La inteligencia como arma política o de poder
Por: Balbina Negreira
Estas dos palabras ( inteligencia y política) desde hace meses están circulando en mi cerebro. Debido a la frecuencia con que se publica acerca de la “inteligencia” del presidente Fernández.
¿O existe un sentimiento de orfandad política por aquello del slogan…
¿O no queremos admitir ni asumir un liderazgo con un programa de gestión inteligente?
Cuando leo y escucho hablar de la habilidad e inteligencia del presidente Fernández, es como si en verdad nos lo creyéramos.
Añoramos y tal vez extrañamos a las verdaderas mentes inteligentes de nuestro pasado reciente. Tengo la sensación de que casi diez millones de dominicanos y dominicanas, tenemos a un “presidente listo” (con el debido respeto), que ha desarrollado una ecuación matemática que le ha permitido ir comprando a los partidos minoritarios, y que ya ha logrado el Nobel en Matemáticas, al comprar al Partido Revolucionario Dominicano y a su slogan de “ un PRD de los nuevos tiempos”.
Una acción propia del cerebro de un Albert Einstein.
Ahora, si queremos creérnoslo y de manera malévola enviar un mensaje a las y los dominicanos de que el cerebro de Einstein ha despertado en el presidente Fernández, pues sí, estamos dominados los dominicanos(as) entonces por una eminencia del recién estrenado Siglo XXI.
En cambio opino, quizás, porque las matemáticas avanzadas no es mi fuerte. Que la solución está en la aritmética que nos enseñaron en los primeros años, en nuestra infancia. Sumar y restar, simplemente. Aplicando esto, sumándonos todos y todas, creer, querer un proyecto como nación, pero sobre todo trabajar sin apasionamientos.
Ni con miras a un escritorio, al barrilito, a la nominilla… ahí sí es verdad, donde debe ser cuestionado muy en serio nuestra inteligencia, pero no la del presidente de turno, sino la del pueblo dominicano, por lo menos, nos baremarán como una “mente bananera”.
Y tengo la percepción de que algunos y algunas “mentes inteligentes” se están apresurando en buscar un refugio paternal, otros un refugio económico; porque no quieren o no les interesa el País. Sólo desean resolver a como dé lugar su problema personal, y es ahí, donde nos “pillan” y flota en el universo la inteligencia política del gobierno del doctor Fernández.
Esto demuestra que no ha sido su “inteligencia” en sí, aunque lo considero un hombre y político inteligente, pero no ha sido un elemento indispensable y único para repetir la presidencia del país, por el contrario, hemos sido nosotros que se la hemos servido en bandeja de plata.
Madrid-España.
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