Por Bienvenido Diaz Segura
El autor es abogado
Hace poco más de nueve meses que
el presidente Hipólito Mejía tomó posesión del cargo y la situación del país va
de mal en peor. El gobierno del PRD no termina de arrancar y las
contradicciones entre sus funcionarios impiden que los mismos puedan dedicar el
tiempo y las energías suficientes para enfrentar y dar solución a los
principales problemas de la nación como prometieron en la pasada campaña
electoral.
El presidente Hipólito Mejía
sometió a principios de febrero de este año 2013 al Congreso Nacional el Proyecto
de Presupuesto y Ley de Gastos Públicos ascendente a RD$ 455,000 millones de
pesos, asignándole el 1.7 % del PIB al Ministerio de Educación, no obstante las
cámaras legislativas aprobaron el 4 % (1
% más que en el 2012) pero el Primer Mandatario dice que no cumplirá con el
mismo y que solo dará el 1.7 % porque la grave crisis económica se lo impide. El
desayuno en las escuelas se reduce al 35 % y la deserción escolar se incrementa
en 8 % más. Los maestros se van a huelga por un reajuste salarial y mayor
inversión en la educación del país.
El nerviosismo que afecta a los
actores económicos y a los sectores productivos del país parece no tener fin. El
CONEP y los industriales le piden a Hipólito que le ponga más atención al gobierno.
El Presidente de la Republica se entretiene haciendo chistes, habla con los
periodistas 3 y 4 veces al día y los organismos de seguridad del gobierno han
apresado arbitrariamente a 7 de ellos por hacer críticas al Primer Mandatario.
El desempleo aumenta al 17 % y
medio millón de dominicanos son llevados a la pobreza. La clase media se
tambalea y hace malabares para subsistir. En el primer trimestre la economía
solo creció 1 %, con una inflación del 15 % y los organismos internacionales
pronostican un crecimiento económico negativo para el segundo trimestre, la
prima del dólar se cotiza a 47 x 1.
Las importaciones han aumentado
en más de un 18 %, las exportaciones se han caído en 23 %, el turismo decrece
un 9 %, las gasolinas y el gasoil se venden a RD$ 315,00 y RD$ 305,00 pesos respectivamente
(cuando aparecen) y la gente hace largas filas para poder adquirir el gas de
cocinar cuyo precio es de RD$ 218,00 por galón. El Presidente Chávez hace un
mes que suspendió a Petrocaribe por un conflicto generado en la Cancillería
dominicana y mal manejado por Hipólito. El petróleo se cotiza a 70 dolares.
El Metro de Santo Domingo tiene
dos meses dañado. Hubieres, Pérez Figuereo, Blas Santana y Antonio Marte tienen
4 días con el transporte de pasajeros y de carga paralizado, mientras la OMSA está
fuera de servicio desde hacen 18 días por falta de combustible y repuestos. El
país está a oscuras con apagones de 20 y 22 horas, por lo que fueron eliminados
los circuitos de 24 horas de energía eléctrica en los sectores con alto nivel
de pago. Pepe Goico gestiona la venta de las EDES a empresarios extranjeros.
La Tarjeta Solidaridad y el
seguro medico de los pobres son eliminados, los suplidores de los comedores
económicos suspenden el crédito por falta de pago, el Plan Social de la
Presidencia reduce la cobertura y los precios de los alimentos andan por las
nubes.
Los hospitales no han recibido la
primera subvención en este año, el Colegio Medico denuncia que no hay medicinas
y que los centros asistenciales son
almacenes de enfermos. La tasa de mortalidad materna e infantil aumentan y la
OPS/OMS muestran preocupación por los cambios negativos que experimentan los
indicadores de salud como consecuencia de la crisis económica que afecta al
país.
Los porcicultores junto a los
productores de pollos y huevos están de brazos caídos, porque ante la crisis el
presidente Hipólito Mejía les dice que no puede hacer nada. Los ganaderos no
aguantan más y demandan ayuda del gobierno. El Banco Agrícola está
descapitalizado porque los deudores se niegan a honrar sus compromisos alegando
que el Presidente de la Republica durante la campaña electoral les ordenó que
no paguen.
Los productores de arroz y
habichuelas solo sembrarán el 52 % de las tareas cultivables porque el Ministerio de Agricultura no tiene
para proveerle las semillas y los otros insumos. El programa de Pignoración del
cereal se descontinúa y los arroceros marchan descalzos en peregrinación y en
ayunas al Palacio Nacional.
El presidente Hipólito Mejía y su
equipo económico someten al congreso una reforma fiscal para aumentar las
recaudaciones mediante la aplicación de nuevos impuestos a la población, pero
los legisladores se niegan a aprobar la onerosa medida.
Los niveles de criminalidad se
incrementan a niveles nunca vistos, la tasa de homicidios llega a 39 por cada
cien mil habitantes y la industria del secuestro toma auge. Bancos y negocios son
víctimas de robos y atracos. El Cardenal y las iglesias cristianas le piden
paciencia al pueblo dominicano y exigen al gobierno de Hipólito y el PRD retomar
el Plan de Seguridad Democrática.
El presidente Hipólito Mejía
reúne al Consejo Nacional de la Magistratura y propone nuevos jueces para la
Suprema Corte de Justicia y el Tribunal Constitucional. El Nuevo Modelo
Penitenciario es descontinuado y los internos se van a huelga de hambre por
tiempo indefinido.
Ante la situación de crisis que
vive la nación, el PRD le retira el apoyo político a Hipólito Mejía y Miguel
Vargas con sus seguidores se convierten en los principales críticos y
adversarios del gobierno. Anuncia el lanzamiento de su Proyecto Presidencial
para el 2016. Se acentúa la lucha interna y el vice Luis Abinader recorre el
país formando equipos de apoyo a sus aspiraciones a la Presidencia de la
Republica.
El Foro Social Alternativo, Finjus,
Participación Ciudadana, las iglesias y sectores de la izquierda se alían y
convocan a un paro nacional de 48 horas amenazando con llamar a una huelga general
si Hipólito no atiende a sus demandas y reivindicaciones.
Angustiado, sudoroso,
taquicárdico, taquipnéico, y con un fuerte y opresivo dolor en el pecho
desperté súbitamente pidiéndole a Dios que cuide a los dominicanos y
dominicanas para que nunca más sean gobernados por un hombre tan incapaz como
Hipólito Mejía. Suerte que era solo una pesadilla.
Santiago
Rodríguez, R. D.
25
de septiembre del año 2011.
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