Leyendo “western” español
Por: David Ramírez
El autor es editor de Barahonero.com
Un
pariente cercano, que permanece interno en un hospital de Santo
Domingo, me solicitó que le comprara un par de novelitas de vaquero ya
que el aburrimiento en el nosocomio ha sido para él, quizás la peor de
todas las enfermedades.
Para mí tal pedido
fue una sorpresa, yo pensaba que ese tipo de literatura, muy popular en
las décadas de los 60 y 70, ya no se vendía en las calles, porque a
decir verdad, tenía mucho tiempo sin ver un quiosco de paquitos y
novelitas de vaqueros, llamadas comúnmente "western", un anglicismo
aceptado por el Diccionario de la Real Academia Española.
Este
tipo de literatura, tanto ilustrada como escrita, (a pesar de que la
crítica no la considera como tal porque su calidad literaria está
entredicha), fueron la delicia para muchos jóvenes de aquella época,
incluyéndome claro, porque eran baratas, de fácil lectura y se podían
intercambiar.
Su trama estaba ambientada en territorios
inexplorados y salvajes del viejo oeste americano, cargadas con cierta
dosis de erotismo, con chicas que bailaban en salones y prostitutas
retiradas sirviendo whisky barato.
Todas estas novelas tenían un
denominador común, estaban protagonizadas por personajes fríos,
solitarios, rudos, con nulos sentimientos y a veces ingenuos, pero
rápidos con el revolver.
Combatían en ciudades sin ley a los
bandidos, cuatreros, tahúres y los indios “salvajes” que mantenían en
jaque a las caravanas y diligencias.
Personajes de novelas
ilustradas como “El llanero Solitario”, “Red Ryder”,” Gene Autry”,”
Hopalong Cassidy”, “Roy Rogers”, entre otros, eran referentes dentro de
la cultura del ocio de aquella época.
Recientemente me enteré que
autores emblemáticos y con fertilidad creativa como Silver Kane, Keith
Luger, Clark Carrados, Lou Carrigan, Curtis Garland, entre otros,
fueron españoles que escribían novelitas "western" detrás de un
seudónimo sonoro en inglés porque así lo exigía la Editorial Bruguera.
Algunos, como Marcial Lafuente Estefanía, rara vez visitaron el
territorio de Estados Unidos, pero describían paisajes y ciudades del
viejo oeste americano de una manera creíble y asombrosa siendo ellos
escritores europeos.
Pero
detrás del éxito y fama de esos autores españoles, la mayoría ya
fallecidos, se escondía un lado triste; fueron escritores desempleados,
angustiados por las necesidades económicas, con sus obras literarias
vanguardistas y revolucionarias crucificadas por la censura de la
dictadura franquista. Escribían novelistas " western”, policíacas y de
ciencia ficción en una noche y las vendían al día siguiente al mejor
postor por unos cuantos centavos.
Aunque no se les puede colocar
al lado de un García Márquez o un Jorge Luis Borges, todos ellos fueron
iconos que llenaron nuestra juventud de fantasías, hicieron volar
nuestra imaginación y dieron otro color a nuestras vidas.
Después
de conocer el lado triste de cada uno de esos autores y de otros que no
tuvieron tal suerte, quedé muy impresionado, porque cuando se tiene
talento y perseverancia, se puede vencer la mordaza de la censura e
injusticia de un régimen dictatorial.
A todos ellos, muchas gracias.
sábado, 15 de octubre de 2011
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Qué artículo tan refrescante.Cuando joven leía las novelas de Marcial LaFuente y Silver Kane pero nunca me imaginé que eran españoles,por sus nombres pensaba que eran norteamericanos.
ResponderEliminarAlberto Valenzuela