Crónica de la noche que escogieron la reina de las fiestas patronales 2009

Por: Cassandro Fortuna
1era. parte

Anoche fue escogida la reina de las fiestas patronales San Juan Bautista 2009 en un clima marcado por las expectativas, con un público entusiasta (pero ya cansado por la hora) que llenó completamente la sala de fiesta La Bella cascada.


Ya a las ocho de la noche había gente en el lugar; pero la actividad comenzó oficialmente casi a las doce. Imgínense lo agobiado de la gente que tuvo que esperar más de tres horas para que se iniciara el acto.

De todos modos, el ambiente estuvo muy animado y los invitados al evento estuvieron llegando a todas horas.

Algo que pareció extraño fue que la gente asistió vestida como quiera. A ese nivel la fiesta no tuvo "glamour". Hubo gente hasta en "franelita". Desde luego hubo excepciones, como siempre, hombres y mujeres bien vestidos. Mucho calor. El servicio de camarero fue pésimo.La gente circulaba por el pasillo y no dejaba ver el desfile de las muchachas en la pasarela. Los camarógrafos se instalaron en un lugar "estratégico", muy bueno para ellos, pero muy malo para la visibilidad del público.


La mesa de la prensa fue ubicada en un rincón. Yo nunca me senté allí. Cuando llegué busqué un lugar que me gustara y allí nos atrincheramos (yo y mis acompañantes). Pero quise huzmear un poco y fuí a "chequear" para ver donde estaban mis colegas de los medios de comunicación.El lugar no era apropiado para ese sector. Quien esto escribe se acercó al lugar y dijo: "yo no me siento aquí. La prensa, a veces, debe tener privilegio. Nosotros somos los que vamos a hablar de esto ¿por qué nos ubicaron tan lejos".

La novia del periodista Ramón Ortíz dijo: "Míralo ahí, bien lo dijo Ramón: "cuando Cassandro venga yo estoy seguro que va a criticar esto". Claro, porque la prensa es un testigo de excepción en cualquier parte, y por eso siempre está en el primer plano para ver mejor lo que sucede. Por eso es que los periodistas corremos tantos riesgos, sobre todo los corresponsales de guerra. Un periodista nunca debe estar en un rincón (a menos que no ande a escondidas, vaya usted a saber las razones).


Yo me sentí bien de que los "muchachos de la prensa" supieran que yo "no como cuento con mi sector". Esas actitudes son las que me han dado "cierto liderazgo" entre ellos. Pero mi comentario no fue en vano. No pasó media hora cuando ví que ellos comenzaron a cambiar de lugar. Mudaron mesas y sillas y se ubicaron en un sitio de preferencia en el salón. Se pusieron "cerquita" de la pasarela. Aquel hubiera sido el mejor lugar, a no ser por las bocinas que retumbaban en sus oidos. Y para colmo el sonido no podía ser más malo.Pero dicen que "el que quiere moño bonito tiene que aguantar jalones". En el caso que nos ocupa el ruido era insufrible.Yo los miré desde mi mesa y sólo pensé:"bueno, no hay felicidad completa".


Desde mi mesa estábamos "acabando con todo". No se trata de que fuéramos chismosos, ni nada de eso, pero teníamos cerca de tres horas sentados sin hacer nada, (los muchachos se habían tomado tres cervezas) sólo esperando, y había que matar el tiempo o largarse. La suerte fue que apareció una "vieja", una mujer cuarentona, sentada cerca de nuestra mesa, que de pronto comenzó a bailar. Nadie sabe qué mosca le picó, pero de buenas a primera se paró de su silla y sin moverse de su mesa comenzó a dar todo tipo de piquete. Al principio yo creí que se trataba de una emoción pasajera y no le presté tanta importancia; pero la mujer seguía y seguía. Los muchachos comenzaron a especular:" esa mujer no está bien", "debe estar borracha", "eso fue que salió sin beberse la pastilla", "esa se fumó par de tabaco de marihuana". La suerte de ella fue que no nos escuchó hablar, porque tal vez se hubiera ido horrorizada. De todos modos, a ella no le importó para nada que la miraran. Todo le dio "tres pitos" y siguió bailando,dando cintura y hasta "el golpe del perrito" como si estuviera sola en el salón.


Otra cosa curiosa fue que en un momento decidimos ir al baño "para cambiar el aceite" y allí nos encontramos con un molote de "tigueres". Había un tapón. Hombres dentro del baño, en la puerta y afuera. Entonces alcanzamos a ver tres chicas en el baño de los varones. Imagínense ustedes. Para los muchachos eso era todo risa, y risa y risa. Algunos entramos y orinamos discretamente con las muchachas ahí de espaldas. Yo me hice "el chivo loco" y resolví mi problema (las nenas "se gulliaron de locas"). A una de las muchachas solamente se le veían los pies. Estaba sentada en el sanitario. Los muchachos se burlaron, pero sin crueldad, sin humillar a las chicas.A mí siempre me gusta ayudar, y a veces, paso por Quijote, ayudando a los desvalidos, y defendiendo damiselas en peligro. En este caso no fue así. Las flaquitas no necesitaron ayuda. Ni siquiera me preocuparon y mucho menos me dieron pena. El momentito fue un "chin" embarazoso; pero nada más un "chin" porque nadie se cogió demasiado en serio lo que estaba pasando. ( Imagínense que hubieran encontrado un par de hombres en el baño de las mujeres).Ni modo . Las jevitas (porque eran jovencitas entre 19 y 23 o 24 años)) salieron sin inmutarse. Nunca dijeron nada. Ni miraron a nadie. Se comportaron como si sólo ellas estuvieran en el baño. terminaron y se fueron. Estaban blindadas sicológicamente. La psicología humana es algo extraordinario. Como mecanismo de defensa las chicas asumieron una actitud ausente, ignoraron a todo el mundo y se marcharon."Ahí acabó el palé".

El caso es que después de tanto esperar arrancó el evento.En la mesa nuestra estaban Evelyn Evanny Rodríguez, Hairon Cohen, Oscar Lara, Dany y su novia y el Dj Alex. Frente a nosotros vimos al sindico de Sabana Alta, Carlos Julio Orozco sentado junto con el licenciado Pascual Valenzuela. Más allá estaba el doctor Henry Merán con parte de su familia. Y por ahí mismo Nicolás Núñez Locward, el esposo de la alcaldesa Hanoi Sánchez. Y en otra parte vimos al doctor Mélido Mercedes.



Continurá........