miércoles, 27 de julio de 2011

Presidente haitaino pasa por un mal momento

Martelly sufre impaciencia de haitianos

El presidente Martelly casi fue herido durante una protesta inesperada el pasado domingo

El Presidente haitiano Michel Martelly está pasando por un mal momento, aunque apenas lleva tres meses en el cargo. Los haitianos, sumidos en una miseria que se hizo más profunda después del terremoto y de la epidemia de cólera, esperaban cambios rápidos y que su situación ya fuera otra. El domingo, por ejemplo, estuvo a punto de ser alcanzado por las botellas y piedras que lanzaron a su séquito. La gente ha cambiado frente a Martelly y lo ha obligado a redoblar su seguridad. Ya no lo reciben con afectos.

PUERTO PRINCIPE
AP. El presidente haitiano Michel Martelly se ha mostrado como un hombre del pueblo, una estrella del pop que llegó con facilidad al corazón de las multitudes que lo adoran.

Por eso, la recepción que recibió en su más reciente viaje al norte de su país fue una sorpresa: los manifestantes arrojaron botellas y piedras a su séquito.

Martelly no resultó herido durante la inesperada protesta del domingo en Cabo Haitiano, la segunda ciudad más grande del país, y la policía no ha determinado el motivo preciso del alboroto.

Sin embargo, cada vez es más evidente en un país agobiado por la pobreza, los desastres naturales, las enfermedades y décadas de promesas gubernamentales incumplidas, que los haitianos tienen poca paciencia con los políticos que no producen resultados, incluso si es un presidente que ha estado en el cargo menos de tres meses.

“Martelly hizo muchas promesas, pero hasta ahora, nada”, dijo Frantz Nelson, de 34 años, quien votó por el ex cantante.

Nelson dijo que esperaba que Martelly le ayudara a él y a su familia a salir de un campamento frente al Palacio Nacional, donde ha vivido desde que un devastador terremoto azotó al país en enero de 2010. “Estamos impacientes y nuestros niños están impacientes”.

Una de las claves del éxito de Martelly en las elecciones de noviembre fue su condición de personaje ajeno a la política, que atrajo a los votantes aparentemente hastiados de la educada élite tradicional, que tiende a ocupar las más altas posiciones en el país caribeño. El era un artista popular de un estilo de música haitiana conocida como compás.

Zoom

Poco esfuerzo

Martelly tampoco ha hecho mucho para ofrecer educación gratuita en un país donde la mitad de los niños no asistían a la escuela, incluso antes del terremoto. Martelly, consciente de los crecientes signos de desencanto, insiste en que está todavía en camino de alcanzar sus ambiciosas promesas de campaña. “Me comprometo a hacer esto para el beneficio de las masas”, dijo.

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