El Dr. Marino Vinicio Castillo y la reelección
Por: Leo Oviedo
El autor es poeta
y vice Ministro de Cultura
El jueves 14/10/10, a las 8:00 P.M. en el Salón de Hotel de Santo Domingo, el Dr. Marino Vinicio Castillo R. (Vincho) dictó una conferencia titulada, Reelección, El Entorno Nacional y Mis Posiciones, actividad a la que fui invitado, pero no pude asistir, sin embargo, el tuvo la gentileza de enviarme una copia de la misma.
Nueva vez, el Dr. Marino Vinicio Castillo asume una posición valiente, controversial y la expresión de lealtad ante el presidente de la República y a su vez Presidente del PLD, organización que encabeza el Bloque progresista, del cual es parte la Fuerza Nacional Progresista que preside el reputado abogado y político dominicano.
Como tema introductorio, el Doctor Castillo se ampara en una cita del pensamiento del libertador Simón Bolívar, que dice: “Nada es tan conforme con las doctrinas populares como consultar a la nación en masa sobre los puntos capitales en que se fundan los Estados, las leyes fundamentales y el magistrado supremo. Todos los particulares están sujetos al error, o a la seducción, pero no así el pueblo que posee en grado eminente la conciencia de su bien y la medida de su independencia… De ese modo el juicio es puro, su voluntad fuerte y, por consiguiente, nadie puede corromperlo del tino del pueblo en las grandes resoluciones y por eso he preferido sus opiniones a la de los sabios”.
Conocedor de que éste es un tema polémico, Don Marino Vinicio Castillo confiesa: “En realidad, sé que habré de sostener una opinión que ha estado bajo devastador asedio; plagada de repudios resabiosos; que es tema que con su sola mención, no cabe duda, despierta violentas protestas en aquellos que tienen como un logro haberlo satanizado.
Así que, al acometer lo que me he impuesto como tarea, tengo que comenzar por ser sincero. Consentir en que voy contra corriente. Algo que no me hará rebelde ni levantisco, sino más bien mendicante de comprensión”. (Pág. 3)
En un franco ejercicio de honestidad intelectual y política, Don Marino Vinicio nos dice: “Comenzaré por admitir que la reelección ha sido abrumadoramente objetada por pueblos diversos y en épocas diferentes; que ha resultado un odioso instrumento para perpetuar expresiones del poder político de índole autoritaria.
Eso me lleva al convencimiento pleno de que la experiencia histórica de su práctica ha sido azarosa y frecuentemente destructiva de valores esenciales.
Admitiré, además, que sigue siendo constante la conducta de quienes mantienen las riendas de un poder despótico, queriendo permanecer indefinidamente al través de ese mecanismo de la reelección”.
En consecuencia, el Dr. Castillo, reconoce el riesgo de su posición, así lo expresa: “Es por todo ello que la defensa de eso, que se tiene como un adefesio perturbador, origina los peores prejuicios y los más despiadados epítetos bajo el alegato de que sólo acarrea vicios y daños, cuyo carácter luctuoso debe de ser consabido por los pueblos como un dogma”. (pág. 5)
Vincho Castillo recurre a los artículos 203, que refiere a las consultas locales, el 210 y 272 de nuestra constitución, en cuanto a las posibilidades de consulta popular a través del referendo, no sin antes recordar las falsas experiencias ejercidas por Pedro Santana, quien intentó desconocer la constitución del año 58, del siglo XIX y Buenaventura Báez quien lo intentó varias veces, invocando el “clamor de los pueblos” en sus múltiples tomas y vueltas del poder.
Esta vez cita el art. 210, de la actual constitución, donde aparece el Referendo consultivo. El texto es el siguiente:
“Articulo 210.- Referendos. Las consultas populares mediante referendo estarán reguladas por una ley que determinará todo lo relativo a su celebración, con arreglo a las siguientes condiciones:
1) No podrán tratar sobre aprobación no revocación de mandato de ninguna autoridad electa o designada;
2) Requerirán de previa aprobación congresual con el voto de las dos terceras partes de los presentes en cada cámara”.
