domingo, 5 de septiembre de 2010

Desde mi tribuna

“La oportunidad de Juan”
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Por: Alejandro María
El autor es abogado y político

El ingeniero agrónomo Juan Rodríguez fue designado como director General del Instituto Agrario Dominicano, organismo descentralizado rector de la ejecución del programa de Reforma Agraria que ejecuta el Estado dominicano desde hace 37 años.

La Reforma Agraria Dominicana ha sido la más exitosa de todas las que fueron implementadas en América.

En principio, la Reforma Agraria tiene como objetivo entregar tierras para su cultivo a los agricultores y campesinos, asumiendo, además de la entrega de la tierra, el entrenamiento para la vida integral Reformada.

La Reforma Agraria Dominicana fue beneficiada por la gran cantidad de tierras que les fueron incorporadas y que pertenecieron al Generalísimo Trujillo y sus familiares, incautadas tras su muerte.

Gran parte de estas tierras de alta calidad fueron usurpadas y legalizadas como propias por miembros de la oligarquía que formaron parte de los complots para matar a Trujillo y luego para derrocar al presidente Juan Bosch.

A estas tierras les fueron sumadas las captadas producto de la aplicación del Código Agrario que establece la cuota parte y la captación de las tierras baldías, razón por la que hubo un solo choque entre los terratenientes y los campesinos sin tierras, cuyo resultado fatal fue la muerte de la dirigente campesina afiliada a la CASC, doña Florinda Soriano, “Mamá Tingó” a manos de un vigilante que guardaba la finca de un terrateniente.

Hasta la fecha existen, mal contados, 674 AC (Asentamientos Campesinos), con un promedio de trescientos cincuenta y cuatro parceleros lo que equivale a 2, 000,000 de personas que reciben beneficios directos, in sito.

La Reforma Agraria fue una obra de reivindicación social, aumentó la producción de arroz, distribuyó la riqueza y garantizó a los campesinos una vida digna, segura, promoviendo la equidad en la tenencia de la tierra.

Existen asentamientos campesinos altamente significativos, por ejemplo, los Aglipo, en la provincia María Trinidad Sánchez, dedicados a la producción de arroz, el “Emma Balaguer de Vallejo”, en la provincia de Azua, integrado por los campesinos que vivan en la Loma del Curro (Azua-Barahona, frente Al Quince) y que por tanto corría el peligro de la deforestación, con sus facilidades de casas en block, con tres habitaciones, baño y cocina dentro, escuelas, centro comunal, iglesia, tierra en el entorno de la vivienda para la producción de vegetales, además, una parcela individual a cinco kilómetros de distancia, constituye un pueblo, al igual que el que se formó en Hato Mayor con los campesinos que fueron bajados de Los Haitises.

Existe proyectos agrarios para productos específicos, como arroz, plátano, pimienta, producción y manejo de colmenas, crianzas de chivos, una estación modelo de producción de carne y leche en Izura. Las mejores tierras del país han sido dedicadas a la Reforma Agraria, salvo excepciones, en el periodo de gobierno 1982-1986.

Con orgullo consigno un asentamiento integrado solo por mujeres iniciado en el año 1993.

La aplicación del Código Agrario fue una extraordinaria obra política a la que se incorporó el Partido Comunista Dominicano, especialmente por vía de su Miembro del Comité Central, Orlando Martínez, cuya militancia en favor de los campesinos le costó vida en manos de oficiales al servicio de las ideas oligárquicas y del partido político que le dio cobijo.

Fin de la primera parte de tres.

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