Internacional

Detienen a dos sicarios colombianos en España
acusados de más de 200 asesinatos selectivos
La policía española detuvo este martes a dos sicarios acusados de más de 200 asesinatos selectivos, secuestros y torturas en Colombia.

Se trata de Mauricio Alberto González Sepúlveda, alias "Ronco", de 44 años, y Henry Norberto Valdés Marín, alias "Pollo", de 36.

Ambos tienen nacionalidad colombiana y fueron arrestados en Valencia, en el sureste del país. Los dos ocultaban su identidad y Valdés Marín incluso había alterado sus huellas digitales para no ser identificado.

Según las autoridades, formaban parte de una "oficina de cobros" a sueldo de carteles de la droga colombianos que se habrían asentado en España con la intención de continuar con sus actividades en ese país.

Los dos detenidos están a disposición de la Audiencia Nacional para su extradición a Colombia bajo cargos de homicidio, tenencia ilícita de armas, tortura, tráfico de estupefacientes y secuestro, según confirmaron fuentes oficiales.Más buscados

Los arrestos se produjeron como resultado de la creciente colaboración entre las fuerzas policiales de Colombia y España.

La Oficina de Enlace del la Policía Colombiana habría dado la alerta de la posible presencia en el país europeo de dos delincuentes colombianos.

González Sepúlveda se encontraba entre los más buscados del cartel de Envigado y fue cabecilla del "Bloque de Héroes de Granada", del grupo paramilitar Autodefensas Unidas de Colombia. Se sospecha que en los últimos tiempos actuó como jefe de cobros de la banda de narcotraficantes "La Unión".

Fue detenido en la localidad valenciana de la Eliana. La policía informó de que había contraído matrimonio de forma fraudulenta con una española para tratar de conseguir la residencia en el país.

Por su parte, Valdés Marín está acusado de ser el jefe de la "oficina de cobros" del grupo "Las Tres Puntillas" o "La Negra", relacionado con el cartel del Norte del Valle.

"Las Tres Puntillas" es conocido por prestar sus servicios al mejor postor y por sus desplazamientos internacionales.

Sus sicarios operan en ocho países para cometer actos criminales que tienden a promocionar: se les atribuyen más de 200 asesinatos y a sus víctimas suelen clavarles tres puntillas en la cabeza como una forma de reivindicar su autoría.BBC Mundo.