lunes, 15 de noviembre de 2010

Desde Santiago de Compostela

El sanjuanero nunca tiene mala cara

Por: Doris Sánchez
La autora es abogada
dfannysm@hotmail.com


Toda mi vida me he creído que soy muy alegre hasta que con el tiempo y en la distancia no me queda más que rectificar que no soy más que otra sanjuanera contagiada por el comportamiento de los demás. De pequeños copiamos lo que vemos y a mi alrededor siempre he visto mucho baile, gente positiva y sobre todo mucha alegría. No he nacido en el Jardín del Edén ni mucho menos, todas las personas tienen sus momentos buenos y momentos malos, pero el sanjuanero tiene algo que le hace muy especial por no decir diferente. Aceptamos las cosas tal y como vengan pero tenemos un control de todo y lo que otros consideran grande nosotros lo llevamos a la mínima expresión, intentamos que nada nos quite el sueño.

Me bastó una visita a San Juan después de muchos años de ausencia para retomar muchas cosas que formaron parte de mi vida y que casi tenía olvidada, esas sonrisas por todos lados y esos gestos tan amistosos hasta de gente que no conocía qué mas da, lo importante es que me acabo de enterar que mi manera de ser no es casual, es que soy de San Juan de la Maguana y por allí todos somos así, melosos, cariñosos, extrovertidos, bailadores y muy alegres aunque llevemos una que otra penita dentro del alma. Al llegar a España todos me preguntaban si era de Andalucía, donde la gente es muy parecida a nosotros, con orgullo decía soy Dominicana queriendo decir, soy sanjuanera.

Doris, María y Yeni Sánchez Matos.
No conozco el origen de la expresión que da pie a este escrito pero acepto que es una descripción correcta de los nativos de nuestra ciudad. No puedo describir la sensación que causó en mi las reacciones de todas las personas que pude ver esos tres días que pasé entre ellos, no importa la clase social, me refiero a los sanjuaneros en general, todos con la misma expresión de alegría en la cara y no es una casualidad, los problemas no tienen porqué transformarnos, somos nosotros los que debemos transformar los problemas, nada es imposible y todo tiene una solución, expertos somos en no tomar decisiones en caliente, hay que enfriarse antes.

Cuando veo a mi alrededor tanta gente de baja laboral (licencia médica) por padecer depresión no puedo menos que pensar en mi gente porque somos tan especiales y tenemos una forma de vida diferente, unas cervecitas, compartir con familiares y amigos, mucho mejor una bailadita y retomamos el problema con toda seguridad más calmados y con una solución o con el control de la situación. Hablamos, consultamos a amigos y familiares, no nos quedamos callados consumiéndonos con el problema y nunca falta quien ponga en tus manos a réditos o no, un dinerito para paliar la situación y difuminar tu preocupación, aún sea momentáneamente.

Echo en falta esa buena relación entre vecinos amantes de compartir el café por no decir el intercambio de platos de comida. Esa semana santa con su habichuela con dulce con batata, pasas y galletitas dentro, o chacá, platos van y platos vienen, esas visitas intencionadas. Echo en falta unas buenas habichuelas guisadas, un chenchén con chivo o un rico sancocho con bollos, un moro de gandules, entre otros que no pude probar por las prisas, platos van y platos vienen, esas visitas intencionadas dan ganas de volver a vivir a San Juan. Los que estamos en otros países intentamos no cambiar esas costumbres pero no todos tenemos la dicha de contar con familiares o compueblanos en nuestro entorno, por aquí no es costumbre tampoco estar metido en casa de vecinos, la gente quiere tener su intimidad eso de aparecerte de sorpresa ni hablar, los sanjuaneros nos aparecemos y ya está con la suerte de siempre ser bien recibidos y si no hay nada para brindar ahí está el colmado con entrega a domicilio.

Uno de mis mayores deseos es pasar la navidad nuevamente en mi tierra, poder disfrutar de la gran algarabía propia de esas fechas, añoro estar con toda la familia, el día 25 de Diciembre pasearme por las casas de familiares y amigos y el 31 correr como loca después de las 12 de la noche abrazando a todo el mundo y felicitarles por el año nuevo como siempre lo hice. Es que me daba igual quien fuera conocido o no, abrazaba a todo el mundo porque para mí es el momento de apertura para lo que vendrá en el nuevo año. Cerrar un capítulo y abrir otro con muchas ganas e ilusión. Tanta música por todos lados, risas, vestidos nuevos y no ser posible uno usado, es igual la alegría es especial. No importa la situación económica de las personas, todos según sus posibilidades intentan seguir las tradiciones pasarlo bien y compartir con sus seres queridos. No puedo dejar de mencionar el día de los Reyes Magos el máximo atractivo para los niños y el mayor dolor de cabeza para los padres que no tomaron precauciones.