En la página 19 de su conferencia cita el articulo constitucional, el 272, diciendo: “Es mas, los textos constitucionales son tan transcendentales que en el articulo 272 se establece la necesidad de aprobación popular de cualquier reforma introducida por la Asamblea Nacional que versare sobre “derechos, garantías fundamentales y deberes, el ordenamiento territorial y municipal, el régimen de nacionalidad, ciudadanía y extranjera, el régimen de la moneda”. Todo tendrá que ser sometido a un Referendo aprobatorio”.
“Quiere lo anterior decir, argumenta, que es la única vez en que la Asamblea Nacional no es la última instancia, ni la que puede emitir decisiones supremas e inalcanzables a todas las refutaciones. El pueblo, en Referendo aprobatorio, podría desconocer sus decisiones”.
El Dr. Castillo interioriza juicios sobre sus vínculos partidarios y familiares, casi como lamento, y se pregunta: “¿Qué hacer? ¿Pienso con serena imparcialidad ciudadana en aquel en quien reconozco tantas virtudes y condiciones culturales y humanas, como el activo que es de nuestra organización política? ¿O fijo la atención, en cambio, en la suerte nacional y prevengo de toda aspiración que la pueda exponer al percance de nuevos y funestos desencuentros?
¿Divido y me separo? ¿Me sumo al aumento del sabotaje de la cohesión que se ha venido practicando? ¿O permanezco asido a la preocupación de servir al pueblo, que tanto me ha apasionado?”. (pág.24)
En el siguiente párrafo, el Dr. Castillo llama la atención sobre la realidad local y mundial, alude tiempos de crisis sin temor a los cuestionamientos y ataques que pudiera recibir, citamos: “El tiempo actual es realmente de excepción, repito. No temo afirmarlo, aunque me arriesgue a que se me pueda imputar alarmismo; decirme que “eso se ha dicho siempre, en todas las épocas del tiempo que transcurre al momento de expresar preocupaciones por sus características y riesgos imaginarios de peligrosa disolución”.
No en vano se advierte en la actualidad la posibilidad de una crisis alimentaria, por el incremento de los precios y escasez de los productos alimenticios, crisis financiera, véase Irlanda, Grecia, España y Estados Unidos de América.
Tras anunciar la realidad predicha y su posible repercusión en las economías latinoamericanas, el Dr. Castillo nos confiesa: “…creo en una modificación constitucional, a fin de que al artículo 124, que impide la Reelección, se le agregue el párrafo que me permito transcribir como si ya fuera parte del contenido de dicho artículo:
“Art. 124.- Elección Presidencial. El poder Ejecutivo se ejerce por el o la Presidente de la Republica, quien será elegido cada cuatro años por voto directo y no podrá ser electo para el período constitucional siguiente.
Párrafo: Sin embargo, se podría convocar a un Referendo consultivo a fin de que el pueblo exprese su parecer en cada caso que se propusiere la posibilidad de optar a una nueva repostulación de un Presidente en ejercicio”.
Sobre el particular nos explica: “Sería una forma de superar la prohibición o impedimento que establece dicho Articulo, dotada de una legitimidad formidable.
Requeriría tres operaciones: La primera, el Referendo Consultivo, para saber o no la modificación. La segunda, la aprobación o desaprobación de la reforma a cargo de la Asamblea Nacional; y una tercera escala, que sería el Referendo Aprobatorio, a fin de que el pueblo se pronunciare en relación a la decisión de la Asamblea”.
