcan nueve tomos!
Su fundador y director fue el periodista y escritor E. O. Garrido Puello, Badín.
En sus páginas amarillas y polvolientas está la memoria escrita de San Juan de la Maguana y del Sur dominicano.
Este es el mejor archivo de los sucesos acontecidos durante la primera intervenciòn militar norteamericana, la persecusión del curandero Olivorio Mateo y en las principales provincias del país de entonces.
Ya nuestros ojos se han tropezado con las firmas de Max Uribe, Pedro Tomás canó, Víctor Garrido, Lorenzo Piña Puello, Américo Lugo, Renato D´ Soto, Wencelao Ramírez, Américo Lugo, Joaquín Inchaustegui, Francisco Henríquez y Carvajal, Max y Pedro Henríquez Ureña, entre otras destacadas plumas de principios del siglo XX. Muchos artículos fueron escritos por ellos.
¡Y no vamos a ser egoístas! Poco a poco, vamos a compartir y comentar las informaciones con los amables lectores; una selección de las cuáles se podrían publicar, en formato de libro, más adelante.
Mientras tanto, veamos esta:
En la edición del 17 de marzo de 1928 se publica en periódico El Cable la noticia de que la compañía teatral Venus realizará varias funciones en el escenario del Teatro Anacaona de San Juan de la Maguana. (Teatro que estuvo ubicado en la calle 27 de febrero esquina Independencia). Además, se anuncian las películas que serán proyectadas.
Gracias al autor de la crónica confirmamos dos cosas:
1-Para esa época ya se presentaban obras de teatro en San Juan y
2-En el Teatro Anacaona, como los de otras latitudes, se alternaba la presesentación de obras teatrales con proyecciones cinematográficas.
De modo, que los empresarios del entretenimiento ofrecían al público diversas ofertas para su diversión. En este caso, ¡Cine y Teatro!
Al ponderar la actuación de los intérpretes el periódista destaca la actuación de una de las principales actrices de la obra dramática: el manejo de los matices de su voz y su desenvoltura escénica.
Lamenta, sin embargo, que la pequeñez del escenario no facilite los desplazamientos de los actores e insinua a los propietarios del Teatro Anacaona que debe ser ampliado.
Esta información nos recordó los años de nuestra infancia, cuando ibamos al Cine Teatro Antonieta, frente al parque Sánchez, que siguió la tradición de alternar Cine y Teatro. Allí vimos por primera vez la película Lo que el viento se llevó, con Clark Gable y Vivian Leigh.
En 1962 se presentó, igualmente, el grupo de teatro del 14 de junio; con la asistencia en primera fila del abogado que posteriormente se fue a las escarpadas montañas de Quisqueya: Manolo Tavarez Justo.
También cosechó allí grandes aplausos el cantautor argentino
Facundo Cabral.
El autor es periodista y escritor.
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