Las infidelidades son diferentes, pues
los sentimientos y sensaciones de los integrantes de la pareja, harán
que las reacciones sean variadas. No te esfuerzes analizando lo
sucedido, ni te culpes o sientas que hiciste algo mal.
Cuando te engañan, te invadirán: celos,
humillación, rencor, pérdida de confianza, gran falta de respeto y un
daño en tu autoestima. La intensidad del dolor es única, y sientes desde
tu alma que nunca más volverás a estar bien o a ser la misma persona
que eras.
Querrás saber todos los detalles posibles:
cuanto tiempo estuvo con ella, si se enamoró, si la conoces o fue un
encuentro momentáneo y sin importancia. La “superación de una
infidelidad”, es una custión de actitud, debes decidir: si perdonarlo
y seguir juntos o terminar la relación, merece una reflexión.
Una conversación sincera, una
comunicación fluida o el poder expresar lo que ambos sienten, son
pilares para poder continuar. Sé sincera contigo, piensa la elección que
vas hacer, para que después no te aceche la desconfianza o el
arrepentimiento.
Si decides continuar, disfruta de manera plena y si decides no continuar, házlo confiando en tí misma. De uno u otro modo, sé feliz con la desición que tomes.
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