Procurando la mayor legitimidad para su propuesta de modificación constitucional, sugiere que: “…previa a cualquier iniciativa de los legisladores, se debería procurar una solicitud masiva, en número no menor de un millón de dominicanos y dominicanas, instándoles a impulsar la aprobación de la Ley de Referendo correspondiente. No habrá jamás una prueba de legitimidad como la propuesta”. (pág. 29)
A pesar de guardar distancia con algunas de las políticas públicas implementadas por el gobierno del Dr. Leonel Fernández, el Dr. Castillo se expresa así: “El Presidente actual es el activo politico mas importante y sobresaliente con que cuenta la Republica; sus gobiernos han tenidos una impronta democrática impresionante; esto lo creo así, pese a no compartir la manera en que él ha abordado el tratamiento del delicado tema de la coexistencia de los Estados en la Isla, históricamente bien diferenciados; desde luego, sin dejar de aprobar su solidaridad en la hora de la gran tragedia telúrica; lo entiendo así, mas allá de no estar de acuerdo con la intensidad del grado de tratamiento de aspectos relacionados con la inseguridad ciudadana y las desviaciones delictivas de conducta de un puñado de audaces servidores públicos, que no han cumplido lealmente sus deberes; no he podido comprender como su índole benigna se ha excedido en la tolerancia de quienes han expuesto a grave deshonra a una administración pública singularmente eficaz, en proceso de modernización respetable, en la que trabajan centenares de jóvenes servidores públicos muy esforzados en programa de mejoramientos de los patrones de gerencia publica dentro de un marco jurídico de diseño excelente”. (pág. 30)
El Dr. Castillo recuerda el rechazo del Dr. Leonel Fernández a la propuesta de modificación constitucional que se le propusiera para el año 1997. Esto lo analiza así: “Aquella circunspección democrática del 97 trajo un Tsunami institucional aterrador. Una nueva negativa por vacilación y/o irresolución podría abrir fases desastrosas, aún peores , para la República, que quedaría desprovista de la inteligencia notable y de la buena índole que la ha guiado en los últimos seis años; quedaría a merced de los tumbos de la ignorancia y la improvisación , cuando no asfixiada por el vaho azufroso de un estado de cosas dominado por circunstancia de vacío y de un desordenados desencuentros. El pasado reciente es un testigo terco del desastre y me cuida de caer en el exceso”.
En el penúltimo párrafo de su conferencia, el Dr. Castillo columbra un resignación, si es que no prospera su propuesta; de manera particular, *“pasa la mano por la cabeza de su hijo Pelegrín Castillo”, quien ha anunciado su candidatura a la Presidencia; al decir lo siguiente:
“Ya en el sendero final, debo hacer una última precisión. Si para desgracia del pueblo nuestro no se hace caso a mi propuesta; si se refiere la improvisación que nos lleve a un nuevo y final salto al vacío; si se renuncia a la inteligencia superior y la buena índole que ha gobernado en estos últimos seis años, entonces, solo entonces mi determinación me llevaría a poner mis energías, pocas o muchas, al servicio del pueblo, pero por el medio alternativo de nuestro candidato, de cuyas cualidades de excepción jamás he desconfiado”. (pág. 25) (* Las comillas indicadas por el asterisco son mías)
Esta es la propuesta del Dr. Marino Vinicio Castillo, ante el momento presente, a mi también me simpatiza la misma.
jueves, 18 de noviembre de 2010
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Esto no es mas k una manera de k vincho y usted sr. oviedo sigan lucrandose de las arcas del estado, el carguito es bueno verdad... la reeleccion es mala cuando la kiere la oposicion leonel pudiera ser bueno, pero su gran mandato, el crecimiento economico de l k habla en sus discursos no corresponde con la realidad de los dominican@s. deberia el PLD llevar otro candidato y si ganan o pierden las elecciones con ese mandato k sigue veriamos si era la mejor opcion; pero es mejor k lo extrañemos y no k nos siga jodiendo sin darle la oportunidad a otro. te gusta su propuesta por k eres parte interesada, $$$$$
ResponderEliminarLa reeleccion es conveniente para el Dr. castillo,los funcionarios del PLD,para usted y para los que estan haciendo negocios con el gobierno,pero no lo es para el resto del pueblo que no esta en el gobierno,sr oviedo,parece que ustedes al igual que los altos funcionarios se distancia cada dia del pueblo llano,que verguenza los alumnos del profesor separados del pueblo,abandonando la liberacion,justificando la corrupcion y el gasto alegre del dinero del pueblo.
ResponderEliminarAlgun dia este pueblo se lenvantara y clamara justicia !Dignidad nunca muere!!!!!!!