A Luisa…Quien
no me dejo dormir
Por: Felix Eduardo Dini Saldaña
El autor es Maestro del Recinto Urania Montas
Eres tú mi maestro,
eres mi autor: eres tú solo aquel,
de quien yo hurto el bello estilo, que me ha
dado honor.
Dante Alighieri
El pasado mes de julio culmino la parte presencial del programa
de maestría en Ciencias sociales que se impartió
en el Recinto Urania Montas, realmente esta fue una experiencia única que reunió
42 profesionales de las Ciencias Sociales
de las provincias de Azua, San Juan y Elías Piña con la intención de capacitarlos
en la investigación y la docencia de las diferentes disciplinas que conforman
las Ciencias Sociales.
He de confesar que en
las primeras asignaturas fue difícil para algunos no cabecearnos un poco, sobre
todo en las horas de la tarde, donde el almuerzo y el calor nos hacían vulnerables
a los efectos de Morfeo. Durante el desarrollo del programa algo que sobresalió
fue el alto nivel académico y
profesional de los profesores que
trabajaron cada uno de los módulos agotados en el programa.
Andújar, Morla, Padilla, Argentina Cabrera, Teresa Espaillat, Álvaro Caamaño y otros que aun cuando no los
mencione por razones de espacio no dejan de ser importantes y que también,
dejaron su impronta en aquel escenario de
aprendizaje. Quiero referirme en los
próximos párrafos a una profesora de manera especial, la
cual con su arrogancia y
exigencias que en ocasiones limitaban
con lo aceptable, no permitió que sesteáramos en las clases, ni dormir
en la casa durante el tiempo que fue
nuestro facilitadora.
Un profesor es aquel que trata de enseñar cosas, mas, un maestro es
aquel del que aprendemos cosas, de esa profesora aprendí (como pienso lo hicieron la mayoría de mis compañeros) que
las Ciencias Sociales no son la cenicienta en educación, que la Ciencias Sociales
no es verdad que sean blandas, que al contrario el cientista social tiene que
emplearse más a fondo en la investigación social por el mismo carácter histórico de los
fenómenos sociales.
Particularmente los
aprendizajes que más valoro de mis encuentros con la maestra fueron
aquellos de carácter afectivo y actitudinal, porque más que encuentros entre docente y dicentes los espacios
generados por ella eran de discusión y
debate en defensa de posiciones e ideas. En ocasiones lo que aprendemos de nuestros
maestros trasciende lo esperado por
ellos y solamente con el tiempo es que tanto el maestro como el aprendiz ven el fruto de la labor
de construcción de conocimientos.
Espero en un futuro no muy lejano encontrarme con mi
querida maestra, porque pienso que fue
poco el tiempo para el debate, que
quedaron temas y concepciones pendientes de discusión, pero ante todo
gracias Maestra por hacernos crecer.
GRACIAS MAESTRA LUISA
NAVARRO, POR DESPERTARME Y NO DEJAR QUE ME DURMIERA LOS DOMINGOS.
Diní,me alegra que te pongas en la onda de escribir.A este pueblo le hace falta que la gente discuta sus ideas.Por de pronto,es necesario activar el pensamiento.Leo Oviedo.
ResponderEliminarFelicitaciones, distinguirse dentro de los demas, es tarea de valientes. Victor R. Montero Fulcar
ResponderEliminarCito esta frase para señalar lo dicho en el penúltimo párrafo referente "al poco tiempo para el debate"
ResponderEliminar"Excelente maestro es aquel que, enseñando poco, hace nacer en el estudiante un gran deseo de aprender".
Arturo Graf
Pase buenas Prof. Felix Dini