Así lo entiende el obispo de la diócesis de esta ciudad, Monseñor Rafael Leonidas Felipe Núñez, quien dijo que esta obra terminaría con esta situación preocupante para miles de personas.
“El Lago Enriquillo comenzó a crecer, cuando las aguas del río Yaque del Sur rompió el Dique Trujillo, donde hubo un sobre giro de agua a la Laguna de Cabral, y desde ahí al lago donde hubo por mucho meses un gran caudal de agua muy fuerte, ayudado por la tormenta Noel”, expuso.
Indicó que el no descarta otras causas, ya que desde la montaña brotan en la cuenca del Lago Enriquillo hay muchos manantiales por corriente soterradas muy fuerte que existen.
“La presa de Monte Grande luce la solución a toda esta problemática de inundaciones, tanto del río Yaque del Sur, como el Lago Enriquillo”, expuso.
Dijo que es difícil por el momento, que las aguas del lago, vuelva a tomar su cause normal, ya que esto tardaría años en producirse.
“Yo escuché un señor de esa zona, que el lago creció también para el año de 1918, donde se produjo una situación similar a la actual, donde no había tenido esta situación de la actualidad”, subrayó.
Dijo que la ejecución de la presa de Monte Grande está la repuesta a la vida y al progreso de la región Suroeste, sobre todo a Independencia, Bahoruco y Barahona.
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