El papa Benedicto XVI criticó ayer sábado a la
Iglesia católica alemana, muy bien organizada según él pero poco
inspirada, en el tercer día de su visita a su país natal, donde fue
calurosamente recibido en Friburgo.
Al día siguiente de un
encuentro con cinco víctimas de abusos sexuales por parte de clérigos
católicos y de un homenaje a Lutero en Erfurt (este), 25,000 personas
recibieron al Papa en Friburgo, ciudad católica de la región de Bade.
Las fuerzas de seguridad eran omnipresentes.
Por la mañana hubo un
incidente en Erfurt que según el Vaticano no tuvo nada que ver con el
Papa, antes de una misa al aire libre. Un hombre fue detenido tras
disparar con un arma de aire comprimido, sin causar heridos ni perturbar
el programa.
Una muchedumbre animada acogió al soberano pontífice cuando desfiló por las calles de Friburgo en “papamóvil”.
La
Iglesia católica alemana, muy potente gracias a sus estructuras y su
red de ayuda social, se vio debilitada por los escándalos.
domingo, 25 de septiembre de 2011
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