Banilejos sufren por escasez constante de agua potable
El Caribe
De la provincia Peravia de antaño bañada por caudalosos ríos, como eran Baní y Nizao, queda poco. Sus principales fuentes acuíferas, afectadas significativamente por la actual sequía, se represan en la localidad de Valdesia.
Pero la queja de gran parte de la población es la falta de un acueducto que lleve ese líquido a sus hogares.
En la zona norte, donde se encuentran los barrios más humildes, la falta de agua se siente más por lo que significa para sus residentes, en términos económicos, adquirir unos litros de agua: “Uno a veces amanece solo con cien pesos encima, que lo tiene reservado para la comida, pero entonces tiene que gastar 50 pesos para comprar un tanquecito de agua porque hay que limpiar, lavar, bañarse… así no se puede”, dice Donaida Tejeda, del sector La Saona.
En el barrio de al lado, El Maní, Esther Mejía explica que el servicio sólo llega por un par de horas una vez a la semana. Dice que tiene que estar atenta para descubrir en qué momento saldrá el líquido por su grifo. “Puede ser en la noche o en la madrugada, no sabemos. Siempre tengo la llave abierta para escuchar cuando caiga el chorro”, apunta.
A pocos metros de llegar a La Saona y El Maní está El Fundo, que también se encuentra a secas. Carla Tejeda, que vive en la calle principal, dice que paga cinco pesos por una cubeta y que llenar la cisterna le cuesta 1,200 pesos.
Una familia de cinco miembros puede invertir como mínimo 500 pesos a la semana en la compra de agua, si hace un uso estrictamente racionado. La queja de muchos es que aparte de ese gasto se suma que deben pagar cada mes la factura del deficiente servicio.
En otros barrios de la zona norte como Pueblo Nuevo, 24 de Abril, Los Cajuilitos y Los Tiburones los vecinos ocupan las aceras con cubetas y galones a la espera de que pasen los camiones cisternas para abastecerse.
En el centro de Baní la situación no es mejor. Hay familias que tienen instaladas bombas de agua para llenar la cisterna y otra bomba más que sube el agua desde la cisterna al tinaco.
En la zona sur la escasez también persiste, sobre todo en los nuevos residenciales y proyectos de viviendas que se levantan. Precisamente el crecimiento poblacional es parte del problema. Baní cuenta con un acueducto que data de unos sesenta años atrás cuando la población era menos de la mitad de lo que tiene hoy, que sobrepasa los 170 mil habitantes.
El diputado Santo Ramírez especificó que en agosto del año pasado el Congreso aprobó el préstamo para la construcción del acueducto múltiple por un monto de 109 millones de dólares. “No sabemos las razones por las que ese acueducto no ha empezado. Uno de los problemas más angustiantes es la falta de agua potable”, afirma.
El alcalde de Baní, Nelson Camilo Landestoy, explicó que el cabildo dispone de cinco camiones cisternas que distribuyen agua gratis a los sectores más necesitados, pero que resultan insuficientes.
“En lo que el hacha va y viene todavía nos quedan dos o tres años de sequía, si es que por fin empieza ahora la obra. Hay muchos barrios que ni siquiera tubería tienen”, expuso.
Gobierno dice que iniciará obra
El gobierno volvió a prometer el mes pasado que iniciará la construcción del acueducto múltiple. La gobernadora provincial, Nelly Melo de Guerrero, informó que en los próximos días llegarán a Baní las maquinarias y los obreros que trabajarán en la obra. “Ya está aprobado. Inclusive, hay un campamento donde los ingenieros se instalarán. Muy pronto la provincia Peravia dejará de padecer ese dolor de cabeza que tanto le afecta. Habrá agua las 24 horas del día después de que ese acueducto de la zona norte sea construido”, dijo la funcionaria.
El director del Instituto de Aguas Potables y Alcantarillados, Mariano Germán, había informado que la obra beneficiará a 138,000 personas de 24 comunidades, con proyección a aumentar su cobertura a 310,000 habitantes para el año 2,030. Entre las localidades que se beneficiarán están Baní, Paya, Mata Gorda, Fundación de Peravia, Nizao, Don Gregorio, Pizarrete, Santana, Catalina, Carretón, Escondido, Sombrero, El Llano, Boca Canasta, Cañafistol, Matanzas (incluyendo la zona franca), Los Tumbaos, Quijá Quieta, Arroyo Hondo y Las Calderas. Germán detalló que los trabajos incluyen la ampliación de la red de tuberías y la rehabilitación de una gran parte. La obra será construida por el Consorcio Domínico-Español Acciona Agua y Abi Karram- Morilla.
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