El impetrante González dijo que se siente mal por el hecho que cometió y que en un principio se paralizó.
“Eso es mentira, nunca”, fueron las palabras del imputado al afirmar que tenía 14 años viviendo en el residencial y que durante ese tiempo no cometió hechos violentos.
Argumentó que en principio fue en defensa propia, pero que después de ahí, “una situación como esa nunca la había vivido, “no sé que me pasó”.
Al preguntarle por la cantidad de disparos que hizo dijo, “usted cree que yo sabía cuántos fueron, piense en una situación así a ver si usted calcula algo”.
Expresó que está arrepentido de la situación y esta mañana el juez de la Oficina de Atención Permanente ventilaba la solicitud de medida de coerción en su contra.
“Había tenido pequeñas cosas con algunos padres por una mata”, reveló el acusado y dijo que nunca había tenido problemas con el vigilante del edificio como habían dicho los vecinos.
La Policía incautó la pistola marca Glock, calibre 9 milímetros, número FHZ799, que González portaba legalmente, además de otra marca Prieto Beretta, calibre 380, propiedad de la víctima y que él se llevó luego del incidente.
González declaró que actuó en defensa propia, tras supuestamente ser apuntado con una pistola por la víctima Guillermo Silvestre Moncada, de 55 años de edad, quien falleció mientras recibía asistencia médica en la clínica Abel González, con diez impactos de bala.
Los residentes del residencial han afirmado que González era reincidente en las acciones de violencia y que incluso había agredido al conserje del complejo habitacional.
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