Nuevos intentos de negociar con las minas de sal de esta localidad surgen desde el Ayuntamiento municipal, ahora con una supuesta empresa de zona franca, cuyo domicilio, ni registro sanitario e industrial han podido ser establecidos hasta el momento.Lo que más ha indignado a sectores de la sociedad banileja es que las discusiones de esta nueva propuesta que intenta comprometer por 20 años la producción de las salinas de Puerto Hermoso se vienen haciendo de forma secreta.
Según fuentes cercanas al cabildo local, el sindico municipal Nelson Camilo Landestoy estaría convocando a reuniones informales con los regidores banilejos para convencerlos, antes de ir a sesión, de lo beneficioso que resultaría para Baní aceptar la propuesta de “Una alianza estratégica entre Cristales del Mar, SRL y el Ayuntamiento del Municipio de Baní para la gestión empresarial y comercialización de sal marina de la empresa Salinas de Puerto Hermoso”, según propone un documento que se ha filtrado a medios de prensa.
De inmediato se han expresado de forma airada en contra de estas pretensiones representantes de entidades sociales, culturales, educativas y ambientalistas, que velan por el buen manejo del patrimonio local, los recursos y los mejores intereses de esta comunidad, entre estas la Sociedad Ecológica Banileja, que dirige Alexis Agramonte, la Fundación Cultural Ecológica y Educativa (Feduca), representada por los profesores Carlos Peña y Vinicio Encarnación.
Además, han mostrado preocupación ante el posible traspaso de la administración de las minas de sal de Las Salinas a empresarios privados, José Miguel Germán, de la Sociedad Cívica y Cultural Banileja y Alfredo Cabrera, del Grupo por Baní, Juan Isidro Tuero, de la Fundación Caamaño y la Fundación para la Protección del Medio Ambiente y los Recursos Naturales, quienes han elevado una voz de alerta ante estos propósitos del Ayuntamiento local de enajenar ese patrimonio histórico, cultural y económico del pueblo banilejo.
A finales de octubre del 2008, LISTÍN DIARIO se hizo eco de otra denuncia que daba cuentas de que “un grupo de regidores del ayuntamiento local aprobó una resolución mediante la cual se disponía la celebración de una licitación pública para entregar a empresarios privados la explotación y administración de las minas de sal de este pueblo”, ubicadas en el poblado Salinas.
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