jueves, 19 de mayo de 2011

Temas haitianos

Martelly , Haití y la ruta hacia el infierno

Por Cassandro Fortuna
El autor es Director de El Granero del Sur

Madrid.-Cuando la sensatez se impone es posible esperar lo mejor. Es lo único que podemos decir con relación al proceso actual que se lleva a cabo en la República de Haití.

Enhorabuena el sábado pasado su nuevo presidente, Michel Martelly, tomó posesión de ese cargo sin mayores inconvenientes. Pese a los duros tiempos pos electorales se impuso el buen sentido político (con un significativo aporte del exterior) se mantuvo la paz pública y continúa vigente la estabilidad política en la vecina nación.

Haití es un país digno de mejor suerte. Desde sus orígenes, al día de hoy, ese es un pueblo que sólo ha conocido desgracias, sobresaltos y atropellos. Es una comunidad que fue compuesta de una forma muy peculiar: con habitantes de África que fueron cazados como bestias por comerciantes ingleses, franceses y holandeses. Luego, convertidos en esclavos, vivieron más de un siglo sumergidos en la más abyecta servidumbre.

El Estado hairtiano es, por cierto, una gran aventura de la Historia.Haití se convierte en Estado porque los padres fundadores de esa nación no tuvieron más que esa alternativa para preservar la libertad de los ex esclavos y la cual había sido adquirida diez años atrás en medio de un proceso alucinante, lleno de sangre, heroísmo y barbarie.

La creación de un nuevo Estado nunca estuvo en la agenda de la masa negra esclava (y mucho menos en la de los mulatos, en sus diferentes clasificaciones). Los negros esclavos solamente querían su libertad y los mulatos igualdad política con los blancos. Ahí se resumían sus aspiraciones más sentidas en el año 1791, cuando comenzaron los levantamientos de los negros del norte, estimulados por Bouckman y cuando los mulatos se reunieron en la iglesia de Bois Caiman bajo las orientaciones de Pinchinat.

Pero la historia tiene su propia lógica. En Francia, desde el año 1879, los acontecimientos se daban de una forma muy rápida. La Revolución Francesa había pasado por varios procesos, cargados de peligros, de pasiones y de sangre. De Estados Generales se convirtió en Asamblea Constituyente, luego en Asamblea General, pasó por la etapa del Terror y el tiempo de Robespierre (en la guillotina eran ejecutados en masa aquellos que los jacobinos estimaban como enemigos de la revolución: aristócratas, clérigos, Girondinos, banqueros) hasta caer en la etapa del Directorio, al cual Napoleón Bonaparte le dio un golpe de Estado 9 de noviembre de 1799.

El tema de la colonia francesa, Saint Domingue (posteriormente Haití) siempre estuvo vigente en las discusiones parlamentarias. Mulatos y negros alcanzaron plenamente sus objetivos.Pero en la colonia no se querian hacer vigentes los decretos parisinos. Para entonces Toussaint Louverture era virtualmente la figura principal en el lado oeste de la isla de Santo Domingo. Si lo hubieran dejado gobernar y organizar la colonia la situación histórica hubiese tenido otro matiz.Pero la llegada de Napoleón cambió el curso de los acontecimientos.

El gran corso pretendía restituir la esclavitud en la colonia francesa de ultramar. Eran sus planes secretos, que no habían salido a la luz pública por el liderazgo y la fuerza militar de Toussaint, que tenía su propio proyecto de gobierno. Para terminar con este Napoleón le envió al General de División Leclerc, su cuñado (marido de su hermana Paulina) y una expedición impresionante de 40 mil soldados.En principio la estrategia de Napoleón fue de paz, con la esperanza de que Toussaint, quien se proclamaba francés y consideraba la colonia una dependencia de Francia, acataría la autoridad de Leclerc. Pero ello no fue así. Hubo guerra. Para entonces los generales negros, Dessalines, Christopher, Maurepas, Belair…( “los jacobinos negros”, como les lllama CLR James) estaban con Toussaint.Sin embargo, en el curso del proceso, Napoleón y Leclerc se encargaron de crear un ambiente favorable a Francia pregonando que su objetivo era que la tranquilidad retornara a la colonia y que todos juntos construyeran el bienestar colectivo. Ese tipo de mensaje los puso a pensar que Toussaint era el único obstáculo a tan altos propósitos y lo fueron abandonando uno a uno hasta que el Jefe negro capituló y se retiró a su casa. Luego, de una forma cobarde fue traicionado por el general francés Brunet. Hecho preso fue llevado a Francia y encerrado en el quinto piso de un fuerte que tenía varios puentes levadizos, múltiples escaleras, muchas puertas con cerrojos y candados y un puesto de guardia. Allí murió, poco después, de hambre y de frío.

Mientras tanto, en Saint Domingue, sus antiguos colaboradores tenían altos rangos militares y puestos de mucha responsabilidad. Sin embargo, al enterarse estos de que en Guadalupe había sido restituída la esclavitud, el terror comenzó a ganarlos. Se iniciaban los planes de Napoleón de restablecer la esclavitud en las colonias francesas. Entonces, poco a poco, esos generales se dieron cuenta de lo que venía en camino para su tierra, se unieron, escogieron a Dessalines como jefe, y comenzaron el combate contra Leclerc. Al final, ganaron, y Dessalines proclamó la creación del Estado Haitiano el 1 de enero de 1804.

Es ahí donde está el origen del Estado Haitiano. Desde entonces han estado buscando su destino histórico hasta el día de hoy. Es un pueblo al que le falta mucha madurez política. Al igual que nosotros ha estado a merced de muchos políticos irresponsables. Le ha faltado liderazgo. Ha necesitado de grandes hombres. Pero la historia se construye en el tiempo. La suya ha sido muy difícil y en verdad los líderes improvisados han estado a la orden del dia.

Michel Martelly es uno de estos líderes hechos a la carrera. Quiera Dios y que sea el inicio de una nueva etapa para el pueblo haitiano. Un período de institucionalidad y democracia que puedan ser la base para otras metas prioritarias. La comunidad internacional quiere que Haití se levante. Los dominicanos aspiramos que así sea, pese a que algunos estiman que las buenas intenciones y los buenos deseos no serán suficientes (pero es una buena forma de comenzar).

Personalmente creo que Haití no debe salir de la tutela internacional tan pronto como él lo desea. Debe estar atento a las circunstancias. Al curso de las cosas.Es mi parecer que debe aprovechar todo el apoyo foráneo que pueda recibir y comenzar a formarse una experiencia de Estado en un ambiente de tranquilidad. Sacar la ONU del país y comenzar a restablecer unas fuerzas armadas en las condiciones actuales es una mala idea. El retroceso está a la vuelta de la esquina. Y Haití no debe permitirse ese lujo. Es necesario que ellos, como pueblo, se adentren en un proceso de democratización que les permita sacar la nación del trauma de “Estado Fallido”, con todo lo que ello quiere decir, y comiencen a ocupar su lugar en el concierto de las naciones. En verdad, ya es hora. Pero si Martelly se pierde en el camino Haití seguirá la ruta hacia el infierno.

Bibliografia Consultada:

1. El Origen del Estado Haitiano
Manuel Arturo Peña Battlle

2. La Revolución Haitiana y Santo Domingo
Arturo Cordero Michel

3. Toussaint Louverture
Césaire Aimé

4. Historia de la Cuestión Fronteriza
Dominico-haitiana
Manuel Arturo Peña batlle

5. Los Jacobinos Negros
CLR James

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