Madrid, España.-En verdad, desde el pasado martes esta ciudad esta llena de jovenes de todo el mundo participando en la Jornada Mundial de la Juventud (MJM). La iglesia catolica ha congreado una juventud que aparece por todas partes en las calles de Madrid.
El metro de esta ciudad virtualmente no da abasto. Un servidor ha podido comprobarlo varias veces. Las estaciones de Quevedo, San Bernardo, Santo Domingo, Noviciado, Opera y Sol estan siempre repletas de jovenes de ambos sexos que abordan los vagones rebosantes de alegria entonando canciones religiosas.
En la tarde de hoy, por cierto, me abordo un joven de unos 20 021 años en la calle Embajadores en el sector de Arganzuela, Madrid centro. Yo iba un poco rapido para una misa organizada por la Embajada Dominicana que seria oficiada por el Cardenal Lopez Rodriguez.El muchaco estaba perdido. Como era blanco y rubio parecia español, pero no, era frances. Por cierto hablaba ingles y pudimos entendernos ya que yo le "pico" algo al inglis. Lo lleve al metro de Delicias, que era tambien mi ruta y lo deje en la parada de Embajadores de donde cogeria el metro 5 para Las Acacias.Thanks you, dijo en tono amistoso cuando se marchaba. Yo le respondi: Im glad to help you. Sonrio y se fue. Es solo una breve historia de lo que debe estar pasando todos los dias en esta ciudad con jovenes que vienen por primera vez a España.
Madrid, Noticia de Agencia Alemana de Prensa
Cerca a la Plaza de Cibeles. Jóvenes católicos, procedentes de varias partes del mundo, participan de las Jornadas Mundiales de la Juventud, cita creada por Juan Pablo II.
Con Madrid llena ya de decenas de miles de jóvenes peregrinos, llegados de todo el mundo, arrancó ayer la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ): hasta el domingo reunirá a más de un millón de participantes y tendrá su plato fuerte con la visita de Benedicto XVI, que llegará el jueves a la capital española.
La céntrica Plaza de Cibeles se llenó ayer tarde con decenas de miles de jóvenes que, bajo un sol aún fuerte y un sofocante calor, siguieron la misa de apertura de la cita de la juventud católica que ofició el cardenal arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, acompañado por obispos y cardenales de todo el mundo.
Miles de jóvenes peregrinos participarán en la Jornada Mundial de la Juventud, en España, en la que participará el Papa Benedicto XVI.
Los participantes de la Jornada Mundial de la Juventud recorren los principales sitios turísticos de Madrid.
Las calles de Madrid lucen llenas de fieles de diferentes religiones, que asisten a la Jornada Mundial de la Juventud, en Madrid, España.
El parque del Retiro es uno de los más visitados por los participantes de la Jornada Mundial de la Juventud, en Madrid, España.
En el parque del Retiro, Madrid, se instalaron confesionarios. Hay jóvenes que optan por un encuentro cara a cara con los sacerdotes
Hay quienes prefieren confesarse de la manera tradicional en el parque del Retiro, Madrid.
En toda la capital española se han colocado afiches y avisos informativos sobre la Jornada Mundial de la Juventud, a la cual asistirá el papa Benedicto XVI,
“Bienvenidos a España y bienvenidos a Madrid, su capital”, dijo Rouco en una homilía en la que destacó las raíces cristianas del país y en la que, esta vez, no hubo críticas al Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero por leyes como las del matrimonio homosexual o la despenalización del aborto, por las que en su día obispos españoles llegaron a salir en manifestación.
En esa misma Plaza de Cibeles, la juventud católica recibirá el jueves a Benedicto XVI. Hasta entonces, se prepararán estos días para su llegada con oraciones, catequesis y otros actos culturales y festivos organizados en Madrid.
La JMJ, creada por Juan Pablo II en los años 80, es el mayor encuentro internacional de la Iglesia Católica. Al ser elegido Papa, Joseph Ratzinger decidió mantenerla durante su Pontificado y la de Madrid es la tercera a la que acude, después de las de Colonia (2005) y Sídney (2008).
“Las raíces cristianas de esta ciudad, muy antiguas, siguen vivas y vigorosas”, destacó Rouco Varela, estrecho amigo de Benedicto XVI. El Arzobispo de Madrid tuvo palabras de recuerdo para Juan Pablo II. Sobre el altar había una ampolla con sangre del Papa polaco, beatificado el pasado mayo.
Juan Pablo II fue el ‘Papa de los Jóvenes’, dijo Rouco dirigiéndose a la juventud en Cibeles: “Vosotros sois la generación de Benedicto XVI”. Siguiendo a Ratzinger, animó a los jóvenes a aceptar el reto de la nueva evangelización en un mundo de “rampante relativismo espiritual y moral”.
Rouco Varela, que el sábado cumple 75 años, es el único Arzobispo del mundo que ha organizado dos jornadas de este tipo: la JMJ que tuvo lugar hace 22 años en Santiago de Compostela y la que hoy arrancó.
Tras las críticas surgidas en España contra la fastuosidad de esta cita católica y el gasto público que supone acogerla y acoger al Papa, el cardenal Arzobispo de Madrid aprovechó la concurrida misa para presumir del catolicismo español. España es “un viejo país formado por una comunidad de pueblos” y marcado por su principal seña de identidad histórica, que es la profesión de fe cristiana de sus hijos e hijas, dijo.
Los actos principales de los días que el Papa compartirá con la juventud católica en Madrid son un vía crucis en la tarde del viernes, que se celebrará en el Paseo de Recoletos y la Plaza de Cibeles y una misa multitudinaria en el aeródromo de Cuatro Vientos, que el domingo cerrará las jornadas.
Dos de las arterias principales del centro de Madrid -el eje que forman los paseos del Prado y Recoletos y el de Gran Vía y Alcalá- permanecen cerradas al tránsito. En las calles de la capital española hay unos 10 000 policías, en uno de los mayores despliegues de seguridad en el país.
Reparos por los costos
En la tarde del miércoles, pocas horas antes de que Benedicto XVI aterrizara en Madrid, una manifestación recorrerá el centro de la ciudad bajo el lema “De mis impuestos, al Papa cero”. La JMJ cifra en 50 millones de euros el costo de su celebración, sufragado por los peregrinos con sus inscripciones y por donativos de empresas que por esto reciben rebajas fiscales.
Las organizaciones laicas y de cristianos de base que convocaron la manifestación critican que las administraciones dejarán de percibir dinero por esas deducciones, así como por la rebaja hecha a los peregrinos en el transporte. Además, las administraciones han puesto a disposición de la JMJ polideportivos, colegios y otras instalaciones públicas para que duerman los peregrinos, con el costo que ello conlleva.
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