Santo Domingo.-El Premio Nobel de Literatura 2010, Mario Vargas Llosa arribó la noche del domingo a Santo Domingo por el aeropuerto internacional de Las Américas, en el vuelo de Copa 268, procedente de Panamá.El autor de "La ciudad y los perros" será condecorado mañana en el Palacio Nacional por el Presidente Leonel Fernández, en horas de la tarde.
Acompañan al escritor un grupo de familiares, con quienes ha venido a pasar las fiestas de fin de año y esperar el 2011, entre ellos su hijo, el reconocido escritor y periodista Álvaro Vargas Llosa.
Vargas Llosa, quien ostenta las nacionalidades peruana (donde nació) y española (donde reside), se consideraba a sí mismo un eterno candidato al Nobel y tal y como dijo en entrevista a Diario Libre, a este propio redactor, el 2 de noviembre del 2004, cuando se rodaba la cinta "La fiesta del chivo": "Los escritores no deben pensar en el Premio Nobel. Si algún día lo obtienen, pues bien, y si no lo reciben, también. Creo que es algo que distrae al escritor y no es buena para su prosa".
Su premio, sin embargo ha sido una fiesta tanto para la literatura de América Latina, como para toda la literatura de habla hispana. Su novela "La fiesta del chivo", que se desarrolla en República Dominicana y trata acerca de los desmanes del tirano Rafael Leonidas Trujillo, le mereció las siguientes consideraciones en la misma entrevista: Yo creo que "La fiesta del chivo" aunque tiene sus raíces en la realidad dominicana, describe sin embargo un fenómeno que, por desgracia, fue continental y en cierta forma desborda el continente, que es el fenómeno del autoritarismo, de las dictaduras, de los caudillismos, de los sistemas verticales que reprimen, que censuran, que matan, que alienan profundamente una sociedad. Quizás en el caso de Trujillo eso se dio de una manera más extrema y con una crueldad particular, pero el fenómeno es internacional. Casi no hay país latinoamericano que se haya librado de haberlo padecido en algún momento de su historia. De manera que yo creo que la novela desborda lo netamente dominicano, e incluso lo puro latinoamericano".
Mario Vargas Llosa mantiene una relación especial con República Dominicana desde que la hospitalidad del país permitiera filmar aquí la película "Pantaleón y las visitadoras".
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