Otras fechas alegres e importantes que recuerdo son el Día de las Madres, Día de los Padres, Día de las Secretarias, sin olvidar las fechas patrias. Lo más importante es mantener ese optimismo, esa alegría por la vida, esas ganas de ser feliz y para mí el remedio infalible nunca perder la sonrisa tan importante para mí, que las fotos donde no estoy sonriendo no me gustan tampoco salgo bien y las borro, pero más importe aún es que esa alegría esté dentro nuestro, porque la alegría también es vida y la vida es salud.

Recuerdo con cariño cada sitio de baile de San Juan en especial La Piscina del Hotel Maguana, El Tupinamba Bar, La Bella Cascada (entre otros que ahora no vienen a mi mente) no porque fueran lugares especiales, los recuerdo porque en ellos pasé muchos momentos de bailes y de risas sin olvidar que mi madre muchas veces rompió esos momentos mágicos al presentarse en la puerta a buscarnos, vaya vergüenza!!, los recuerdos que debemos intentar conservar en nuestras mentes y que para mi especialmente alegran mis momentos de tristezas y de soledad, me dan vida y motivan mi lucha por la supervivencia en mi país de acogida. Cuando la vida no te brinda momentos de alegría echar mano de los recuerdos te garantiza no caer en una depresión o derramar lágrimas que entristecen el alma, causando insomnio y dejándo arrugas y eso no va conmigo porque ando más interesada en descubrir la fuente de la juventud, que de convertirme en una pasa arrugada a destiempo.

Los sanjuaneros en general somos presumidos, cuidamos mucho la presencia física y que no falte ese buen perfume para dejar la estela allá por donde pasemos, esos modales, el respeto a los demás especialmente a los mayores, ese trato de usted que por aquí no gusta ni a los mayores. Cuando me cuido con tanto esmero mis amigas me preguntan si estoy enamorada pero no hay que estar enamorado para engalanarse y cuidad el aspecto físico que requiere tantos cuidados como nuestro bienestar interior.

Cuando me encontré con Cassandro Fortuna todo trajeado y muy formal, con sus zapatos relucientes y corbata muy bien puesta además de su gran sonrisa recordé que estaba en San Juan, donde muchas cosas han cambiado para mejor, pero nuestras costumbres y maneras de ser siguen intactas. Soy una orgullosa sanjuanera que en mi entorno presento sólo algunas pinceladas de nuestra autenticidad.

7 comentarios:

  1. Felicidades Doris Sánchez por ese comentario estoy 100% de acuerdo con tigo.
    También soy un sanjuanero ausente que nunca olvido esos momentos memorables, estoy de acuerdo con el desarrollo de los pueblos pero sin olvidar nuestras raíces y costumbre.

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  2. Hola Mon, gracias por tu comentario, saludos que extiendo a tu família, escribeme a mi correo publicado arriba en el artículo.

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  3. Felicidades Doris yo también soy una Sanjuanera orgullosa de mi SAN JUAN QUERIDO...vivo ausente, pero recuerdo cada momento la alegría, y trato de hacerlo donde vivo,pero ciento que no es los mismos..por esa razón en diciembre para mi San Juan....

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  4. Muy bonito y positivo todo lo que expones en este artículo , Doris, aunque yo generalizo algunas de esas características a los dominicanos en general. Somos un pueblo chispeante y lleno de alegría, siempre tenemos espacio para compartir y un pedacito de alma para ser solidarios. Claro que en fiesteros y caneros los sanjuaneros llevamos ventaja, por algo nuestras fiestas patronales eran famosas en todo el país, un atractivo nacional, diría yo.

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  5. Hola Doris!
    Me gusta tu publicación, acertada en tus comentarios.
    Saludos de una sanjuanera, medio-gallega, viviendo en Suecia... y sin Sindrome de Estocolmo!

    Bicos

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    1. Esos sanjuaneros son especiales, andamos por el mundo pero jamás olvidamos nuestros inicios, saludos a a Suecia, escribeme a dfannysm@hotmail.com y visita mis dos blogs, http://blogs.elcorreogallego.es/dorissanchez, http://alegracaribea.blogspot.com

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