Vaticano.-“¡Qué vergüenza!” ,“¡Qué vergüenza!”, gritaban enfurecidas cerca de 60 víctimas de curas pedófilos al portavoz del Vaticano el domingo cerca de San Pedro, en una marcha contra la falta de transparencia de la Iglesia Católica respecto a estos escándalos.
La presencia del vocero del Papa, padre Federico Lombardi, quien quería reunirse con los manifestantes, suscitó gritos y ululatos entre los presentes, en su mayoría personas de más de cincuenta años y víctimas de abusos sexuales por parte de religiosos.
Ante el estruendo, el portavoz se alejó inmediatamente.
Federico Lombardi, vocero papal
El padre Lombardi contó que había bajado para “saludar a los organizadores, pero me fui porque no estaban y no venía al caso que permaneciera”.
Los representantes de las víctimas “no me han pedido nunca que los reciba”, explicó, “yo fui a buscarlos y si lo desean estoy dispuesto a recibirlos”, agregó.
Numerosas víctimas de sacerdotes pedófilos, procedentes de unos 13 países, se congregaron “a las puertas” del Vaticano a pedido de la asociación italiana de víctimas del Instituto Antonio Provolo para niños sordomudos y de víctimas de Estados Unidos,
lunes, 1 de noviembre de 2010
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